Capítulo 13

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-miren quien regreso – esa voz, que hacía que mis nervios y mis niveles de enfado, crecieran había hablado – Annie Jacob, la que hizo que su novio muriera.

-Deja de molestar...- dije mirándola, no tenía intenciones de pelear, no ahora –...se toda la jodida verdad, es mejor que no sigas buscando peleas innecesarias, en realidad, muy pronto de lo que crees, tendrás bastantes hojas por leer.

Cuando mis padres regresaran de su próximo viaje, y de que mis amigos salieran del centro, empezaríamos con lo legal. Las cosas no se quedarían así.

Si me pidieran que dijera que cambiaria en mi vida, posiblemente dijera que nada, sin las cosas que sucedieron, no estuviera ahora con los amigos que tengo, saben, hay veces que me he puesto a pensar, que tan jodida fue la vida de Eli, para hacer todo lo que hizo.

Ya han pasado dos semanas desde que regrese al instituto, y no tenía ni idea de todo lo que había hecho, pues cada que tenía que ponerme al corriente, me perdía por horas. Y gracias a eso los exámenes que había tenido esta semana habían tenido buenos resultados. El examen de la universidad era dos meses, y debía de esforzarme el doble. Se lo debía a mis padres, Samu y especialmente a mí.

Todo había mejorado en mi jodida vida, a excepción de Elizabeth. Había tenido contacto con mis amigos del centro, Mark seguía a mi lado, y por muy loco que se escuche, Jackson se había vuelto cercano a mi gracias a Mark, habían hecho una buena amistad, y yo había podido tener la dicha de conocer a Jackson, habíamos congeniado de la mejor manera, y aunque esta historia, no tenga nada que ver con Jackson, mi mente y corazón ya estaban puestos en el.

Quería tenerlo más tiempo, y más cerca, después de que todo en mi vida se solucionara. Gracias a los diversos dioses, el planeaba ir a la misma universidad a la que yo quería ir.

Solo deseaba que las cartas jugaran a mi favor.

Y una de ellas era el gran fin de semana que se esperaba. Y como no había tenido la oportunidad de estar o convivir con mis amigos, todo encajaba y todo quedaba a la perfección.

>>Hola, queridos amigos, pasen el fin de semana en mi casa, los extraño<< Fue aquel mensaje que alegraba mi vida, y mis emociones, después de enviarlo al grupo donde estaban los chicos y las chicas. Minutos después les envié la dirección.

Después de todo tenía ganas de divertirme, de vivir la vida que había tenido antes. Pero antes que todo tenía que surtir la despensa para sobrevivir este fin de semana, literalmente ya no había nada, después de que se habían ido mis padres, comí todo lo que quedaba, y era hoy el momento de ser independiente y comprar.

Pasaba por todos los pasillos, con un carrito frente a mí, agarrando diversos productos, y una vez que este estuvo lleno de todo lo esencial de un fin de semana largo y con amigos, me aproxime a la caja para pagar.

Un chico que trabajaba en el lugar, se ofreció ayudarme para poder meter las compras a mi auto, en realidad el chico, no era feo, ni tenía un genio del maldito infierno como los que solían trabajar ahí, cada tres pasos que dábamos, volteaba a verme..

-¿sucede algo? – Dije al fin, después de tantas miradas – Pareciera que eres un acosador – reí, ya que el chico se había puesto nervioso y su cara tomaba un color rojizo.

-Disculpa, es que no puedo creer que seas Annie Jacob... - pauso – en realidad, admiro a tu padre, lo he visto en diversos casos tan serios... - volvió a pausar, sabía que mi padre tenía tantas personas que lo admiraban, era increíblemente bueno en lo que hacía, y hacia que su nombre sonara por todo el mundo

-Oh! Descuida, me da gusto que no seas como los demás empleados, y que tengas una admiración a mi padre.... Este es mi auto –hable señalándolo, el chico paro a un lado mío, mientras yo abría la puerta para ingresar las cosas en el – por tu gran tamaño, podría apostar que estudias la universidad, tienes cara de tener unos ¿veintiuno? –

-Sí, estudio leyes en la universidad en Harvard por ello admito a tu padre – su voz era sincera, y me alegraba tanto.

-¡Wow! Yo aplicare para Harvard, mi padre estudio ahí – en realidad eso haría, y lo haría por mis propios medios, sin necesidad de que mis padres influyeran en ello – ojala, si entro, pueda verte por ahí.

Habían pasado prácticamente quince minutos hablando con Noah, ese era el nombre del chico que me ayudo con las compras, hablando de cosas sin gran importancia, me daba mucho gusto y ojala lo volviera a ver. Quería que conociera a mi padre alguna vez.

Después de ellos, fui a pagar el estacionamiento, para marcharme a casa, al momento de regresar, cuando di la vuelta, choque a una persona, que estaba de espaldas...

-Lo siento... – hable tan rápido como pude, hasta que la persona volteo –... bueno en realidad no Elizabeth – pase a un lado de ella, no estaba dispuesta para tener problemas en un lugar público.

Me tomo del brazo, impidiéndome caminar – tú no te vas, estoy harta de que siempre te salgas con la tuya, y siempre me ganes... - hablaba como si yo fuera su peor pesadilla, sabía que este momento llegaría..

-De acuerdo, ¿donde y cuando? – mi voz era de lo más segura y confiada, Elizabeth era la típica chica frágil, le dejaba el trabajo sucio a otros.. Pero esta vez, estaba siendo tan segura con sus palabras.

-Esta misma noche –soltó de una vez por todas – En la zona este.

La Zona este era el barrio utilizado para diversas cosas, peleas, carreras ilegales, etc...

-De acuerdo- respondí, y de inmediato me fui a casa.

Esto estaba jodido y entre en pánico, quizá ella había estado entrenando o preparándose, para algo así. Tenía pánico, porque sabía que atacaría verbalmente, y eso haría que me cegara por la rabia, y vaya que tenía mucha en mi sistema. Y siempre temía por hacerle algo mas grave a ella, desde pequeña estuve en diversos deportes, y tomando clases de defensa propia, era obligada a ello por mis padres, temían que me pasara algo cuando no estaban.

Solo pedía que no le hiciera mucho daño.

Quería verla sufrir de otra manera.

¿Son Razones Para Vivir? [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora