Capítulo XXXI

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Se removió incómodo sobre el frío suelo y se dio cuenta que realmente no tenía ganas de nada. Se quedó dormido apoyado sobre las viejas latas que constituían el gran galpón. Tampoco podía irse. ¿Cómo lograría escapar si estaba ese chico atrapado ahí? Y todo era su culpa, quería creer que no, pero estaba involucrado.

—¿YoonGi? ¿Qué haces aquí? —Miró a su derecha para descubrir a los dos chicos que se acercaron con una sonrisa.

Achinó los ojos porque los conocía y no tuvo claro qué hacían ahí. Trabajaban con Aaron y él.

—¿Qué hacen aquí? —Se levantó y caminó hacia los dos personajes.

—El jefe nos dejó a cargo del chico junto con Aaron —habló uno de ellos mientras apuntaba hacia el cuerpo inerte del joven que permanecía recostado sobre el colchón—. No sabíamos que también estabas involucrado.

—No lo estoy, pero soy amigo de Aaron.

—¡Estoy aquí! ¡¿Ya despertó el chico?! —El susodicho apareció por la entrada con una gran cantidad de bolsas en las manos, cuando los reconoció las levantó y sonrió—. Traje comida.

—¿Comida? ¿Qué hora es? —Se acercó a la mesa de madera donde Aaron puso las cosas.

—Solo es hora de comer —dijo uno de los chicos con sorna y se acercaron a la mesa.

—Tengo todo preparado —articuló el negro mientras sacaba con cuidado los recipientes con ramen precocido.

—Por cierto, investigué... —Miró al chico que empezó a hablar y él puso los codos en la mesa con desinterés. YoonGi tomó el recipiente que le ofreció su amigo—. Descubrí que el chico se llama Park JiMin, estudia medicina y tiene una hermana pequeña.

Por un momento sintió que el aire se fue de sus pulmones y no pudo respirar. Intentó controlarse a sí mismo mientras procuraba no voltear el líquido caliente de los fideos sobre sí mismo. No le sorprendía la información porque ya la sabía, pero escuchar el nombre de JiMin de los labios de alguien más, especialmente de los chicos que se relacionaban con él en este tipo de cosas, le hizo darse cuenta de cuál era la verdadera situación en la que estaba JiMin.

Se escuchó un gruñido en el lugar, provocando un eco. Todos voltearon a ver al chico de pelo anaranjado que se sentó sobre el colchón.

—Deberíamos darle de comer, ¿no? —cuestionó Aaron en un susurro.

Frunció el ceño porque le molestaba su falta de interés real. Tomó una botella de agua y se acercó a una repisa para tomar una mascarilla que usualmente usaban para no aspirar los distintos productos que habían en el lugar.

—¿Quieres agua? —preguntó y se puso en cuclillas delante del chico.

Agradeció bastante que su voz sonara distorsionara gracias a la fina tela que le cubría la boca.

El pelianaranjado asintió, así que YoonGi se acercó lo suficiente a él para hacerlo beber de la botella.

—Ayúdame, por favor —murmuró el otro y él vio aquellos ojos asustados aparecer en su mente, ya que no los podía ver directamente porque el chico tenía cubierto los ojos con una venda negra.

—Tranquilo —susurró y sintió un pesar en el pecho—. No te quedarás mucho tiempo aquí. Lo prometo.

El chico asintió unas cuantas veces y luego hizo una mueca con los labios, haciéndole entender que estaba llorando.

—¿Quieres un poco de comida? —preguntó y JiMin volvió a asentir.

Mientras se levantaba hizo una mueca con los labios y se dirigió hacia donde dejó su pote de plumavit sobre la mesa.

Versus • || YoonMin ||Where stories live. Discover now