No pude evitar detenerme frente al espejo, pero creo que eso fue peor, ya que al observar los moretones que me había creado Tracy sobre mi cuello sumado a la piel punzante por la herida de la esponja me causaba más asco.

-¡Me das asco, idiota!- Le grité a mi reflejo en el espejo mientras lo señalaba con mi dedo índice.

La furia aumentaba cada vez más, no podía resistir más, debía liberar toda la energía que se acumulaba en mí, por eso decidí dejar salirlo. EL reflejo en el espejo empezó a mostrar el cambio de mi piel: los poros ahora lucían como pequeñas luces, poco a poco cada vez, la luz se extendía por todos lados, mi cuerpo desnudo, empezó a brillar mientras yo sentía como si mi piel quemase.

El sonido de los rayos aumentaba mientras mi cuerpo ahora parecía una linterna gigante, todo en mí, estaba brillando, producía una luz quizás molesta para quien no tuviera mis ojos que estaban adaptados a esa cantidad de luz. Cuando ya no soporté más... Grité

-¡TE ODIO!- Grité al reflejo del espejo, justo en el momento exacto en el que lancé un puño contra este, rompiéndolo y a la vez liberé la luz, que se expandió por el lugar como si de una pequeña bomba se tratase.

Mi respiración era entrecortada, mientras todo a mi alrededor se tambaleaba ligeramente por el golpe de luz que recibió, yo pasaba mi vista del espejo partido hacia mi puo ensangrentado y los pocos vidrios que tenía incrustados en mi piel

Desde que recibí mi habilidad para manipular no sólo la energía lumínica si no también la eléctrica, esto me sucede, cada vez que me agobio, la energía se acumula en mí y debo liberarla, puede ser en forma de un rayo o de una onda de luz, pero debo hacerlo.

Decidí tranquilizarme y salir del cuarto de baño mientras extraía los pequeños fragmentos del espejo de mi puño. Al llegar a la cama, tomé una pequeña parte del cobertor y detuve el sangrado al atarla a mi mano. Tras eso simplemente me acosté en mi cama, esperando poder conciliar el sueño, pero como era obvio, no pude hacerlo, muchas preguntas y pláticas conmigo mismo, me atacaron al instante en que cerré los ojos.

¿Por qué decidí tener sexo con Tracy? Oh, claro, ahora lo recuerdo, estaba furioso, estaba enojado tras la discusión que tuvimos hace poco abajo, todos estamos tensionados por el hecho de que han pasado tres meses y aún no hemos podido encontrar al maldito séptimo elemental.

Aún recuerdo hace tres meses cuando Thomas nos habló de este séptimo elemental tras regresar de recuperar a Aaron...

Inicio del flashback

Nos encontrábamos todos juntos, sentados en la sala de estar. Estábamos sucios, con la ropa hecha un lío y algunos rasguños, pero aun así, nuestro rostro tenía plasmada una enorme sonrisa. Finalmente habíamos logrado traer de vuelta a casa a Aaron, sí, habíamos librado una enorme maldición (Aunque en ese momento no había cambiado nada) Pero ya lo resolveríamos como grupo.

-Chicos...- Nos llamó Thomas- Lo siento, pero lo que conozco del séptimo elemental es limitado, realmente incluso el material que habla sobre ustedes los seis elementales principales es casi nulo. Tiene que comprender que ustedes son un poder que no había resurgido desde hace más de un siglo...

-¿Pero conseguiste algo de información, verdad?- Preguntó con ojos curiosos Aaron

-Por supuesto- Habló enérgico Thomas- Aunque es poco...- Dejó un pequeño silencio

-¡Habla, hombre!- Dijo entre risas Luke- Me impacientas.

-Vale, vale- Habló el hombre con una mirada de regaño paternal hacia Luke. Lo que sé es que el séptimo elemental no existe...

Saga Elementos y Sombras III: Fuego UnificadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora