CAPÍTULO 5

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Narra Lauren

El resto del día fue muy normal, llegue a casa casi a las 17:00, no tenía trabajos así que llame a Camila para que viniera e hiciéramos algo, a lo que ella acepto. No tardó ni 20 minutos en llegar.

-Hey Lolo –me saludó y abrazó– como está la mejor amiga de todo el mundo?

-Hey Camz –dije devolviéndole el abrazo–, derrochas amor hoy, que pasa acá? –dije y la miré sospechosamente.

-No pasa nada Lolo –dijo dándome una sonrisa–, que acaso no puedo alegrarme de ver a mi mejor amiga? –preguntó y le di una sonrisa. Ahí está esa palabra otra vez, mejor amiga; hace ya algún tiempo que he deseado sustituir esa palabra. Pero las cosas no son como quieres, muchas veces deseas algo pero no tienes ningún poder sobre ello. Eso es lo que me pasa a mí.

-Entonces qué es lo que haremos? –preguntó ella.

-Qué te parece si hacemos algo de comer y luego vemos una película? –sugerí.

-Siiii, me gusta esa idea. Y si preparamos pasta? –dijo ella–, para que también coman tus padres, Taylor y Chris cuando lleguen.

-Sí, eso me parece muy bien –dije y le di una sonrisa–, vamos a la acción.

Camz era muy buena cocinando, y hacia una pasta deliciosa, por lo que en este caso solo me limitaba a pasarle algunas cosas cuando las necesitaba y a mirar como cocinaba. Ella tenía un perfil perfecto, la combinación entre su nariz un tanto respingada, sus labios perfectamente delineados, su mentón a la altura adecuada, sus cejas bien pulidas y la forma en la que cae su cabello; era muy bonita, hermosa.

-Lolo, Lolo... ¡Lolo! –casi grito ella, allí estaba yo, contemplándola como una boba, de a poco y se me cae la baba–, que tanto me ves?

-No te estaba viendo Camila –dije haciéndome la desentendida–, estaba pensando.

-Vale, en que tanto piensas? –preguntó ella–, estabas como en otro mundo.

-No es nada importante. –dije como si de verdad no lo fuera.

-Ya, después no te quejes de que no confió en ti y todo eso. –dijo ella pareciendo ofendida.

-Ahora no digas tu que eres la que esta ofendida –dije–, y a todo esto, Camz, no me has contado.

-De que estas hablando? –preguntó ella.

-Primero de a quien le escribiste esa canción de amor, y segundo, y casi lo mismo, que es lo que amas? –pregunté yo– O más bien, a quien.

Ella rio y me dio la espalda para seguir cocinando, Dios, pero porque siempre busca una forma de evadir lo que le pregunto.

-Camila –dije–, a veces eres insoportable.

-Gracias, gracias –dijo ella con tono de broma–. Lolo, pero que quieres que te diga si no hay nadie.

-Pues entonces cuéntame porque actúas como si hubiera alguien. –le dije.

-No hay nada que contar –dijo ella.

Como me estaba dando la espalda, la tomé de la cintura y le di la vuelta para que me mirara.

-Tienes tres segundos para comenzar a contarme. –dije mirándola a los ojos.

-O que, Jauregui? –reto ella.

En ese instante comencé a hacerle cosquillas, sabía que terminaría contándome. Ella reía y se retorcía, mientras trataba de salirse de mis brazos, pero no era capaz.

Si Te Viera Otra Vez (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora