0.7

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Justin;


Mi mente estaba en blanco, no quería pensar en Wren, no quería pensar en que diría mi mamá, no quería pensar en las consecuencias que llevaría esto, no quería pensar si estaba mal, o si me sentiría vacío cuando ella se separará de mí, no quería pensar en nada, solo en los labios de Skinnie, los labios que tanto necesité, que tantos días y noches en los que los necesité se convertían en nada, solo por este pequeño instante de felicidad momentánea. Millones de canciones llenas de emociones se cruzaron por mi cabeza, y sentí que mi cuerpo temblaba pero a pesar de eso, tomé su cintura con mis manos sudorosas y la pegué más a mí, luego las subí hasta su espalda, sintiendola conmigo, sintiendola aquí, y que nunca se iría, aunque no fuera verdad.

Pero me quería aferrar a esa pequeña esperanza.

Ella reaccionó segundos después, besandome con necesidad y fiereza, pusó sus manos sobre mi cabello, tirando de él suavemente, haciéndome suspirar sobre sus labios, su cuerpo estaba tan cerca del mío. Skinnie estaba de puntitas, cuando lo noté la levanté para que quedara a mi altura.

Devoramos los labios del otro hasta que tuvimos que separarnos por falta de aire, y en ese momento, al mirarla a los ojos, al ver esos ojos verdes ligeramente cristalizados, brillando bajo las pocas luces color violeta, y me acerqué, abrazándola fuertemente, poniendo mi rostro en su hombro, sintiendo su aroma y sudor, allí fue cuando me di cuenta que aun seguía enamorado.

Nos separamos.

"¡Yo aun...!" Me interrumpió moviendo su mano.

"¡No puedo, lo siento!" Gritó mientras lágrimas rodaban por sus ojos.

Y se alejó de mí, corriendo hacia la salida, quise seguirla, y fui detrás de ella esquivando a las personas bailando a mí alrededor, pero cuando salí, ya ella había tomado un taxi y este se alejaba a toda velocidad. Ahora sí la he cagado, Skinnie no querrá hablarme nunca más.

Pero es que no podía resistirme a sus labios, a esos pequeños labios rojizos y sonrientes con nerviosismo, sus ojos verdes cristalizados derritiendo mi interior y su cuerpo delgado cerca del mío, necesitaba sentirla conmigo, necesitaba darme cuenta que realmente no la he superado. Y ahora lo puedo admitir aun estoy locamente enamorado de esa chica, de la misma de siempre, esa niña alta y delgada, la que solía cortarse el cabello a escondidas para mantenerlo como un hombre, la que usaba camisetas gigantes y pantalones rasgados, botas grandes que no solían usar las niñas de su edad, pero en ella se veía simplemente precioso.

Suspiré poniéndome en cuclillas, allí mismo, fuera de ese club, con el viento golpeándome fuertemente, esas personas a mi alrededor, drogadas o vomitando de la ebriedad, preguntándome si debía ir tras ella o volver con la chica con la cual tengo un futuro y ahora mismo está enojada conmigo.

Así que tomé un taxi a casa.



Abrí los ojos cuando sentí que alguien me golpeó con algo en la cara, di una vuelta somnoliento, y caí al suelo, golpeándome la cara, una noche en el sofá no fue una gran idea, miré a los lados hasta que pude observar a mamá frente a mí, con un pañuelo de cocina en sus manos, volvió a golpearme en la cara con él y me levanté, allí fue cuando me di cuenta que estaba enojada.

"¿Qué pasa? ¿Por qué me golpeas?" Pregunté sentándome en el sofá, y mirándola fijamente.

Ella frunció el ceño. "Eso es por ser un idiota, yo no te crié para que te comportarás de esa manera" Volvió a golpearme en la cara.

"Ya basta, mujer" Me pasé las manos por la cara.

"¿Dónde estuviste ayer?"

"¿No crees que soy lo suficientemente grande para salir sin pedirte permiso?" Me levanté aún medio dormido.

Me golpeó nuevamente. "Sigo siendo tu madre, así que dime dónde demonios estabas"

"Deja de interrogarme" Levantó el pañuelo, a pesar de que sea una mujer pequeña y delgada sigue siendo mi madre, la mujer que puede abofetearme, y a eso le temo. "De acuerdo, de acuerdo, con Hobbie, solo no me golpees, por favor" Me cubrí el rostro.

"¿Y Hobbie es más importante que tu novia?"

Me crucé de brazos. "Parece que la quisieras mas a ella que a mí" La señalé. "Y es así"

"Solo quiero que aprendas a tomar responsabilidades"

Caminé hacia las escaleras. "Solo déjame respirar un poco, mamá, tú y yo no nos comportamos de esta manera" Comencé a subir.

"Mirame"

Giré y la miré.

"Cuida a esa chica, es una de las buenas" Señaló arriba. "Y vístete, tu padre y tus hermanos vendrán de visita para conocer a Wren"

Asentí y subí las escaleras hacia mi habitación, suspiré y entré, Wren no estaba, así que miré a los lados pero al instante ella salió del baño con solo unos shorts cortos y una camiseta que antes solía ser mía pero que un día la dejé en su habitación, entonces nunca más volví a usarla. Ella se cruzó de brazos frente a mí, ni siquiera podía mirarla a los ojos sin pensar que acabo de traicionarla.

"¿Tienes algo que decir, Bieber?" Preguntó enarcando una ceja.

"Solo llamame Justin" Susurré, realmente esta habitación me recordaba a Skinnie y que me dijera por mi apellido me hacía pensar más en ella.

"¿Solo dirás eso?" Dio media vuelta.

"De acuerdo, lo siento, ¿Si? Lamento haberte tratado como lo hice y es solo que he estado muy estresado estos últimos días, realmente quiero pasar unas bonitas vacaciones contigo, no me gusta pelear" Le tomé el brazo e hice que volteara.

Se acercó a mí. "Tampoco me gusta discutir, y tal vez actúe un tanto celosa, pero es solo que no quiero perderte" Pegó su cuerpo al mío.

Besé sus labios, recordando que la he traicionado, que Skinnie me hizo sentir de una maravillosa manera al hacerlo anoche, quería sentarme a pensarlo, quería solo arrojarme al suelo y llorar, golpear algo con fuerza y luego irme de aquí a un lugar en donde nada malo pase.

Y en este momento me sentí como el chico tonto que solía ser cuando tenía diecisiete.

"Tu papá vendrá, y conoceré a tus hermanos menores" Me besó. "Estoy emocionada por conocerlos, ¿Cuantos años tienen tus hermanitos?"

"Dieciséis y quince pero cuando los conozcas no estarás tan emocionada por verlos de nuevo" Sonreí y ella también lo hizo de vuelta.

La abracé, poniendo su cara en mi pecho y rodeando su cintura con mi brazo, besé su frente, sintiendo como el calor de su piel traspasaba a la mía y me sentía menos frío.

"No quiero perderte" Murmuró aun sobre mi pecho. 

"Eso no pasará nunca"

Suspiré, destruí los pocos pedazos que quedaban de mí, al hacer promesas que tal vez luego romperé, ¿Cómo es posible destrozar todo lo que toco?




Estoy de vuelta, me tarde tanto, pero mejor tarde que nunca.

Wild Soul ➳ Justin Bieber #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora