-Capítulo 29 1/2.

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Se lo dí y fui a ver cual era la primera sorpresa. Seguí caminando hasta toparme con un carruaje como el de cenicienta tirado por dos caballos blancos los cuales eran hermosos, Javier era quien manejaba el carruaje. 

-Sube.-me decía Lazaro.-Yo cuido de Ciro.

-Ven sube.-Javier baja del carruaje y me extiende la mano para subir los tres escalones que había para subir al carruaje, media desconfiada tome de la mano a Javier y comence  a subir, también los zapatos no ayudaban en lo absoluto.

-Cuidalo de verdad.-lo señalo un tanto seria, no creía que Lazaro supiera algo sobre cuidar a bebés.

-Lo aré.-sonríe.

Me senté en la parte de atrás, que por cierto también era hermoso, había unos almohadones color azul muy lindos y en el otro asiento que daba al frente de donde estaba sentada había una caja blanca que tenía unas letras Azules que decía "Ábreme" y le hice caso . 

-"Ahora estas en ese carruaje de princesa, estás yendo a la segunda sorpresa quédate tranquila Ciro está bien, relájate y empieza a disfrutar"

Estuvimos unos diez minutos andando en el carruaje, cuando parábamos en los semáforos nos sacaban fotos y Javier aveces posaba mientras que yo me sonrojaba como un tomate. 

Llegamos a un lugar un restauran muy elegante por cierto Javier bajo y me extendió la mano para bajar.

-Señorita.-Tome su mano y baje del carruaje. 

Cuando entramos había unas cinco o seis mesas ocupadas ya que el lugar era grande se notaba que había poca gente, Javier se quedo esperando en la puerta del lugar y me hizo entrar, cuando entre una Señora de unos cincuenta y pico me hizo señas para que fuera hasta el mostrador. 

-Hola ven tengo que darte algo.-dice señalando a una oficina muy chica que digamos. 

Cuando entre allí había un oso gigante que decía "I love you", hermoso igual que el otro que ya me habían regalado, por cierto esa oficina estaba decorada con globos que flotaban de color azul y pétalos azules por todos lados, no me había dado cuenta de que había una caja a un costado de adonde estaba el oso, este era tan grande que tapaba un poco la caja. 

-Pasa sin miedo y agarra el oso y la caja.-dice sonriendo la mujer asentí y pase. 

Agarre el oso y la caja.

-Mira prométeme que la caja no la abrirás hasta que llegues al final de las sorpresas.

-Bueno.-contesto con una sonrisa 

-Toma esto es tuyo.-dice dándome una carta, la acepto y me las arreglo para llevar al oso, la caja misteriosa (que por cierto era de color azul) y la carta porque con los tacos todo se me complicaba. 

-Adiós.-saludo y algo de la oficina.

-Adiós señorita que disfrute de las sorpresas.-grita.

Salí de la oficina y noté como todos me estaban mirando, ya sonrojada salí lo más rápido de ese lugar no me gusta toda la atención sobre mi. 

Javier me agarro al oso la caja y la carta así pude subir al carruaje. Una vez arriba de este Javier me devolvió las cosas y pude al fin ver la carta.

"Te preguntaras ¿por qué fuiste a un restauran?, fácil me encanta la comida de allí y cuando la dueña se entero me ofreció el lugar para la segunda sorpresa, se que te esta matando la intriga de que hay dentro de la caja solo espera... Ahora vas a la tercera sorpresa..."

Me estaba encantando todas aquellas sorpresas pero en el trayecto del camino una pregunta se apareció en mi cabeza ¿quien sería el que estaba preparando aquellas sorpresas?, esa intriga superaba a la de ver que había dentro de la caja.

Cuando termine de leer la carta me di cuenta de que el carruaje se había detenido, le extendí la mano a Javier y baje, era una florería muy linda. 

Cuando entre había una pareja de ancianos muy tiernos.

-Hola señorita.-dijo una mujer de cabello blanco.

-Hola.-contesto con una sonrisa.

-Toma.-me extiende un ramo de flores azules las caules eran algo raro de ver. 

-¡Gracias!.-agarro las flores y ella me regala una sonrisa. 

-Ve, no pierda más tiempo.-dice la mujer emocionada 

-¡Pero Mari!, te olvidas de algo.-protesta el hombre de pelo blanco.

-Ah, cierto toma.-me extiende otra carta y se ríe.-Es que estoy tan emocionada.-junta sus manos y sonríe.

-¡Gracias!.-digo de nuevo.

-Ahora si ve y disfruta señorita.-grita el hombre 

De nuevo en la carreta empece a leer la carta. 

"Estoy seguro de que te causaron ternura esas personas, si yo pudiera elegir a mis abuelos los elegiría a ellos, bueno vas por la cuarta y última sorpresa espero que la disfrutes lo más que puedas nos vemos allí " 



Mamá de mi propio hermano (Historia de madre adolescente) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora