Capitulo 11

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Le subió bien el bóxer y el short deportivo colegial. Él le ayudo a Sasuke subiéndole el bóxer y después el pantalón.
Sasuke lo levantó del escritorio y lo colocó suavemente de pie frente a él, luego lo besó con ternura. Y él gustoso le correspondió el beso echando los brazos alrededor de su cuello, colocándose de puntitas para profundizará mas el beso.
Sus lenguas se encontraron en ese territorio ya familiar y se besaron lentamente, seduciéndose uno con el otro. Al separarse, Sasuke sonrió y le plantó un beso fugaz en la frente.

—Has hecho de este sexo algo fantástico. Siempre he deseado besarte pero hoy conseguí algo más. Gracias por todo, cariño.—susurró y acarició su nariz con la suya.—quiero que vengas a mi casa conmigo ahora.

Naruto pestañeo varias veces. Pensó que solo se trataba de una broma y que no hablaba en serio, pero su cara decía todo lo contrario. Lo miraba esperanzado, con la cara iluminada y los ojos llenos de ternura. Oh ese era un Sasuke entusiasmado. Con ganas de juguetear un rato. Lo miró, tratando de ocultar su sonrisa mientras su sonrisa mientras se mordía el labio. Pero se le hizo imposible.

—No creo que eso sea posible. Mamá no sabe que me quedé más tarde en la escuela y se puede preocupar.

—¿No la puedes llamar o mandar un mensaje de texto para avisarle que llegarás tarde?

—¿Cuál excusa pongo?

—Dile que te quedaste con alguna amiga en su casa, ¿Tal vez?

—Señor director, ¿Me está pidiendo que le mienta a mi propia madre?

Los labios de Sasuke se curvaron hasta formarse en una sonrisa cálida.

—Si.

—Mmh, es muy tentativo. Pero no, mi Tía no trabaja hoy y tengo que ayudar a mamá en la joyería.

—¿Joyería?

—Si, es la tienda en donde trabaja.

—Entiendo. ¿Y tu papá?

—Viajó por unos días a Nueva York por cosas del trabajo o algo así.

—Bueno.—hizo un mohín.—pero algún día tendrás que ir a mi casa.

—Por supuesto, yo también quiero ir.—le guiño un ojo.—¿Tal vez el viernes?

—Viernes, si. Me parece bien.—dijo y se relamió los labios, en un gesto que irradiaba sensualidad y lo des concentro por breves segundos.—ya estoy ansiando que terminé lo más rápido la semana.

—Creo que lo mejor sería ordenar tu oficina un poco antes de salir.—dijo para tratar de distraerse de su boca, luego se sonrojó cuando miró el escritorio.

Sasuke miró en la misma dirección y una sonrisa maliciosa se adueño de sus labios. El escritorio ordenado que conoció Naruto cuando entró al despachó quedo en el olvidó. Folios arrugados estaban sobre la mesa, tinte corrida y lápices esparcidos por el suelo.

—Cualquiera que entrará pensarían que robaron.—bromeó Sasuke, acercándose para tomar los folios y colocarlos en su sitió

—Pienso lo mismo.

Mientras él ordenaba, Naruto se agachó para recoger el cuadro que había botado sin querer hace minutos antes cuando estaba tumbado encima del escritorio. Sasuke se volteó al oír el sonido que hacía al apartar los vidrios y se acercó a ver.

—¿Que haces? Suelta eso, te puedes cortar.—le regaño cuando vio que tomaba un pedazo de vidrio. Naruto puso los ojos en blanco y lo dejó caer al suelo.

—Toma. Esto es...tuyo.—dijo y se lo entregó. En la fotografía se podía ver claramente a Sasuke vestido de traje, al lado de él una chica peli-negra de ojos color negros que traía pelo recogido. Ella traía puesto un vestido floreado, y a mala gana Naruto tenía que admitir que era atractiva. Muy atractiva, con un cuerpo curvilíneo y alta. Tan sólo ver la forma en Sasuke la tomaba de la cintura y ella apoyaba la cabeza contra su hombro de una manera íntima bastaba para que ardiera de celos.

"El muy cabrón tiene novia, y me usó sólo para follar". Naruto rechinó los dientes.

El DirectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora