Capítulo 10

70 9 0
                                    

Hoy era el día mas esperado, al fin salíamos que este lugar, realmente, me da nostalgia el irme al mundo real, y sobre todo me da pánico, por el siempre hecho de que debo de hacer una infinidad de cosas, debía arreglar el caso de Samu, sabía que la culpable era Elizabeth. Me atormentaba ver a su madre llorar cada que iba a su casa, me hacía sentir tan culpable.

Pero ya no.

No más.

Ya solo faltan un par de minutos para tocar las realidad, solo estamos esperando que nos entreguen una serie de hojas, para que podamos seguir con nuestros estudios. Y el pase a nuestra nueva vida.

Una vida nueva, mejorada, y con un futuro excelente.

-Prométanme que seguiremos en contacto – acto seguido de haber dicho eso, a las chicas y el saber que no vivíamos taaan lejos una de la otra, les di un pequeño papel con mi número de teléfono – no me olviden, y por favor, llámenme.

Desafortunadamente, los chicos salían hasta la semana siguiente, y vendría a verlos cuando salieran, quería tener el contacto con ellos y las chicas, habían sido un apoyo para mí, como yo para ellos.

Se me partía el corazón de verlas con sus expresiones de nostalgia, Amy, de un momento a otro tenía su cara empapada de lagrimas, no lo pensé mas y las abrace, lo correspondieron, nos dimos el último abrazo, era la hora de irnos.

...

Estaba a un par de casas, de donde se encontraba la mía, Mark había ido por mí. Y le agradecí, ya que no tendría que regresar en bus, ya que no podía dejar mi auto en rehabilitación. Cuando logre ver el jardín de casa, mi corazón se paralizo, esto era una jodida broma...

-¿lo sabías? – Mi voz se iba perdiendo, ya que estaría en problemas. Mark me miro, sin saber a que me refería.

Su vista se concentro al frente, ya habíamos llegado – demonios, tus padres me mataran – Estaciono su auto detrás del de mis padres, sin apagar el motor.

Para mi jodida suerte, mis padres habían llegado antes, ni siquiera había sido un mes el que estuve en el centro.

Estaba en problemas.

Pero, vaya que me ayudo.

-¿Pretendes que me maten? – le cuestione ya que al parecer no tenía intenciones de bajar y acompañarme, lo mire con incredibilidad.

- No puedo ir, tu padre con tan solo verme me habrá matado – su vista seguía enfrente, y cada vez apretaba sus manos al volante. Estaba demasiado angustiado

-No puedes dejarme sola... - pause, sentía terror en este preciso momento ¿Qué les diría a mis padres? –...Mark, me acompañaras, me la debes.

Acto seguido, apague el motor del auto, quite las llaves, y baje para poder sacar mis cosas del mismo.

-Annie... - volvió a la realidad, dándose cuenta de lo que había hecho de igual manera bajo del auto - ... no me puedes hacer esto....- se aproximo hasta mi para quitarme las llaves de la mano, pero fui más rápida, y abrace su mano, comencé a jalarlo hasta la entrada de mi casa.

Estaba decidida, nos matarían a los dos.

Ya estábamos a unos cuantos pasos para llegar, pero nos congelamos al mismo tiempo que dábamos un salto, y me aferre mas al brazo de Mark...

Mierda

-Annie.... – Mi padre estaba frente a nosotros, cruzado de brazos, mirándonos –...Mark

Estaba enojado.

-Ho...Hola señor Jacob – hablo Mark, su brazo se puso frio, estaba tan asustado como yo.

-¿Mark? – Mi madre apareció, y se quedo alado de mi padre, viéndonos sorprendida y a la vez enojada.

- Hola – volvió a decir el chico a mi lado.

-Pasen, tenemos mucho de qué hablar – Hablo papá, con un tono tan relajado, que hacía que se me pusieran los pelos de punta.

Estaba enojado muy enojado.

Se hizo a un lado, y mamá ahora abrazaba su brazo a lado de él.

-¡No! – Mark hablo, pero sonó a grito – me... refiero a que no puedo en este momento... - pauso buscando una excusa – tengo... tengo cosas que hacer con mamá – estaba tan nervioso por como lo miraba papá con el ceño fruncido – debo...debo irme-

Mi padre estaba al tanto de lo que había sucedido con Mark, y estaba tan molesto con el que no podía verlo, hasta que yo le dijera que todo se había arreglado.

Mi amigo se zafó de mi agarre, mis reflejos fueron más rápidos que mi mente, y ya lo había agarrado su muñeca – No... No me puedes dejar Mark... – hable con tanto nerviosismo – me mataran. Además tengo aun tus llaves, y no creo que quieras caminar bajo este sol.

Mierda. No debí decir esto último.

-Estamos presentes Annie- habló mi madre, si estaba enojada, no solía decirme así, NUNCA.

Mark, movió sus manos para que lo pudiera soltar, y agarro las llaves, pero yo no las solté, y ni lo haría.

-Ann, me tengo que ir – su voz reflejaba nerviosismo. Jalo las llaves de su llavero que tenia, y yo jalaba de la llave.

Estuvimos un par de minutos forcejeando. Si viera la escena desde otro punto, esto era demasiado estúpido pero gracioso. Hasta que sentí un piquete en mí ante brazo izquierdo ambos teníamos la mano derecha a las llaves. El muy perro, me había pellizcado, y solté las llaves para sobarme, el casi cae de espaldas y de igual forma, las soltó.

Error.

Estas salieron volando, y el fue más rápido que yo, las tomo y estaba a punto de correr

-Mark, te vas y juro por la tumba de mi madre, que contare que duermes con tu osito negro desde los tres años – fue lo único que mi boca soltó.

- aun sigo vivo Annie – hablo mama detrás de mí.

-¡Ya basta jovencita! – me asuste al igual que Mark, por la voz de papá, y salió corriendo hacia su auto, y no tardo en arrancar e irse.

Este sería mi fin

-Dios, soy yo de nuevo – dije mirando al cielo, aun tenía mi bolso de la poca ropa que llevaba, y mi otra bolsa de mano, y con lo esencial, en mi mano, y corrí hasta las escaleras.

-¿a dónde crees que vas? – hablo mama, ya estaba a un paso de subir por completo.

-A despedirme de mi habitación.

Todo estaba en mi contra.

Había soltado mi bolsa de mano, trate de tomarla en el aire, pero esta se volteo, y como mi jodida suerte no estaba hoy conmigo, esta estaba abierta, y todo cayo.

Mis padres solo veían la escena, y soltaron una gran carcajada, sentía vergüenza en este momento.

Yo daba vergüenza.

¿Son Razones Para Vivir? [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora