Capítulo 18

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Duermo plácidamente, hasta que siento un camino de besos húmedos recorriendo cada parte de mi rostro. Abro los ojos lentamente, encontrándome con los ojos color miel de Dylan a pocos centímetros, él sonríe con los labios juntos, contagiándome inevitablemente.

—¿Qué haces?

—Llenarte de besos.

Yo sonrío.

—¿Y a qué se debe eso?

—A que eres preciosa incluso cuando duermes, y no me puedo resistir.

Me coloco de lado sobre la cama, sosteniendo mi cabeza con mi mano mientras lo veo frente a frente, ninguno dice nada, pero él acuna mi cara con su mano y me da un fugaz beso en los labios.

—Por lo que veo eres bastante romántico después de despertar —le digo, con una pequeña sonrisa en los labios.

—Pues claro, ¿si no cómo voy a lograr que me des comida después?

Lo fulmino con la mirada antes de tomar un cojín de mi cama y golpearlo un par de veces. Él cae sobre su espalda, soltando sonoras carcajadas en respuesta.

—Acabas de bajar de categoría con ese comentario, machista —digo soltando el cojín, dispuesta a levantarme de la cama en cuanto él me toma con ambos brazos y me detiene, atrayéndome nuevamente hacia el colchón.

Dylan me sostiene, con mi espalda en su abdomen mientras me besa varias veces en el cuello, haciéndome cosquillas.

—Sabes que bromeo, Kat, aunque no estaría mal de todos modos —él dice, mientras yo tomo uno de sus brazos y lo muerdo.

—¡Hey! no muerdas, salvajita.

Río suavemente, antes de que el silencio nos acompañe nuevamente.

—Hey, Kat.

Volteo a mirarlo en cuanto él pronuncia mi nombre. Su sonrisa se ha desvanecido y de cierto modo eso me llena de preocupación, sin embargo, pretendo que no es así.

—Dime.

Él titubea un instante, mientras se rasca la nuca.

—Es que... Te dije que me gustabas, incluso que te quiero, pero tú nunca has dicho nada.

Lo que dice me desconcierta por un segundo. No me había dado cuenta, pero él tiene razón, jamás he dicho nada al respecto y simplemente me he dejado llevar por este juego sin fin.

Trago en seco, antes de aclararme la garganta y mirarlo a los ojos nuevamente.

Pensé que era obvio —respondo con sinceridad, un tanto insegura de decirle lo que quiere escuchar, pero la mirada de decepción en sus ojos me hace sentir culpabilidad.

—No, es decir, sí, pero tal vez estaría bien... Ya sabes, escucharlo —él responde, el tono de su voz disminuye y entonces sé que no he respondido correctamente.

Suspiro, y finalmente levanto mi mano para dejar una pequeña caricia en su mejilla.

—Yo también te quiero, Dylan. Tal vez más de lo que debería, pero no he podido evitarlo ni un instante.

Él sonríe suavemente, el brillo que ahora poseen sus ojos me hace saber que está satisfecho con mi respuesta. Toma nuevamente mi rostro entre sus manos, besándome por un par de segundos y erizando mi piel.

Al separarnos, sonrío levemente, pero tomo valor para decir lo que tiene un buen rato en mi mente.

—Dylan, ¿Qué va a pasar con nosotros?

Él me mira a los ojos, desconcertado por mi pregunta. Los nervios me invaden, temo nuevamente que me diga que él y yo sólo somos amigos con derecho, o algo por el estilo. Que Britt es la mujer de su vida, y eso nada ni nadie lo va a cambiar.

—Bueno, Kat, quiero estar contigo, pero necesitaré algo de tiempo para arreglarlo todo.

Su respuesta me satisface, mas no por completo. Sin embargo, es mejor que escuchar que no quiere nada serio, asi que sonrío.

—Está bien —contesto insegura, él sonríe.

Me levanto de la cama, enrollando la sábana alrededor de mi cuerpo.

—¿A dónde vas? —él pregunta, aún desde el colchón.

—A darme una ducha, obviamente —contesto, haciéndome paso hasta mi baño.

—¿Qué tal si hacemos una segunda ronda?

Me paro en seco ante su comentario, volteando y mirándolo mientras sonríe de manera maliciosa. Enarco una ceja, y luego río irónicamente.

—Yo creo que no —contesto de nuevo, volviendo a caminar.

—¡Aunque sea quítate la sábana, no me molesta! —él grita, cuando ya entro al baño.

Río para mí misma, me quito la sábana y me asomo por el marco de la puerta, sin dejar que mi cuerpo se vea y le lanzo la sábana, haciéndolo resoplar.

Me meto en la ducha, sin parar de sonreír mientras el agua corre por mi cuerpo. No sé qué tiene Dylan, o qué estamos haciendo, pero no puedo evitar sentirme feliz al haber escuchado que él me quiere. Luego de un par de minutos, salgo ya vestida y lo consigo también vestido revisando su celular, mientras está sentado en mi cama.

Aclaro mi garganta, él levanta la vista y me sonríe luego de volver a tierra.

—¿Te escribe Britt? —escupo sin pensar, al darme cuenta de lo que acabo de decir me abofeteo mentalmente. Acabo de sonar como una celópata empedernida, cuando su novia es ella y no yo.

Dylan me mira por unos segundos, sonríe de lado y se guarda el celular en el bolsillo antes de levantarse, caminar hasta mí y besar mi frente.

—¿Qué te parece si comemos algo? —él pregunta sereno intentando cambiar el tema, le agradezco el hecho de haber ignorado mi falta de conciencia.

Asiento antes de sonreír.

—¿Aquí o fuera?

Él sonríe, abrazándome.

—Creo que hoy quiero probar qué tal cocinas.

(...)

Cocino un poco de pasta en la cocina, Dylan está sentado en el comedor, sin parar de hablar.

—¿Qué prefieres? ¿Perderte conmigo en el desierto o casarte con Thomas?

Río para mí misma, y volteo a mirarlo.

—Casarme con Thomas.

La sonrisa de Dylan se desvanece, antes de fruncir el ceño y hacer gesto de ofensa.

—¿Perdón?

—Es en serio, si me pierdo contigo en el desierto probablemente me dejarías morir y luego me comerías —contesto, cruzándome de brazos en cuanto él bufa.

—Kat, por favor. ¿Acaso te has visto? tu cantidad de carne no me serviría ni siquiera de aperitivo.

Abro la boca ofendida.

—¿Disculpa?

—A menos que hablemos de tus...

—¡Ew! ¡Shh! —le interrumpo, riendo fuertemente.

Él alza las manos en el aire.

—Sabes que tengo razón.

Yo niego con la cabeza, mientras sirvo comida en ambos platos y me siento frente a él.

—No eres más que un morboso.

Él no responde, está muy ocupado devorando todo a su paso, lo cual me hace reír suavemente.

—¿Está bueno?

Él asiente, limpiándose la boca con una servilleta.

—Desde ahora eres mi nueva persona favorita.

Remains Of Your Love |Dylan O'Brien| Where stories live. Discover now