~ Capítulo4.1 · Jason Brown ~

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PARTE 1/3

Acabó la clase y recogí lo más rápido que pude para poder ir a la siguiente. Desafortunadamente a esta asignatura también tenía que ir sola, así que cabía el riesgo de perderme.

Volví a sentarme en la última fila para no llamar la atención de nadie. Y por suerte, todos los sitios se ocuparon excepto los de mi fila.

Volvieron a picar a la puerta en medio de la clase y de nuevo, era Brown. ¿También será la profesora Liss su tía?

Le dejaron pasar y se sentó en la última fila pero dos mesas más a mi izquierda. Intenté concentrarme en todo aquello que explicaban pero no podía notando a esos ojos azules clavándose en mí.

Miré de reojo por si solamente era mi impresión, pero no, estaba en lo cierto, él me estaba mirando fijamente.

Comencé a dibujar para poder evadirme de ello, pero no conseguía plasmar nada en el papel.

<<Vamos Ash... que más dará si te mira...>> Me repetía a mí misma.

Empecé a mover la pierna derecha presa de los nervios y mordía mi labio como un acto involuntario.

- Señorita Baker - dijo la profesora Liss.

Le miré sorprendida.

- ¿Puedo saber que le pasa? - Preguntó ella.

Todas las miradas del aula se clavaron en mí.

- Na-Nada - tartamudeé.

- ¿Quiere salir un rato para relajarse?

- No hace falta, gracias.

Liss sonrió y retomó la clase.

Ash... cada vez peor...

Volví a mirar de reojo a Brown. Seguía mirándome fijamente. Sus ojos azul celeste junto a su mirada fría conseguían intimidarme.

Nada más sonar el timbre del final de la clase, salí por la puerta evitando volver a tener otra toma de contacto visual con él. No quería relacionarme con esa clase de personas y menos al ver a Chase.

Llegué a la cafetería pero no vi ni a Mark ni a Ana, asique me senté sola en una de las mesas. Todo el mundo me miraba... ¿Sera por la contestación a Chase en el pasillo?

Al poco tiempo apareció Chase junto a dos personas más y vinieron directos hacia donde yo me encontraba.

- Hombre mira quien es... - dijo Chase mientras cogía una silla y la giraba para sentarse al revés.

- Olvídame. - le dije a éste con una mirada desafiante.

- Sería un trabajo fácil si no me siguieras. - contestó él con un tono chulesco.

- ¿Seguirte? ¿A ti? No me hagas reír.

- Entonces, ¿Porque estas sentada en nuestra mesa?. - dijo Chase.

- ¿Vuestra mesa? No sabía que aquí las mesas tenían grupos asignados.

- Pírate - dijo uno de los amigos de Chase. - Encima la mosquita muerta está sentada en el sitio de él. - continuó el chico.

- ¿En el sitio de Chase? - pregunté

- No, en el sitio de Jason. Así que ya puedes largarte antes de que él venga. - dijo esta vez Chase.

Recogí mis cosas y miré la cafetería de nuevo. Todos los asientos estaban ocupados asique fui al patio de fuera. ¿Quién era Jason para tener que tenerle tanto respeto?

Fuera localicé a Mark y fui a sentarme con él.

- ¿Esta es vuestra mesa? - le dije bromeando.

- Sí, ya me he enterado que querías quitarle el sitio a Jason.

- ¿Ya? Aquí las noticias vuelan. - dije entre carcajadas. - Por cierto Mark...

- Dime - dijo él.

- ¿Quién es ese tal Jason?

- Ash... Jason Brown.

- Oh vaya, ¿el chico de clase?

- El mismo. - dijo él mientras se reía de mi desconocimiento.

- ¿Y porque hay que temerle tanto? - volví a preguntar.

- No sé si te has dado cuenta, que es un tipo extraño... Todo el mundo le teme sin saber por qué, incluso profesores. Tiene muchos privilegios, que otros ni si quiera nos podemos plantear. ¡Y encima tiene suerte! Consigue destacar en todo lo que se propone sin esfuerzo...

- Habláis de Jason - dijo una voz detrás de mí.

Me giré para ver quién era y para mi sorpresa era Ana.

- Vaya no sabía que conocías a Mark. - dijo ella.

- Sí, le he conocido esta mañana. - contesté.

- Bueno sobran las presentaciones por lo que veo. - dijo Mark.

- Así que... ¿Tú eres la hermana de Chase?

- La misma. Tranquila, no diré nada de lo que hablamos en clase. - contestó ella. - Si habláis de Jason, es importante que le expliques que él llegó hace un año aquí y tiene en mente irse de aquí a dos años.

- Exacto - dijo Mark. - destacó desde el primer día en deportes, asique consiguió ser el chico que todas desean. - continuó él

- Y se metió en varias peleas para ganarse el miedo que un buen líder de "chicos malos" ha de tener. - dijo Ana.

- Muy típico... - dije yo.

- Sí, la diferencia es que él no suele juntarse mucho con ellos. Hace apariciones justas, donde consigue mantener al grupo relajado. - volvió a hablar Mark.

- Según mi hermano, planean cosas y hablan de chicas. - dijo Ana mientras se metía una patata frita en la boca.

- ¿Cómo puedes comerte eso ahora Ana? - dije yo entre risas.

- Te acostumbrarás - Contestó Mark. - La cuestión es que hizo las típicas cosas para entrar en ese grupo, pero no se comporta como uno de ellos en público.

- Aunque todos sabemos que él es el peor de todos. - dijo Ana.

- ¿Por qué? - pregunté

- Todo siempre acaba acusándole a él de culpable. Además él es el que planea y dirige todos los planes que el grupo realiza. Él es el que en una fiesta saca lo que lleva dentro y comienza a hacer gamberradas... Él es... quien ha hecho daño a miles de chicas y chicos... - dijo Mark

- ¿Les pegó? - pregunté de nuevo.

- A algunos sí, a otros les hizo daño psicológicamente y a otros... les enredó para estar en su juego. - dijo Ana.

- Vamos Ana, él no obligó a Chase a meterse en su grupo. - dijo Mark.

- Estoy segura Mark.

El perfecto experimento de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora