21. IT'S DARYL...

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- ¿Qué? ¿Estás segura?- preguntó Andrea corriendo hacia mí.

- Lo estoy. Él solía hacer eso.- contesté segura de mí misma.- Volvamos. Mañana saldré a ver si encuentro alguna pista más.- Andrea y Abraham asintieron y nos encaminamos hacia la granja. Sin que ellos se diesen cuenta, guardé la hoja en mi mochila. Vi que mi mano sangraba y la miré. Se me había abierto la herida no sé cómo. Busqué algo con lo que vendarme la mano en mi mochila y encontré el trozo de camisa que me arranqué la primera vez que me la vendé. La volví a utilizar y seguí al grupo. Una vez allí, nos sentamos en la mesa, no sin antes darle la madera a Tara, quien nos lo agradeció. Cenamos carne de ardilla y estuvimos hablando y riendo durante todo el rato. Dixon estuvo distante y cuando acabó de cenar, se fue. Los demás nos quedamos hablando un rato más. Después, todos se levantaron y se dirigieron a sus habitaciones. Yo cogí mi arco y salí al porche, donde empecé a contar las flechas que tenía. Aún no se me habían acabado, ya que cada vez que disparaba a algún caminante, la recogía. Justo entonces me acordé de que Morgan me dio flechas incendiarias y explosivas. Nos vendrán bien si volvemos a estar en apuros. Se escuchó un ruido proveniente de justo detrás de mí. Me giré para encarar a quien hubiese salido por la puerta y vi que era Daryl.

- Hey.- le dije sonriente.

- Déjame.- contestó cortante. La sonrisa se me fue de la cara.

- ¿Qué pasa?- le pregunté.

- ¿Qué pasa?- respondió sarcástico- Tú deberías saberlo. Puedo ser estúpido pero no estoy ciego.

- ¿Qué?- dije acercándome a él.

- Vete con Jack y que te lo explique él, de nuevo.- dijo alejándome.

- Daryl, cálmate tío.

- Estoy muy calmado, pero ni se te ocurra acercarte a mí. No debí de hacer caso a Merle...- murmuró antes de volver a entrar en la casa. Yo me quedé allí plantada, sin hacer absolutamente nada. No sabía qué narices le había pasado a Daryl para ponerse así. Negando con la cabeza me dirigí al campo de tiro. Cogí una de las flechas y disparé a unas de las latas que estaban colocadas en la valla. Esta cayó al suelo, provocando un sonido hueco y metálico que resonó en los alrededores, atrayendo a cinco caminantes. Disparé a cada uno de ellos, cada vez con más rabia. Fallé la última flecha, ya que estaba temblando, por lo que cogí mi cuchillo y lo apuñalé varias veces, llorando. De pronto, alguien me tocó el hombro. Yo me giré asustada y poco más y le clavo el cuchillo en la cabeza.

- Hey, tranquila fiera.- al ver que era Abraham bajé el cuchillo.- No sé qué te ha pasado, pero esos caminantes no tenían la culpa.

- Ya, bueno. Lo tenía que pagar con alguien.

- ¿Qué ha pasado? Si no te importa, claro...

- No, no es nada. Simplemente que Daryl se ha enfadado conmigo.

- ¿Daryl? ¿Enfadado? Qué cosa más rara.- dijo con sarcasmo.- ¿Se puede saber por qué?

- No lo tengo muy claro, pero tiene que ver conmigo y con Jack.

- ¡Bah! Se le pasará, no es para tanto.- dijo sentándose en un tronco que había allí tumbado. Yo le imité.

- Es fácil decirlo.

- Mira lo que traigo.- sacó una botella de whisky de su espalda.

- ¿Es en serio? Ahora no, Abraham.

- Venga, que es del 86.

- Abraham...

- Anda, no me hagas el feo. Necesito una compañera. No me la voy a beber entera. Aunque si no hay más remedio...

The End {Daryl Dixon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora