capitulo 11

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No les pasa que la vida, les da momentos llenos de vergüenza, o de tatas cosas demasiado extrañas.

 Después de aquel vergonzoso momento, y ordenar todo el caos de la escalera. Mis padres dejaron que descansara un poco, pero sabía que su regaño sucedería. 

Había revisado mis redes sociales, ya que sabía que me las quitarían mis padres, hasta que se fuera otra vez de viaje. Las cosas en la internet seguían igual, menos algo que tuviera de nombre Elizabeth, había dicho que me había ido del instituto y varios rumores falsos.

No sabía cómo soltar todo aquello que quería decirles a mis padres.

Ya era de noche, y debía comer algo mi estomago gruñía tanto, debía bajar, pero eso implicaba hablar con mis padres.

Y sin pensarlo, ya estaba a mitad de la cocina, buscando algo en el refri, que llenara mi estomago.

-Annie, debemos hablar – Hablaron a mis espaldas, era mamá, papá se encontraba a un lado de ella.

-¿sobre qué? – Hable de tal forma que fuera relajada, sin nerviosismo. Y fingiendo demencia.

- Annie ¡Por dios! Estábamos preocupados por ti, llamamos el día acordado, y no contestabas – Mi padre me veía con cara de querer golpear a alguien. – Llamamos a la señora Miller, preguntando si te había visto y ¿Cuál fue su respuesta? – Me miro, tanto que sentía que podía leer mi mente – Que te habías ido con dos chicos – Paso sus manos por su cabello.

- Yo.... – trague duro, estaba nerviosa – yo estaba en un centro... - Susurre.

Sabía que me regañarían a tal grado, por haber falsificado sus firmas.

Pero en sí, era por mi bien. Pero papá al ser abogado, me daría una gran regañiza, y un castigo tremendo. Que de solo pensarlo me daba escalofríos.

-¡¿Qué?! – Mamá estaba con los nervios de punta – ¿Cómo pudiste? Eres menor de edad - papá me miro con los ojos abiertos y salió de la cocina.

Me diría miles de veces las consecuencias que tendría aquello. Y las consecuencias legales de lo que podía haber sucedido si eso se hubiera filtrado.

Ya sabía que ocurriría después de un par de minutos, cuando papá bajo, traía los papeles que me dieron al salir, me veía con su ceño fruncido, y se los dio a mamá. Al verlos soltó un grito de terror, para después cubrir su boca con su mano.

Estaba JO-DI-DA

¿Son Razones Para Vivir? [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora