Épilogo

345 38 4
                                    

Erwin Smith

―De acuerdo

El suspiro de Mike se escapó con más calma de la que hubiera esperado. Parecía que por fin me dejaría tomar decisiones por mí mismo, puede que no hubiera sido un buen tutor, pero había sido como un hermano... ¿Acaso debía ceder a tener una relación con él como tanto había insistido...?
Sin contar que fuese la persona con la que había pasado más de la mitad de mi vida hasta ahora, lejos de asustarme lo que planeaba me causaba una extraña sensación... Era extraño lo que él me provocaba, no hubiera podido definirlo si me hubiesen preguntado, ya que, en realidad, lo amaba.

― Este lugar apesta ―admitió mientras recogíamos los extraños utensilios de lo que había sido la Sociedad Agustín.

Me daba pavor el solo pensar para qué diablos se habrían utilizado tantos cuchillos burdos y tijeras como de carnicero... Había cientos de registros encuadernados, anotaciones con fecha de hace cien años y manchas de sangre seca, como si el que lo hubiera redactado hubiera estado realizando una extraña operación y escribiendo al mismo tiempo. 

―Ugh... ―murmuré mientras vaciaba todos los papeles en una bolsa, quería conservarlos después de todo. 

―Deberíamos quemar todo ―sugirió Mike mirando alrededor― Sería más rápido y no habría evidencia

―Quizá, pero quiero revisar todo esto antes ―respondí, señalando la pila de documentos frente a mi

―No deberías 

―¿Por qué no? 

―Porque eso sólo causará que quieras seguir

―¿Qué? ¿Enserio crees que me volveré un loco y sádico con tan sólo leer esto? No es posible

―No te dejaré hacerlo, Erwin ―respondió, dando un paso hacia mí 

―Ya no soy un niño, Mike, puedo entender qué es lo correcto ―repliqué. 

―No 

Nuestras miradas se cruzaron por unos segundos, como buscando no ceder contra el otro. Entonces tomé la bolsa que contenía los papeles y me encaminé hacia el pasillo 

―Iré a limpiar la otra habitación ―anuncié sin mirar atrás. 

Sentía una extraña ansia por saber lo que estaba escrito allí, necesitaba descubrirlo.




Unos días más tarde me di cuenta de mi error, ya no podía dormir al repasar las líneas que había leído, cientos de dudas surgían en mi mente, millones de preguntas... ¿Cómo era posible? Ninguno de los Agustín lo había descubierto, seguía siendo un problema aún con la tecnología actual... ¿Podía yo averiguarlo de alguna forma?
Quería entender, quería deshilvanar tantos hilos extraviados de un tiro... Pero era imposible, aun si gastaba mi vida buscando la respuesta... ¿Qué me garantizaba que la encontraría?
Tenía dos opciones: Abandonarlo o seguir
Mi decisión ya estaba hecha.



―Quiero que empecemos desde cero, no deseo olvidar lo que ha pasado pero debemos cambiar, por el bien de ambos 

El mesero se acercó a nuestra mesa para dejar la cuenta mientras yo desviaba la mirada hacia la calle, aquel era un viejo restaurante al que Mike me llevaba desde hacía unos años, la decoración no había cambiado mucho desde entonces: mesas, gabinetes y algunos cuadros, era caso hogareño.

―No hay problema para mí, pero ¿cómo sé que tú harás lo mismo?

―Aún no termino ―respondí

The Vampire DiariesOnde as histórias ganham vida. Descobre agora