13} Sky

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Apoyé mi espalda en la pared del gimnasio y crucé mis brazos, sin poder evitar que un resoplido escapara de mis labios. Una patrulla acababa de estacionar frente a mí, y el policía que había solicitado reunirse conmigo anteriormente descendió de ella. Caminó pocos pasos, y cuando se detuvo frente a mí, su único saludo fue un asentimiento de cabeza, que no devolví.

-Soy el oficial Dunkan.

Se presentó.

Hice un ruido con mi garganta, indicando que continuara. El frunció el ceño debido a ese acto, pero prosiguió de todas formas:

-Necesitaba hablar contigo sin que ninguno de mis superiores se enterara, yo...

-Espera, hombre. Tú me llamaste y me pediste que tengamos una reunión "discreta" y yo accedí solo porque ibas a obligarme a hacerlo de todas formas. Pero a eso...

Señalé el llamativo auto.

-...¿llamas discreto?

-Solo cierra la maldita boca y deja por un segundo de creer que lo puedes todo.

Espetó el uniformado.

Su cólera no fue delatada solo por su voz, si no que era visible en la vena palpitante de su sien. Le eché una mirada de desdén y volví a cruzarme de brazos, pero su arrebato logró llamar a mi curiosidad, así que esperé en silencio.

Él calmó su agitada respiración, con la mirada fija en el suelo, antes de soltar:

-Van a liberar a Jeremy.

De repente, todo el bullicio que provenía del local detrás mío e incluso los ruidos del tráfico se apagaron. No había más que silencio, interrumpido por los latidos de mi corazón que sonaban justamente en mis oídos.

Respiré, al notar que había contenido mi respiración.

-¿Qué mierdas dices?

Mascullé.

-Lo que oyes. Y yo no voy a dejar que esa basura vea la luz del sol.

Sentenció.

Miré el cielo. No me importaban los motivos que impulsaron a Dunkan a decir y pensar aquello, simplemente estaba de acuerdo con él.

-¿Qué quieres de mí?

Pregunté, haciendo un esfuerzo enorme para que mi voz no temblara.

-Colaboración.

Se limitó a responder.

-La tienes.

Asentí con la cabeza.

No agregó nada más. Supuse que contactaría conmigo en cuanto tuviera algo más especifico. Me alejé de allí cargado de emociones que necesitaba liberar.

Los días siguientes no fueron agradables. Uno me lo pasé demasiado borracho y el otro lidiando con mi resaca. Finalmente, cuando la mayor parte del alcohol se limpió de mi sangre, pisé la escuela de nuevo, para tranquilidad de mis tutores, quienes estaban mirándome con recelo. No me importaba, pero no quería arruinar el ambiente alegre que habían formado ellos cuatro desde que Cody había sido aceptado en la universidad. Se merecían un descanso.

Sin embargo, no llegué a pasar una hora en la institución escolar cuando le partí la cara a un chico porque me había mirado más de dos segundos. No es que eso mereciera semejante paliza, pero sin el cerebro embotado por la bebida, los pensamientos sobre la situación en la que me encontraba, más los recuerdos y emociones que albergaba, llegaban a mí con crudeza. Necesitaba algún sentimiento fuerte que opacara todo lo demás y mis puños se encargaron de proporcionarme adrenalina esa mañana.

Aunque ese suceso tuvo un gran número de espectadores, no fue lo que me detuvo de seguir golpeando al desconocido estudiante. Paré cuando vi la espalda de Chelle mientras ella se alejaba a toda prisa, empujada por David.

Había visto explotar mi furia, y seguramente eso marcó el final de lo que fuera que tuviéramos.

Era mejor que estuviera alejada de mí, pero al llegar la tarde, mientras en mi mente se reproducía el momento en que ella se marchaba, no podía evitar que mi corazón se acelerara como sus pasos. La idea de emborracharme de nuevo llegó a mí con preocupante rapidez.

No era un cobarde alcohólico.

Monté mi motocicleta y no reduje la velocidad hasta llegar a mi destino. Descendí la pendiente hasta llegar junto al río y me senté a oír el curso del agua. Cerré los ojos y dejé que una brisa golpeara mi cara, un aire que necesitaba.

Dejé que mi mente divagara con libertad por primera vez el tema de Jeremy. Siempre tuve claro que mi presente era una mierda pero yo decidía que fuera así, tal vez mi pasado incluyó, pero yo lo dejé tomar el control. Ya no era un niño asustado, era mayor y todo era mi responsabilidad. Que él fuera a salir de la cárcel no tenía que afectarme de esa forma, además de que podía hacer algo para evitarlo.

O no.

Me acosté en el suelo cubierto de hojas secas y vislumbre un pedazo de cielo entre la copa de los tupidos arboles. Repentinamente recordé al religioso que quiso predicarme a Dios en las afueras de una tienda poco tiempo atrás, cuando también me encontraba alterado y a punto de sucumbir a la destrucción.

-Si de verdad existes, no te preocupas mucho por mí....

Murmuré con enojo.

Un pájaro se posó en una rama cercana y me incorporé para mirarlo. Era del mismo espécimen que en nuestra última visita al río Michelle había rescatado de un gato y que, posteriormente, había sido devorado por un ave de mayor tamaño. Al observarlo, descubrí que había ciertos rasguños tapados por su plumaje y fruncí el ceño con confusión.

No era posible que estuviera vivo.

Estaba tan absorto en mi inspección que el ruido de mi teléfono me sobresaltó. De todas formas, no pensaba que sonara justo allí, si la cobertura nunca llegaba. Efectivamente, había recibido un mensaje, y me sorprendí aun más cuando descubrí que se trataba de Chelle.

"Necesito saber como te encuentras."

Decía el texto, y pude vislumbrar en él cierta ternura y preocupación que (por primera vez en toda mi vida) me hicieron sentir conmovidos.


Love is Possible (Bieber is Back #2)

Tatiana Romina


Love is Possible -《Bieber is Back 2》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora