Siempre fuiste mía- ItaSaku

Hatake Kakashi

  Hatake Kakashi

"La inteligencia y astucia están en la mente del más especial y misterioso ser"

Tal cual un shinobi debe ser; en el interior la pasión irradia y aún así sereno en el exterior.

La vida del que fue el más joven líder anbu es de las cuales los próximos habitantes de Konoha contarán orgullosamente, nombrándolo como el más valiente, fuerte y leal que ha crecido en la aldea.

Ante los ojos de muchos Kakashi podía ser un holgazán sin remedio, lector de novelas eróticas que sin vergüenza alguna leía en público, el jounin más joven y estricto, con una vida privada muy reservada convirtiéndolo aún más misterioso e indescifrable de lo que ya era.

Junto al equipo 7 aprendió muchas cosas, entre ellas los distintos tipos de sentimientos que podía tener hacia las personas:
A Naruto lo miraba como el ninja cabeza hueca, al que debía entrenar duro y sacar provecho de la rivalidad con su compañero
A Sasuke lo miraba de la misma forma que se habría visto a el de pequeño: como un chico solitario y lleno de rabia, y sentía como deber el quitarle su sed de venganza.
Y por último, la kunoichi, Sakura, ¿qué podía pensar de la pequeña pelirosa?, que era una perfeccionista, mandona y gritona, con una inteligencia y fuerza por encima del resto. La ojijade que lo enamoró de lo prohibido.

-Flash back-

El atardecer caía en Konoha, en la tranquila aldea estaba el peliplata sentado en la rama de un árbol leyendo su amado Icha Icha, dejó de leer un momento su libro para apreciar su pacífico y tranquilo paisaje. Cerró los ojos y comenzó a escuchar sus alrededores.
Los pájaros cantando, el viento pasando entre las hojas haciéndolas caer delicadamente sobre el pasto, animales en la libertad, una pelirosa gritando eufóricamente su nombre

-¿Hm?.-Confundido, el ojinegro miró hacia los lados jurando haber oído a Sakura, al no tener otra señal se volvió a acostar en el árbol pero ahí estaba de nuevo

-¡KAKASHI-SENSEI!, lo he buscado por todas partes, ¿Acaso estaba dormido?

-Eh, hola Sakura.- le ofreció una sonrisa cerrando su ojo. Pensó que de haber estado dormido de cualquier forma habría despertado ante los increíbles pulmones de su alumna

-Etto... Le traje esto.-le tendió una pequeña caja delicadamente envuelta en una tela azul

-¿Hm? ¿Para mí? ¿Qué es?.

-Una merienda, supuse que luego de la misión de ayer querría comer algo que no fuera comida instantánea.- rió ante el verdadero comentario

-Muchas gracias Sakura, no te hubieras molestado...aguarda, ¿no es otro truco para poder ver mi rostro?.-la miró fijamente esperando su confesión

-No sensei, sólo estoy siendo amable, bien, me iré, ni que quisiera ver sus labios gruesos o sus dientes gigantes o su boca diminuta.-la enfadada kunoichi se levantaba pero la mano del jounin la detuvo

-Lo siento Sakura, ven, acompáñame si quieres, lo dejaré para más tarde.-volvió a darle una sincera sonrisa, cosa que bastó para que la pelirosa olvidara lo ofendida que estaba y pusiera atención en la mano de su sensei que sostenía la suya, el mayor notó lo sonrojada que estaba y por alguna razón eso le causó mucho más que ternura

-¿Kakashi-sensei?

-¿Si?

-¿Alguna vez ha tenido novia?.- a los dos segundos de haber terminado la oración se arrepintió de haberle preguntado eso, el color rubí volvió a sus mejillas al ver a su sensei reír por aquel comentario

-No Sakura, no he tenido.- le dijo mientras disfrutaba viendo lo nerviosa que estaba

-¿Es que no quiere?.- "ya cállate de una vez Sakura" dijo su inner.
Sabía que el ojinegro tenía a muchas chicas babeando por el, y admitía que era bastante guapo.

-No es mi prioridad.- Quedaron en silencio viendo como las primera estrellas aparecían, el peliplata sintió un peso en su hombro, vio a la pelirosa dormida entre su cuello, la miró un instante, analizando que ya no era tan pequeña como le parecía hace 30 minutos atrás, se dio cuenta que su cuerpo se comenzaba a adaptar de a poco a la pubertad pero su rostro seguía siendo angelical.

La tomó para llevarla hasta su casa, comenzó a saltar con agilidad entre los árboles pero se detuvo cuando sintió a la menor tomando su mano, un escalofrío recorrió su cuerpo obligándolo a verla, seguía dormida.

En ese momento el admirable jounin sintió un segundo escalofrío, llevándolo a la conclusión que Sakura desde ese instante era más que su alumna, siempre creyó que era una chica preciosa y que a medida que creciera tendría más y más pretendientes, pero nunca creyó que él se convertiría en uno.

-Sakura, despierta, ya llegamos.-su voz era suave, la pelirosa abrió lentamente los ojos, enrojeciendo al darse cuenta que el ojinegro la cargaba

-Muchas gracias sensei, no se hubiera molestado

-No es una molestia Sakura, contigo nada lo sería.- ¿había pensado en voz alta? Bien hecho Kakashi

-Bueno, gracias de nuevo, ya está muy oscuro, debe irse a su casa

-Que descanses.-le dedicó otra adorable sonrisa antes de darse la vuelta

-¡Espere, sensei!

-¿Hm?.-acto seguido la ojijade depósito un beso en sus mejillas, el mayor maldijo a su máscara.

-Buenas noches.-Repitió la pelirosa

Desde esa noche en la vida del poseedor del sharingan se agregaron actividades, consistían en observar a la pelirosa durante los entrenamientos, calmarla con su sonrisa cuando quería matar a Naruto, hablarle hasta que anocheciera para tener la excusa de acompañarla a su hogar, pensar en que el mundo podría ser de ellos y que algún día dejaría de pensar en Sasuke, pero esas cosas no suceden como en su preciado Icha Icha.

-fin flash-back-


Los ninja de Konoha cruzaban el bosque rápidamente saltando entre los árboles, todos querían a su compañera de vuelta.

-¡Deténganse!.- les indicó Kakashi, el líder de la misión

-¿Notó algo Kakashi-Sensei?.-El rubio se veía preocupado ante la demora del peliplata en responder a su simple pregunta

El jounin saltó hacia un árbol próximo y tomó una pequeña tela roja

-¿Qué es eso?.-Jiraiya se acercó quitando de las manos el retazo al ojinegro

-Es parte del vestido de Sakura.-Su voz era seca y no apartaba la vista del suelo

-¿Cómo lo sabe? Es solo una tela.-Le cuestionó el rubio.

Sólo él pudo haber sabido a quien le pertenecía, porque fue él quien tantas veces observó a Sakura con su sharingan, grabando cada centímetro y objeto que componía su cuerpo.

Unas hojas comenzaron a moverse, Kakashi lo advirtió y se sintió aliviado al haber evitado tener que mentir para dar una explicación lógica del porqué lo sabía.

Una kunai salió de disparada hacia el ninja copia, el cual ágilmente la esquivó.

-¡Sal ya cobarde!.- gritó para la no sorpresa de todos el rubio

-Ha vuelto.- les dijo el peliplata.-Sasuke aléjate de esto, no tiene caso que intentes pelear contra el.

Desde lo oscuro el rostro de Itachi fue apareciendo hasta quedar frente a Kakashi.

-Creo que finalmente podré matarte.-pronunció el Uchiha mayor

-Creo que finalmente podré sacarte esa sonrisa del rostro.- respondió el ninja copia dejando su sharingan al descubierto