IV

11.6K 1.6K 146
                                    

TAEHYUNG

El cansancio por motivos tristes, cualesquiera que fueran, era distintamente más agotador que cualquier otro que hubiese sentido antes. Llegaba a desear tener otra noche en vela para aprovechar la oportunidad de mi vida alterna. Por pocas horas. Y es que, de saber que de solo cerrar los ojos mi triste cansancio no me dejaría en tranquilidad, podría mantenerme mejor despierto y tratando de hacer algo productivo, como comer, o mejorar mi voz, o cualquier otra cosa que no sea perder el tiempo durmiendo; que no es más que un repaso a mi tristeza.

Y le sumamos el levantamiento a trompetas de una voz, tan molesta, tan familiar, tan violenta. Despertar así debería ser un crimen. Había logrado dormir al menos, y eso dudaba, dos horas seguidas sin despertarme por algún mal sueño. Preferia mi inconsciente terminar todos esos malos sueños, torturando mis fases del dormir con ideas tales que herían mi mente. A veces solo me permitía concluir el sueño en que Jimin y Hoseok tomaban un papel protagónico en mi historia dolorosa de autor modesto y anónimo. Sabía de antemano que había logrado preocupar, o al menos interesar, a uno o dos de mis hyungs, y que precisamente porque me harían preguntas es que me encuentro en esta incómoda intervención de  hoy. Pero nunca pensé que fuese Yoongi el que llegara a preguntar primero, o siquiera que apareciera en este momento. Estaba preparado mentalmente para responder a lo que surgiera en su cabeza, la duda que fuera, todas aquella que me había planteado preguntándome a mi mismo en otro escenario. Pero había algo en Yoongi que no me permitía pensar con total claridad mis mentiras; ni para dar lástima sirvo. Y es que con él ya no existían ni los vestigios de una confianza casi fraternal de hablar sobre absolutamente nada. No por temor a la traición, sino por el dolor de ver la bruta verdad que él siempre se encargaba de gritarme cuando yo pretendía sordera.

-Yo no... ¿a qué te refieres exactamente con raro, hyung? Para ustedes y todos los demás así soy el noventa y ocho por ciento del del tiempo- lo mire con la mejor cara de sueño que tengo. Que la única realidad era que no estaba actuando esa facie.

-Ahora no es momento de hacerte el desentendido Tae, ni de hacerte el gracioso. Sabes bien a qué nos referimos, o a qué se refiere Suga, tienes que hablar de lo que te cause problemas. Lo que sea.  - hablo Jin- nosotros como amigos y grupo que somos trataremos de buscarle una solución.- tomo asiento a mi derecha, hundiendo el colchón bajo su peso, obligándome a mirarlo por inercia al movimiento de mi cama y me dio una palmada en el hombro.

-No es nada- me limite a contestar, de repente sin encontrar ni una sola de las mentiras que me había formulado para responder mecánicamente a toda esta absurda situación.

-Taehyung, no somos idiotas. Por algún motivo estamos aquí, porque hemos notado que tu "no es nada" en realidad si es algo. Y ese algo no te permite vivir como bien te conocemos.- esta vez fue Namjoon quien hablo. Un líder a veces demasiado bueno que resultaba abrumadora su forma de ayudarnos a todos en lo que sus capacidades le permitían.

Me negaba a mirarlos a los ojos. Por ahora no podía. Más bien, no quería. Mentirles indirectamente con mis acciones ya era una cosa, ahora mentirles de frente me haría sentir peor de lo que ya me siento. Así que pensé en decir parte de mi verdad. Antes de que Yoongi se encargara de sacarme las respuestas que busca a base de gritos que yo solo sabría responder con cortas sinceras respuestas. Sinceras y puede que bastante estúpidas. Su mirada no era para tomarse la situación a juego, justo como tenía la intención de hacer desde el comienzo, lo estaba intentando, con todo el ardor de la sangre que circula mi cuerpo, y el dolor intenso que el frío que existe en mi pecho me permite sentir más extensamente.

-Estoy realmente cansado.- <cansado de soportar como HoSeok y JiMin son felices siendo una parejita feliz. Aunque sea a escondidas> - Lo lamento, no sabía que los había preocupado de tal manera, en lo único que pensaba era en mi cansancio. - Sus miradas me decían que no podían creerme, querían hacerlo, podía sentir y escuchar en mi rostro sus gritos de cada conciencia sobre tratar de hacer verídica mi confesión, incompleta y absurda. Necesitaba volver verdad esa parte de mi completa verdad. Pero el cansancio se olvido de regar el jardín de las ideas. Y estaba jodido, seco. También estaba insultando, de forma menos intencionada, la propia inteligencia de los tres sujetos aquí.

Los cuatro sabíamos que mentí tan descaradamente que era estúpido el solo mencionarlo. Me tire de espaldas a la cama y trate de inventar una segunda parte de mi respuesta, pero en mi mente sólo aparecían frases en las que mencionaba la secreta relación de JiMin y HoSeok. Así que opte por cerrar la boca y esperar a que los otros tres les bastara con mi miserable excusa. Por unos minutos hubo silencio, no fue hasta que la puerta de entrada del apartamento se cerró y las risas de dos personas comenzaron a hacerse cada vez más presentes. Me encogí un poco en mi lugar al reconocer aquellas voces y risas. No quería admitirlo, pero escucharlos y verlos juntos me estaba matando.

- El cansancio nubla hasta al juicio más indolente. Me deje llevar, y lo siento. No debería generar más trabajo en nuestra agenda, solo, se me ensombreció el juicio. -

- Ya... no es justa esta falta de comunicación. No eres así. Solo, apóyate un poco más en nosotros, no estas solo Tae. -

- Lo sé. Y por eso es que lo siento. - < Lo siento porque no confío en mi razón celosa de la vida de dos de mis amigos. No hablo por falta de control, no por dolor emocional.>

The Way I Love You | myg.kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora