23. Keep Bleeding

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No quería llorar. Mi orgullo no me lo permitía. Justo cuando me disponía a marcharme, mi padre atisbó mi brazo. Una mirada interrogante cruzó su cara y antes de que la pregunta llegara a sus labios salí corriendo de la habitación derecha hacia la puerta. Cruce la calle dispuesta a coger el coche cuando me di cuenta de que no llevaba las llaves encima. Mierda, mierda, mierda.

Sin saber qué hacer, me senté en la acera. Me daba igual que la gente me viera a través de las ventanas. Saqué el móvil, lo único que había sacado de la casa y marqué el número que más utilizabs en mi lista.

-¿Diga? –la voz risueña de Cassie sonó desde el otro lado.

-Hola, soy yo…

-¡Hola, Alex! Te noto algo apagada. ¿Ha pasado algo malo? –al instante se oyeron unas risas en el fondo. Louis.

-No, no, estoy bien. Solo llamaba para saber si os estabais divirtiendo, ya sabes.

Mi amiga tardó unos segundos en contestar –Alex…siento mucho no habértelo contado antes pero yo no sab…-

-Está bien, lo entiendo. Me alegra que estés bien, ya hablaremos cuando vuelvas. Dale un abrazo a Louis de mi parte –colgué antes de que pudiera contestar. Estaría pasándoselo en grande en París y no quería molestarla con mis problemas. Se merecía esto que le estaba pasando. Me golpeé mentalmente por haberla llamado.

En momentos como este me daba cuenta de cuán sola estaba. En el mundo de la fama, pasarás la mayor parte del tiempo en tu propio mundo, ¿estás dispuesta a tomar ese camino? Eso fue lo que me dijo mi padre antes de mudarnos. Acepté sin dudarlo, inconsciente de que no todo sería color de rosa.

Pegué un salto tras oír el bocinazo de un coche parado frente a mí.

-Vaya, vaya. ¿Una limosna para esta pobre desamparada sin hogar? –una risa estridente acompañó la pregunta.

-Muy gracioso, Niall –puse los ojos blancos sin poder reprimir una sonrisa. -¿Qué haces por aquí?

-¡Hoy toca estudio! –por la cara que puso, se notaba que no había cosa que le gustara más que cantar. -¿Por qué no vienes? Estará bien, los chicos te echan de menos. Y yo más –reí ante su característico guiño de ojo que me lanzó. La verdad es que yo también los echaba de menos. Sentí una punzada al pensar en que Harry también estaría allí, y sentí miedo. Era ahora o nunca.

Me levanté de la acera, limpiándome la posible suciedad de la parte trasera de los pantalones y me subí al gran coche. Hablamos animadamente durante todo el trayecto, poniéndonos al día hasta que llegamos al destino tan familiar que era el estudio.

-¡Eh! ¡Mira quién ha venido! –sentí unas manos rodearme por el costado y pegándome a su cuerpo. Zayn. Me giré y le di un gran abrazo de oso. –No sabía que vendrías, ¡ya me has alegrado el día! –ambos reímos ante su ocurrencia, y la verdad es que lo necesitaba. Como una vez pensé la primera vez que lo conocí, Perrie tenía una suerte increíble.

Después de saludar a Liam y Josh, quienes se entretenían dándole patadas a un balón e intentando robárselo el uno al otro, me precipité hacia el interior del edificio. No hubo pasado un segundo hasta que Harry apareció por la puerta y se acercó a mí con paso ligero. Cuando su cara se encontraba a escasos centímetro de la mía, dispuesto a encontrar mis labios, giré la cara y sus labios acabaron en mi mejilla. La confusión se hizo patente en su rostro.

-Te dejo en casa y en unas horas vuelves a mí. ¿Es que ya no puedes vivir sin mí? –su lado coqueto e irónico volvía a salir a la luz, pero yo me revolví incómodamente. Esto iba a ser tan difícil como suponía. –Eh –susurró colocando una mano en mi mejilla, obligándome a mirarle. -¿Ha pasado algo? Ni si quiera te has cambiado de ropa.

Vaya, tenía razón. Ni si quiera me había parado a pensar en cambiarme, así que debía de tener una pinta horrible. Sacudí la cabeza alejando los pensamientos y la mano de Harry.

-No puedo hacer esto –dije simplemente, señalándonos a ambos. –Esto…esto está trayendo más desgracias que otra cosa, Harry, y no quiero eso para mi carrera. No quiero eso para . Así que a partir de ahora, haremos como si todo esto no hubiera pasado, ¿de acuerdo? Bien –las palabras brotaron como un relámpago, pues sabía que si me detenía acabaría llorando. Me giré rápidamente dispuesta a salir pero sabía que mi huida no saldría tan airosa. La mano de Harry se aferró a mi muñeca y me hizo enfrentarle bruscamente. Su mirada era ilegible.

-¿Qué demonios estás diciendo? No puedes soltarme esa…bomba y salir corriendo como si nada –se pasó la mano libre por sus rizos. -¿Es por tu padre? ¿Es eso? No quiere que estés conmigo, ¿verdad?

Yo permanecí callada, negándome a mirarle.

-Joder, lo sabía. ¿Qué le he hecho yo para que me quiera lejos de ti? –continuó. -Mierda, ese hombre debe darse cuenta de que eres lo suficientemente mayor como para decidir con quién puedes o no relacionarte, ¡ya no eres una niña, Alex! –su tono sonaba más frustrado por momentos.

-Mi padre no tiene nada que ver en esto –carraspeé disimuladamente para evitar que mi voz sonada débil e insegura, debía darle credibilidad a mis palabras por mucho que me doliera decirlas. –Tenía muchas dudas en cuento a esto desde el principio. Me pediste empezar de cero, y yo acepté. Pero he cambiado de opinión. Lo siento, Harry, pero no eres el tipo de chico con el que quier…-

-Alex, escúchame –sus manos aferraron fuertemente mis hombros, acercándome a él. –Sé que tu padre tiene que ver en esto, no lo niegues. Pero eso no significa que tengas que hacerle caso. Si tanto te importa, podemos mantenerlo en secreto, ya nos las apañaremos.

Me zafé de su tacto demasiado duramente y le miré a los ojos. -¡Joder, Harry, deja a mi padre en paz! Esto es por mí, ¿vale? No quiero involucrarme contigo de forma sentimental, no eres el tipo de chico con el que me gustaría perder el tiempo –en cuanto esas palabras salieron de mi boca sentí ganas de vomitar. Ojalá no me creyera. Ojalá dijera que él sería capaz de demostrarle a mi padre que realmente valía la pena luchar.

-¿Y cuál es el tipo de chico que quieres, Alex? –su voz sonaba mucho más neutral. –¿Aquel al que puedas manipular a tu gusto, moldearlo y pulirlo hasta que sea el ‘señor perfecto’? Perdona el hecho de que yo quiera tener mi propia personalidad y juicio, y perdona el hecho de que alguna vez me interesé en ti –ambos miramos hacia la puerta al oír pasos y voces tras ella, acercándose, pero Harry me agarró del brazo y siguió hablando. –Eres una persona horrible, Alex. No me extraña que estés sola.

La puerta se abrió y los chicos entraron animadamente sin ni si quiera intuir la conversación que había transcurrido hacía tan solo unos minutos. Las palabras de Harry hicieron eco en mi cabeza. No me extrañas que estés sola. Había dado en la diana. Eres una persona horrible.

Sí que lo era. Pero ya no había marcha atrás. Era mejor de esta forma, ¿no?

-¡Vamos chicos! Tenéis que darlo todo hoy aprovechando la ausencia de Louis. ¡Liam, en posición!

El productor había llegado, y para mí, era hora de irse.

O al menos, eso pretendía.

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¡Hola! Siento muchísimo haber tardado tanto en actualizar, pero he terminado los exámenes hace poco y por fin he tenido algún hueco para escribir.

También siento deciros que no voy a poder seguir subiendo capítulos hasta próximamente mediados de agosto, porque me voy de viaje y no voy a tener internet. La buena noticia es que seguiré escribiendo y preparando capítulos para que en cuanto vuelva solo tengan que ser subidos :)

En cuanto a la historia, me frustra mucho escribir estas partes porque, cuando parecía que por fin podría ir bien la cosa, otra vez vuelve a haber drama wjenvjneinvi Pero si no, no habría gracia, ¿no?

Pues eso, no olvidéis comentar y votar! GRACIAS <3

Two Is Better Than One (Harry Styles FanFic) *En Pausa*Where stories live. Discover now