Capítulo 8 "Dolor"

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—Bueno...si, jamás iban a dejar a dos omegas estar juntas como pareja además de que las dos teníamos un tatuaje completamente distinto—explicó apretando los puños. —Tu padre lo sabía...y él también amaba a alguien más, así que decidimos casarnos y ambos seguiríamos viendo a nuestras parejas respectivamente pero nos usaríamos al otro de fachada—tamborileó los dedos en el escritorio y suspiró por enésima vez. —Pero cuando nos casamos Kuschel desapareció y no pude decirle el acuerdo que él y yo teníamos...después ella encontró a su pareja destinada y Grisha y yo tuvimos que comenzar a actuar como un matrimonio, pues todos comenzaban a sospechar sobre él ausentándose muchos días con una beta, su pareja—tragó saliva y se mordió el labio. —Tuve a Erwin y después a ti...y Grisha me ayudo a buscar a Kuschel pues nos habían llegado rumores de que su alfa la había abandonado, estábamos dispuestos a ayudarle.

Eren terminó sentándose frente al escritorio, sus padres jamás se habían amado como siempre le mostraron y creyó.

—La encontré en Francia en uno de los barrios más viejos y pobres que hay...ella estaba muriendo y con ella estaba Levi que también estaba muriendo de hambre—tomó aire y lo soltó todo en un suspiro cansado. —La llevé a un hospital para que la atendieran pero ya era muy tarde para ella...me pidió que cuidara a Levi como si fuera mío y falleció—la última palabra sonó forzada y quebrada, a pesar de los años aún le dolía. —Desde entonces he intentado hacer lo mejor por Levi y gracias a tu padre pude encontrar la manera de que se quedara en casa donde yo pudiera estar segura que no le faltara nada y le trataran bien.

El castaño tensó la mandíbula y bufó observando a Levi que aún estaba encogido en su lugar.

—Bien, entiendo cómo es que llegó aquí pero, ¿por qué me ocultaron lo del tatuaje?

—Yo le pedí a la señora Carla que no le dijera nada.

La vocecita de Levi le sacó de sus cavilaciones y lo hizo fijar la vista en él.

— ¿Por qué?

—Porque no quería que usted se decepcionara...—explicó sin levantar la vista. —Parecía tan emocionado por conocer a un omega...además...me hubiera dicho que hiciera lo correcto y renunciara a mi tatuaje, ya le expliqué porque no quiero hacerlo—su mandíbula tembló y su cuerpo entero le siguió. —P-pero si prefiere que lo haga a esperar a mi muerte puedo ir hoy mismo a avisar—dijo conteniendo lo mejor que pudo un hipido y un sollozo.

Carla alzó la vista asustada y vió suplicante a su hijo negando con la cabeza, no quería perder a Levi así, a lo único que le quedaba de la mujer que tanto amaba.

—No...no quiero que renuncies al tatuaje—dijo Eren tranquilizando a los otros presentes. —Es solo...—se quedó callado analizando toda la información que parecía sacada de algún cuento extraño de esos que a su hermana Mikasa le gustaban de niña.

—Eren, por favor...déjalo así—suplicó su madre con la voz quebrada al borde de las lágrimas. —Si Levi renuncia al tatuaje morirá...y no sabemos si por realizar el lazo tú mueras cuando Levi cumpla los treinta años...deseo que los dos vivan.

—Mamá—le interrumpió Eren soltando un jadeo cansado. —Si tuviste que tenernos... ¿Significa que no nos quieres?

Carla negó con las manos deteniendo sus pensamientos, esa era la razón por la que lo había mantenido en secreto.

—No digas eso Eren, ni siquiera lo pienses—rodeó el escritorio y tomó su rostro con ternura entre sus manos. —Yo los amo porque son mis hijos independientemente de mi pasado con tu padre y con Kuschel...desearía que fueran de ella también pero no es así, Grisha también los amó y la mujer que estaba con él también...fue todo un embrollo y un gran engaño hacia el gobierno pero al final nuestro amor hacia ustedes es genuino, son nuestra sangre, ¿cómo podría fingir amor? —preguntó abrazando al alfa que suspiró y correspondió al abrazo.

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