Hace dos semanas que se escapaba de Killian y lo ignoraba, y hace dos semanas que se sentía pésimo al respecto. Sabía que era su culpa y su decisión, pero eso no significaba que no le doliera. Lo peor de todo es que lo estaba lastimando a él. Pero ella no podía borrar las palabras que él le había dicho de su cabeza... Le había dicho que la amaba. ¿Sería cierto? ¿Tendría que importarle si era cierto o no? Emma no se llevaba bien con el amor. Todas las personas que amaba, se morían o la abandonaban. Esa era la razón por la que no hacía eso de tener relaciones, y ella se lo había advertido a él en un principio. Pero se dejo llevar y ahora todo estaba arruinado, porque ella arruinaba las cosas. Era mucho más fácil correr de lo que sentía que aceptarlo, así que corrió.
- Gracias por haber cuidado a Henry. – Agradeció Emma a Regina.
- De nada, sabes que me encanta cuidarlo. Aparte él y Roland se llevan muy bien. – Dijo Regina con una sonrisa.
- ¿Se portaron bien? – Preguntó Emma algo curiosa.
- Por suerte si. – Respondió Regina. – Aunque Henry está medio preocupado por vos. – Agregó.
- ¿Preocupado por mí? ¿Por qué? – Cuestionó Emma sorprendida.
- De hecho todos lo estamos. – Dijo Regina sin responder sus preguntas. - ¿Qué anda sucediendo entre Killian y vos? – Preguntó mirándola con seriedad.
- Nada. – Contestó Emma.
- ¿Nada? ¿Entonces por qué todos estos días se los vio miserables y separados a los dos? – Cuestionó Regina. – Y no intentes negarlo, las personas que trabajan con vos pueden dar cuenta de eso fácilmente. – Advirtió.
- Es solo que, no creo que vayamos a funcionar. – Admitió Emma tristemente.
- ¿Por qué no? – Preguntó Regina preocupada.
- Porque me dijo que me ama. – Respondió Emma. - Y eso no puede pasar, eso es imposible. – Agregó con la voz rota.
- Yo creo que si él te lo dijo, debe ser porque en verdad lo siente. – Dijo Regina cautelosamente, no quería hacer sentir mal a su amiga.
- No lo sé, yo... Simplemente no puedo lidiar con esto ahora. – Dijo Emma secándose las lágrimas que caían de sus ojos. – La novia de Neal está embarazada. – Dijo después de un largo silencio.
- Si, Henry me contó. – Asistió Regina, dándole tiempo para expresar lo que sentía.
- Estoy triste y enojada. – Confesó Emma. – No es celos, yo jamás sentiría celos de algo así porque nunca quisiera volver a estar con Neal. – Aclaró. – Pero por culpa de Neal yo estuve embarazada en prisión, tuve a Henry en prisión. Y que ahora él vaya a hacerlo bien con otra persona me duele. – Explicó.
- Killian no es Neal. – Le recordó Regina. – Algún día vas a tener que aceptar que las personas podemos quererte bien. – Dijo con cariño.
Esa era la realidad, ella no podía lidiar con sus sentimientos. No después de todo lo que le había pasado. Ella no podía dejar entrar a alguien en su vida y arriesgar su corazón de esa manera. No solo por sus temores y su corazón, sino porque tenía que cuidar a los demás. Y ahí quizás estaba el otro punto que rebalsaba el vaso. Por más que no quería, su corazón ya estaba demasiado sumergido y ella no podía dejarse llevar por eso, ella no podía arriesgar la vida de Killian de esa manera. Ella tenía que resolver el caso de Rumpelstiltskin. Sumando eso a su lista de inseguridades, se convenció que lo mejor era mantenerse lejos de Killian.
Pero había un pequeño gran problema, trabajaban juntos. Y como a veces pasaba, ese día les tocó patrullar juntos. Fue raro e incómodo, se mantuvieron la mayor parte del tiempo en silencio. Dolía el silencio, era sofocante. Pero tenía que enfrentarlo, ese era el efecto de sus acciones. Después de detener a un criminal que intento robar una tienda de ropa, volvieron a la comisaría. Emma se encargó de llenarse de trabajo, para poder continuar evitándolo. Al rato, recibió un llamado de Ariel y sonrió. Ariel era una amiga que tenía que trabajaba en el FBI y a veces le pasaba información que pedía o necesitaba. Al ver que la estaba llamando atendió esperando que sean noticias sobre Rumpelstiltskin.
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Breaking Glass
FanfictionEllos creían que los corazones eran como el vidrio, una vez rotos no tenían arreglo. Pero intentando resolver los casos que atormentan sus vidas, quizás puedan descubrir que el amor es lo único que puede curarlos.