Capítulo nueve

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Capítulo 09:

La luz del reflector se concentraba en el escenario, justo en el punto medio donde las modelos se detendrían, saludarían con coquetería, se darían una vuelta y volverían tras bambalinas con paso premeditado y sensual. La utilería estaba casi puesta y los empleados estaban haciendo maravillas con el ambiente. Me había dirigido y concentrado en que el tema del desfile fuera de la galaxia. Siguiendo esta eventualidad, colocaron por todos lados estrellas colgantes del techo, las paredes totalmente negras, iluminación blanca y nada de colores llamativos. Lo que quizá costo un poco más de trabajo, fueron los planetas y las elipses que lo forman con un centro como sol. Ese arreglo estaba en medio del lugar, por supuesto que también colgaba como las estrellas. El sol, el centro absoluto del escenario, desprendía una única luz diferente a la demás iluminación; el color era un amarillento. La sorpresa se la llevarían los asistentes cuando al final de los lanzamientos de mi amada colección, el sol sería eclipsado por la Luna, reflejando una luz plata y muy encarecedora como miles de flashes lanzándose al mismo tiempo. Esa será mi señal para entrar y agradecer la asistencia de los cientos de invitados.

No sería yo si mi entrada fuera absurda y fofa, por ello ya tenía mi vestuario listo y ensayaba mi caminado. Entraría como las grandes y me despediría de la misma forma. Todo lo tenía calculado: los minutos que las modelos tardarían en desfilar, los pasos que darían, el tiempo que tardarían cambiando su vestuario. Nada podría salir mal. Mucho menos ahora que me lanzaría con mi primer desfile, ya que mi marca de ropa poco a poco iba ganando fuerza y estaba en boca de muchas. Esa fue el motivo que me propulso a hacerlo.

Ahora en mi diccionario no había la cavidad de una palabra: nervios. No sabía cuál era el significado y no me importaba. Estaba segura que mi desfile encantaría a todos y esto me daría el pase para la semana de la moda en parís, donde podría ser participe para codearme con los mejores diseñadores del mundo.

Hace un año que había visitado tierras de la moda, viaje que hice con Max por sorpresa de él como regalo de aniversario, y ahí me prometí a mí misma volver y exponer todos mis diseños.

El visitar Paris fue lo mejor de año. Fue un sueño que se convirtió en realidad gracias a mi amado novio.

Ahora que estoy a un paso de convertirme en una diseñadora que trabaja a nivel mundial con ayuda de empresas departamentales que creyeron en mí para poner mis diseños en sus tiendas, estoy más confiada en mí y en lo que puedo crear con mis locas ideas.

Creo que a cada persona le falta un impulso, ese impulso que te da el saber que no estás solo y que muchas personas alrededor están ahí para verte como subes a la cima porque lo mereces. Yo necesitaba ese impulso.

El desfile además de hacer la función de presentarme a lo grande, también beneficiaria a la asociación en la que favorezco en ayuda con la gente con cáncer. No colaboro con grandes cantidades de dinero cada mensualidad, pero un porciento de mis ganancias en mi tienda son dirigidas al hospital para la ayuda a ellos. Comencé a hacer esta donación benéfica poco después de que mi abuela Dolor muriera, en esos entonces estaba en el primer año de universidad y no contaba con un salario abundante, pero sacaba un poco de mi trabajo de clases de tutoría a chicos de secundaria. Desde la muerte de Dolor me nació el espíritu caritativo.

Cuando iba a visitar a mi abuelita recuerdo a todas esas personas postradas en una cama que no tenía la posibilidad de atender todas sus necesidades, por eso me interesé en darles algo de dinero en ayuda. No puedo cambiar el mundo con esas donaciones, pero al menos cambio su pequeño mundo personal.

Los últimos días de vida de mi Dolor fueron vividos en su hogar. Ella se negó a estar pegada en un hospital y mucho menos quería alargar su estancia con nosotros, siempre alegaba que la dejaremos en paz y fuéramos a hacer nuestras propias vidas mientras ella se las arreglaba para conseguir su camino al cielo. Esas argumentaciones no le sirvieron de nada, porque siempre que recaía mis tíos la tenían en una ambulancia camino al hospital más alejado del cielo.

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⏰ Last updated: Apr 23, 2016 ⏰

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