* Capítulo 8.4 · El accidente de la bestia *

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Parte 4/4

POV. ASHLEY

Esperé nerviosa la conversación que tanto había querido tener Jason. Me senté en una de las rocas que habían a los pies de los arboles y le miré de nuevo para que empezara a hablar.

- Ash... - dijo - Tienes que saber algo.

- Adelante... suéltalo.

- Hay cosas que no debes saber. Es lo mejor para ti pero a pesar de eso...

- ¡Estoy cansada de que decidáis por mi! - dije con un tono de voz más elevado.

- Tranquila. Verás... ¿alguna vez te han hablado del "accidente de la bestia"? - dijo Jason mirándome fríamente.

- No.

- Hace unos cuantos años, un chico tuvo un accidente de tráfico.

- Vaya... que triste.

- Cállate. - dijo molesto por la interrupción. - La cuestión es que el chico murió. Murió durante un par de horas e incluso días. Hasta que un científico consiguió devolverle la vida.

- ¿Qué? - dije incrédula.

- Afectó a algunas partes de su cuerpo y modificó parte de su ADN, otorgándole así diferentes ventajas.

- ¿Cómo por ejemeplo? - pregunté curiosa.

- Más velocidad.

Asentí.

- Más visión. - continuó.

Asentí de nuevo.

- Y muchas más cosas.

- Y ese chico... ¿alguien sabe quién es?

- No. Solo su familia y un amigo de la familia que accedió a ayudar al niño.

-¿De que manera?

Jason pasó su mano por su nuca mientras miraba cabizbajo los cordones de sus deportivas. Chutó una de las pequeñas piedras que habían en el suelo y volvió a mirarme de nuevo, clavando la mirada en mí.

- Accedió a ofrecer su siguiente descendencia femenina para la extracción de tejido cardíaco. Separando las células del tejido, para cultivarlas y formar células madre que pudiesen reparar la lesión cardíaca del chico.

- ¿Me estas diciendo que un hombre, sin el consentimiento de ninguno de sus hijos, mujer o nietos, ofrece a una chica de su propia familia para que le extraigan tejido y creen células madre?

- Sí. - dijo él.

- ¿Y si ella no estuviese de acuerdo?

- Jamás lo supo. Pero debería saberlo.

- Por supuesto. - dije indignada por la actuación de aquellas personas hacía la pobre chica.

- Porque, los experimentos que se realizaron posteriormente con otros tejidos cardíacos, no funcionaron. Solo funcionaba el tejido de aquella chica, y el científico que realizó el experimento, la busca para apropiarse de ella.

- ¿Pero que clase de hombre es ese? ¡¡Cada uno puede elegir lo que quiera!! - dije enfadada.

- Ashley... si te he estado evitando es porque...

Jason volvió a mirar al suelo. Jugueteó con alguna de las ramas a las que alcanzaba llegar y acabó arrancando un diente de león (*) que había a su lado. De repente miró hacia una dirección. Fijo su mirada y acto seguido aparecio en su rostro una mueca de desprecio.

- Por favor, no digas nada de lo que te he contado. - dijo Jason agarrandome de las manos en un rápido movimiento para colocarse en frente de mí.

Asentí.

- A nadie. - volvió a repetir Jason

- A nadie. - repetí.

De repente, apareció Mark de entre las ramas.

- ¿Qué haces aquí? - pregunté extrañada
.
- Te estaba buscando. Me voy, ¿quieres que te acerque a casa?

Miré a Jason, que miraba con rabia a Mark.

- Oye... ya continuaremos en otro momento...

Jason miró mi rostro como si descifrara con la mirada mis pensamientos. Y finalmente, respiró profundamente, cerró los ojos y cuando los volvió a abrir, asintió dejándome ir.

****

¡¡¡LO SIENTO!!!
Estaba realizando cambios de compañía y no tuve internet en todo el día al final...

¡Se acabó la fiesta! Aquí tenéis la explicación resumida de una parte del experimento.

(*) Diente de león: Es una planta. En la foto se puede apreciar.

Espero que os este gustando la novela. Muchas gracias por leer! Besiiitos♡

El perfecto experimento de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora