Fue así como pasó...

¿Eduardo?

-Niños, ¿están despiertos?- Sentí que alguien jalaba mi brazo.

-¿Mamá?

-Sí, sí... Soy yo. Hija, tú sabes que yo apruebo tu relación, pero tampoco dejen la sala tan desordenada.

Apoyé una mano sobre el pecho de Spencer, que aún seguí dormido, para levantarme. Mamá tenía razón, el pop corn estaba regado en el piso, las película ya estaba por los créditos y nuestro zapatos estaban sobre la mesa de noche. Desastre que después yo limpiaré- ¿Señora White?- Abrió los ojos el bello durmiente.

-Ex White... Dime Clarissa, por favor -Aún podía sentir el dolor en sus palabras. 

-Perdón por esto, ahora lo limpiamos.

Mi mamá subió al segundo piso de la casa, y Spencer y yo nos levantamos para limpiar. Primero recogiendo todo lo que estaba en el piso y después barriendo los restos del comida -¿Has hablado con Eduardo en estos días?

Cierto...Después de nuestra pelea, no respondí  ninguno de sus mensajes. A pesar de que no me gustó cómo actuó, aún me duele haberme separado así de él... Fue mi mejor amigo durante muchos años, lo sigue siendo supongo. Además, desde que tengo memoria, estuve enamorada. Si volviera a hablarle, las cosas no serían las mismas -No, no desde la pelea. 

-Espero que no se vuelva a acercar a ti, ese día te habló muy mal. Ahora eres mi novia y no voy a permitir que te falte el respeto así. 

Respondí a su bello comentario con un largo, muy largo, beso... -Principito.

-Miley, hay algo que debo decirte... -Su tono de voz cambió por completo- Me iré del país por un tiempo.

-¿Qué?- Me quedé medio estúpida por lo que dijo.

-Tengo que viajar a Alemania con mis abuela, allí vive un tío y vamos a visitarlo porque no se encuentra bien de salud. Solo será una semana... 

-¿Has pedido permiso al colegio?- Mi pregunta, ganadora a la más tonta del año. 

-Sí, hace una semana que lo pidieron mis padres. Ellos siguen en Perú, al parecer se enamoraron de la comida... No me sorprende.

-Bueno, si tienes que irte, no veo el problema. Para eso existe Skipe, podremos hablar algunas noches. 

-¿Noches?- Levantó ambas cejas con una gran sonrisa en la rostro.

-Eres un cochino. Mejor hablamos a las seis de la mañana...-Ambos reímos a la vez. 

-Ya me voy, mañana sale mi vuelo y no he alistado nada.

-Está bien. 

-¿No me vas a dar un besito de despedida? -Hizo un puchero, que se veía tan tierno.

-Claro que sí... -Me acerqué para darle un beso, pero el fue más rápido, para tomarme de la cintura e inclinarme hacia un lado como en las películas. Solté un chillido por la rapidez; sin embargo, igual me gustó. Fue un beso lleno de emociones...

-Ahora sí me voy, te quiero.

-Yo igual, adiós- Tomó su chaqueta y se fue. 

Está sería la semana más difícil de mi vida. Justo mi mamá bajó las escaleras

-Mamá, ¿estás bien? -Ya habían pasado tres días desde que mi papá se fue de la casa.

-Sí, sí. Hija, debes saber que yo te amo por sobre todas las cosas... -Otro chillido salió disparado de su boca.

-Yo lo sé mamá. ¿Qué está pasando... -Antes de que terminara mi oración, me abrazó muy fuerte. Una parte de mí, se quebró. 

-Mañana una asistenta social vendrá a verte porque estamos empezando el proceso de divorcio. Pero hay algo que no me parece justo... Tu padre está pidiendo tu custodia.

-¿Qué...? No, no, no, no. Mamá, yo no pienso irme a vivir con él. No te voy a dejar sola, te necesito más a ti, que a él. 

-Yo lo sé, pero lamentablemente así es la ley. Mañana quiero que regreses temprano a casa, estarán acá a las cinco en punto. No se te ocurra salir con Spencer mañana, y que no venga.

-No te preocupes, él está de viaje. En 4 días vuelve a Madrid...

-Bueno, eso es lo que quería decirte. Anda a dormir, que mañana será un día agotador.

-Buenas Noches -¿Cómo se le ocurre pedir mi custodia? Fue él, quien causó todo este sufrimiento. No me iría, así me ofreciera un auto. 

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-Miley, ¿Dónde está tu noviecito? Seguro ya te dejo... -Ni bien llegué a la escuela, este tipo de comentarios, acompañados de risas sarcásticas, me persiguieron durante todo el día. Nadie entendía: "se fue de viaje". NADIE. Por lo menos, solo quedaba una clase más para que acabe el día: Cálculo. Me divertiré con los números. Entres mi vagos pensamientos, apareció la Miss. Lewndintop (me tomó cuatro días aprender a decir su apellido). Una profesora tan bajita, que con las justas se le podía ver desde el fondo del salón. 

-Buenos Días alumnos, espero que estén listos para las cuadráticas. Pero antes de empezar con la maravillosa clase, quiero que reciban de la mejor manera a nuevo alumno de intercambio: Eduardo Levi. 

EDUARDO LEVI. EDUARDO LEVI. EDUARDO LEVI. Su nombre se repetía como eco en mi cabeza. 

Un guapo y muy fornido chico de cabello negro apareció por la puerta. Llevaba puesto unos shorts plancos, polo azul oscuro y unas converse negras. Lo único nuevo eran los lentes de medida, que en él se veían perfectos. ¿Qué  demonios tengo en la boca? Creo que estaba babeando.

-No sea tímido señor Levi, pasé y siéntese con la señorita White. Justo su compañerito Spencer faltó hoy a la clases. Ella será su compañera por hoy. 

Eduardo sonrió de oreja a oreja al verme y se sentó a mi costado. Yo seguía como estúpida viendo mi libro: Esto es demasiado para mí. Demasiado para una pobre chica de dieciséis años que aún habla con su gato. 

-¿No vas a hablarme?- Levantó su lápiz acariciando mi cabello.

-¿Qué haces aquí?- No podía mirarlo a los ojos, así que la montura de sus lentes fue un gran señuelo. 

-No me cambié de país, ciudad, escuela y casa para que sea lo primero que me digas. Vine a verte, a estar contigo. Es como una sorpresa.

No me gustan las sorpresa. Felizmente eso lo dije en mi mente. ¿Qué le diría a Spencer ahora?

¡Bienvenido a casa! Oye, por si acaso, mi mejor amigo (ex- casi novio) vino a estudiar a la misma escuela que nosotros. 

Noup. Eso no sonaba nada bien.  ¡¡Houston, tenemos un problema!!

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Esto es increíble... Llegamos a las 724 leídas. Al ver ese número, lagrimas cayeron. Enserio...No puedo creerlo. MUCHÍSIMAS GRACIAS. 

Dedico este capítulo: A la chica más hermosa del mundo (China de SAYUVA) <3