Capítulo 9

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Pasada la media noche, el alcohol empieza a hacerse notar en el organismo de todos. A pesar de sentir un leve mareo, estoy perfectamente consciente, lo único que el poco alcohol que he consumido ha logrado hacer hasta ahora es calmar un poco mi incomodidad. Will me toma de la mano y me lleva hasta el centro del salón, con intenciones de bailar. Le sigo la corriente, bailando un par de canciones con él, Thomas, Ki y Kaya alrededor. Afortunadamente para mí, Will es bastante respetuoso y no hace mas que colocar una de sus manos a un lado de mi cintura, sin estar demasiado cerca. Reímos, conversamos y bailamos, y la estoy pasando muy bien.

Dylan aparece poco después con un vaso con líquido fluorescente, llamando la atención de Ki-Hong quien corre hacia él.

—¿Qué es eso? —Ki pregunta en tono elevado, Dylan sonríe.

—Mezclé varios licores.

—¡Déjame probar!

Dylan sonríe y le pasa el vaso a Ki-Hong, el cual le da un gran trago. Ambos beben y beben, y de cierto modo comienza a preocuparme que terminen inconscientes con tanto alcohol.

Will y yo continuamos bailando, pero luego Dylan se acerca a ambos.

—¿Puedo? —él pregunta, Will asiente con una sonrisa y se mueve antes de empezar a bailar con Kaya y Thomas.

La presencia de Dylan me pone nerviosa, sin embargo él simplemente sonríe con los labios juntos. Se acerca, me toma por la cintura y me acerca más a él, provocando que mi pulso se acelere y sienta su respiración cálida y alcoholizada sobre mi mejilla. Decido no hacer muy evidente mi incomodidad, y le sigo el paso mientras ambos movemos la cintura con lentitud, estando cerca, muy cerca.

Ninguno dice nada, pero si mi cuerpo pudiese hablar con palabras seguramente sería más ruidoso que toda la música. El tiempo pasa, y Dylan parece no querer detenerse, con la mano retira mi cabello de mi hombro, y entonces sonríe. Mis sentidos se agudizan y de pronto decido que será mejor que me vaya.

Lo miro a los ojos un segundo, él me sonríe. Me acerco a su oído y le susurro.

—Me voy a ir ya a mi habitación, estoy muy cansada.

Él tarda unos segundos, pero finalmente asiente, y aunque sonríe delicadamente puedo notar una pizca de desilusión en su rostro. Se separa de mí y me deja libre para poderme despedir de cada uno de ellos. Les sonrío, me despido con la mano y me alejo del lugar rumbo a mi habitación. Al entrar, suelto un suspiro bastante fuerte, me coloco la mano sobre la frente y luego decido cambiarme y lavarme la cara. Miles de pensamientos me vienen a la cabeza, el hecho de haberme sentido así junto a Dylan es algo completamente fuera de contexto, incoherente, no tiene razón de ser. Decido pensar que probablemente sea por el alcohol, y me recuesto sobre mi cama antes de lograr conciliar el sueño.

(...)

Un golpeteo repetitivo me trae de vuelta a la tierra, despertándome y haciéndome levantar de la cama. Reviso el reloj, son las cuatro de la mañana, gruño y frunzo el ceño antes de encender la luz y avanzar hasta la puerta. Al abrirla, me consigo con Dylan.

—¿Dylan? ¿Qué sucede?

Él suelta una risilla.

—Dylan, estás ebrio, ve a dormir.

Me cruzo de brazos frente a él, quien vuelve a reír.

—Me encantaría, Kat, pero perdí la llave de mi habitación.

Su lengua se enreda al hablar, me cubro la cara con una mano y suspiro antes de asomarme y cerciorarme de que no hay nadie en el pasillo, cuando estoy segura, tomo a Dylan del brazo y lo hago entrar antes de cerrar la puerta.

Remains Of Your Love |Dylan O'Brien| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora