3,6[book01]

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capitulo 36: se ha convertido en mi todo

sasuke

El entrenador dijo que no tenía que practicar esta semana. Aunque, si quería, aún podría jugar el juego. Sabía que me necesitaba, y también sabía que mi papá querría verme jugar. Por lo que lo haría.

Me perdí todas las prácticas anteriores, pero no perdería esta. Mi abuela se encontraba en la casa ahora, así que sabía que mamá no estaba sola. Me daba algo de libertad, pero también me mantenía lejos de casa. No quería a esa mujer ahí. Nunca nos visitó, ni una vez en toda mi vida. Siempre debíamos ir a su casa. Rara vez hablaba con mi padre o lo reconocía.

No sentía nada por ella. Pero mi madre la amaba.

Nadie me preguntó nada cuando entré en el vestuario para ponerme mi equipo. Algunos asintieron, otros me dieron un golpe en la espalda, pero nadie dijo una palabra. Esto era lo que necesitaba. Si no podía tener a Sakura todo el tiempo conmigo, entonces esta era la otra forma en que podía mantener mi cabeza libre de mierda.

Mientras ataba mis tacos, me puse de pie para ver a Naruto caminando hacia mí. Quería respuestas y no se las iba a dar. Lo que le dije esta mañana era suficiente.

—¿Cuánto hace que ha estado hablando contigo? —preguntó en voz baja.

Tomé mi casco y comencé a caminar hacia la puerta. —Hace un tiempo —respondí.

—¿Cuánto es "hace un tiempo"? Desde el hospital... ¿O antes?

—Antes.

Naruto se puso a caminar a mi lado. —Es por eso que te apegaste a ella tan rápido, ¿No? Te ha estado ayudando a lidiar con las cosas. Ha estado ahí para ti.

No respondí. No sabía la respuesta. Quizás por eso me encariñé con ella tan rápidamente. El duelo te cambiaba. Te hacía reaccionar de manera distinta. Pero no quería decir que no quería que Sakura no quisiera hablar conmigo.

¿Pero yo lo habría hecho?

—Probablemente tú entiendes mejor que nadie por lo que ella ha pasado. Si te ha dicho algo, es más de lo que le ha dicho a todos los demás.

Tenía razón. Lo hizo, pero no se lo diría.

—Ella necesita hablar con otras personas —añadió.

No se rendiría. Tenía que acabar con esto. Hasta que Sakura estuviese lista para hablar, no dejaría que nadie la obligara.

Dejé de caminar y lo miré. —No está lista. Es la manera en que lo está manejando. Déjala hacer las cosas a su manera. No dejaré que nadie la presione. Ni siquiera tú —dije. Luego caminé hacia el campo y lo dejé ahí parado.

Era casi media noche cuando Sakura abrió su ventana para que entrara. Tuve práctica hasta tarde, luego fui al risco y me senté ahí por un par de horas. Cuando mamá llamó para que fuera a casa a comer, lo hice. Por ella. Luego mi abuela me preguntó acerca de la universidad, y me fui sin responderle. No estuvo ahí para nosotros, y no tenía derecho de interferir en mi vida ahora.

Llamé a mamá y le dije que fuera a dormir. Le dije que estaría en casa pronto, que me encontraba en casa de Naruto. Era la verdad. Me encontraba en su casa. Solo que no me hallaba aquí por él. Creo que sabía eso, pero no preguntó.

Sakura se encontraba quieta en el medio de su habitación en un par de pantalones de chándal flojos atados a su cintura y una camiseta sin mangas. Su largo cabello se hallaba en un moño en lo alto de su cabeza, y no podría haberse visto más hermosa. La extrañé esta tarde. Siempre lo hacía cuando no se encontraba conmigo.

viernes por la noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora