-No me pasa nada-

-Sé que mientes-

-No me pasa nada ok solo no estoy de humor- salí de la cocina y comencé a subir las escaleras pero una mano me detuvo.

-Kimberly, por favor-

-No tengo nada que decir- dije y me solté de su agarre.

Esto iba a ser una larga noche.

Estuve a punto de entrar a mi habitación pero unos brazos me atajaron y sentí como unos labios suaves se juntaban con los míos, me deje llevar poniendo mis manos en su cuello, me cargó hasta mi habitación y llegó a la aún besándonos.

Deje caer su poloche en el piso, él hizo lo mismo, sus besos bajaron de mi cuello hasta mis senos, sacó uno y se lo metió a la boca.

-AHHH AH- gemí sintiendo el dolor de cómo había mordido la punta de este mientras con el otro jugaba.

Hizo lo otro con el otro y deje salir varios gemidos, llegó a mis labios y con sus dedos comenzó a quitarme mis bragas dejándome desnuda antes sus ojos.

-Eres hermosa Kimberly- lambió su labio inferior -Ahora prepárate para lo mejor-

Abrió mis piernas dejando mi feminidad a su vista, sin aviso metió dos de sus dedos y comenzó a dar círculos en mi, poco a poco mis gemidos cambiaban de un tono menor a mayor, entró el tercer dedo y mordí mi labio esta vez comencé a halar su pelo. Gemido tras gemido.

-Ahhh Carlo .... Ahh ya po-por favor- dije con los ojos cerrados-

-Córrete para mí- dijo y de inmediato puso su lengua en mi feminidad y comenzó a jugar haciéndome sufrir. Puse mi mano en su cabello y de vez en cuando comenzaba a jalar.

Sentía como algo dentro de mí estaba logrando que llegara al orgasmo y poco a poco esto iba creciendo y creciendo igual que mis gemidos. Puso una mano en mi seno y lo jaló con fuerza.

-Carlo, me voy a-a correr... No puedo más- dije y así fue, deje salir pequeños gemidos y sentí como la lengua de Carlo absorbía mi líquido.

-Sabes riquísima- dijo y se acercó hacia mí y comenzó a besarme rápido, se quitó sus pantalones y buscó un preservativo en un cajón y se lo puso.

Comenzó a pasar la punta en mi feminidad, lo entraba y lo sacaba, lo entraba y lo sacaba pero solo la punta.

-Quiero que lo digas-

Mordí mi labio inferior mientras ponía mi espalda en forma de arco.

-Se que quieres que lo haga nena- y comenzó a hacer círculos pero aún sin entrarlo completamente.

-Hazlo Carlo-

-No te escucho- dijo y esta vez comenzó a hacer círculos.

-Follame Carlo, hazlo ahora, has los que quieras pero hazlo ahora- dije y lo entró.

Movimientos lentos.

Lo entraba y lo sacaba, lo entraba y lo sacaba.

Gemidos agudos pero bajos.

-Di mi nombre- dijo

-Carlo- dije

-Más alto- y comenzó a subir de nivel.

-Carlo, por ... Ahhhh favor- dije retorciéndome.

-Dilo-

-CARLO AHHHH- dije lo bastante fuerte.

Movimientos rápidos y más rápidos, puse mis uñas en su espalda las cuales le dejarían la espalda roja. Estábamos llegando al orgasmo poco a poco, las embestidas eran más y más rápidas y los gemidos más y más altos.

La cama chocaba con la pared, entonces ..... Gemidos + Nombres a gritos + Sonidos de la cama contra la pared = ?

Agradecí mentalmente que la cabaña estaba lejos de las otras.

-Ya-a casi- dijo Carlo.

-AHHHH AHH Carloooo- habíamos llegado al orgasmo con éxito. Nos quedamos en la misma posición por unos minutos. Luego Carlo salió de mí, cogio la sabana y se acostó a mi lado.

-Te quiero Kimberly- dijo y me dio un beso en la frente.

Me di vuelta hacia el -yo te quiero más- dije y quedé rendida hasta el día siguiente.

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Fui abriendo los ojos poco a poco, sentía con alguien dejaba uno besos en mi cara.

-Buenos días dormilona- dijo y apretó mi culo. Me escondí en su pecho con una sonrisa.

Estaba en la misma posición de ayer, el me tenía rodeada con sus brazos y los dos estabas desnudos.

Decidí darle unos besos de buenos días mientras me movía y quedaba encima de su estómago.

-Tengo hambre- dije pasando mi mano por mi estómago.

-Alístate, mientras yo iré a preparar el desayuno- dijo

-¿Vamos a algún lugar?-

-Solo lleva contigo un buen traje de baño- dijo y se paro de la cama.

Caminé dirección hacia el baño pero me detuve al ver el espejo largo que estaba en la pared de la habitación. Sentí con mis mejilla comenzaban a ponerse de color rosadas, estaba desnuda y no lo recordaba.

-No sé de qué te avergüenzas- me dio un beso en la mejilla -si ya he visto TODO de ti- dijo resaltando la palabra TODO. Lo miré y este tenía sólo los bóxers mientras que yo no tenía nada.

Vi como salía de la habitación dejándome sola. Entré a la ducha y me di una buen baño, cepillé mis dientes y peiné un poco mi cabello.

Me puse mi traje de baño color negro de dos piezas, unos shorts cortos de mezclilla y una blusa sin mangas que dejaba ver mi estomago y unas sandalias. Solo me puse algo de rímel y deje mi cabello suelto.

Bajé las escaleras rumbo a la cocina donde encontré a Carlo cocinando huevos con tocino, me senté y espere a que el mismo se diera cuenta de mi presencia.

Mi doctor favorito.Where stories live. Discover now