Simples coincidencias. 

Luego de cientos de preguntas incómodas, desde su familia hasta lo que deseaba alcanzar en 50 años, sus padres se relajaron y lo invitaron a la parrillada que estarían organizando para los vecinos y los amigos cercanos de la familia; una celebración de la cual Annabeth recién se enteraba. 

Vecinos significa Percy. Amigos de la familia significa Jason y Piper. 

Entonces dos escenarios saltaron a su cabeza; Percy podría invitar a Vania, y tendría que soportar verlos corriendo de un lado al otro como dos locos enamorados, o Percy podría venir sólo, lo que implicaba que conviviera junto a James y ella, porque Annabeth estaba completamente segura de que Jason y Piper estarían ensimismados el uno con el otro y no prestaría atención a lo que sucedía. 

"Estaría encantado" Respondió James, feliz de haberse ganado a los padres de su pareja. En especial a su papá. Annabeth apretó su mano, gesto que se había convertido una rutina entre ellos: Podía significar que estaba nerviosa o triste, o que simplemente se alegraba de su compañía. Annabeth pedía que lo haya tomado como lo último. 

Entonces, el caos comenzó. 

"¿Eres amigo de Percy, James?" Preguntó su padre, con toda la inocencia del mundo. 

Annabeth sintió cómo el tiempo se ralentizó, al contrario de sus latidos cardíacos, que se empeñaban en ser más y más rápidos. 

Él negó con la cabeza. 

"No tengo ese gusto, señor." Se limitó a responder. 

"Oh, es una pena." Respondió su madre, viendo lo que su padre acababa de hacer y empeorándolo. "Es un amigo muy cercano de Annabeth, viene casi todas las noches y todos los fines de semanas se amanecen viendo películas. Su madre es un amor."

Annabeth podía sentir la tensión en James. 

Y justo cuando pensó que las cosas no podían ser peores; empeoraron. 

El timbre sonó. 

Matthew, su hermano pequeño, dejó pasar al chico de ojos verde mar. 

"Hey, Annabeth, estaba pens... Lo siento. Volveré luego. " Soltó deprisa Percy. 

"¡No, no, Percy! ¡Quédate! Justo hablábamos de ti." 

El color se asentó en las mejillas de Percy al recorrer la sala con la mirada. 

"Insisto, no quiero interrumpir, señora Chase." Respondió lo más amablemente posible. 

"Pues insisto el doble. Ven, querido, toma asiento junto a mi niña." 

Annabeth estaba ideando la forma de desaparecer. Empezó a rezar a todos los dioses que conocía, desde Krishna hasta a Zeus. Nada. 

Percy tomó asiento a su lado, y Annabeth le dedicó una sonrisa para tranquilizarlo. Sabía cuán nervioso estaba por dentro; lo conocía suficientemente bien, sus pupilas estaban dilatadas y jugaba con sus manos, un tic nervioso que sólo aparecía cuando no podía más con los nervios. 

"Tranquilo." Susurró suavemente. 

Volvió su atención hacía sus padres. 

"Percy, hace un rato invitamos a James a la parrillada que organizaremos. Dime, por favor, que tú y tu madre vendrán." 

"Claro que sí, ella está extremadamente emocionada. Preparará 3 tipos de pasteles, ¿sabe? Pero se supone que es una sorpresa, por favor, no lo mencione o me matará." Respondió él, con la voz más firme posible. 

Los rostros de sus padres se iluminaron.

"¡Excelente!" Agregó su padre. "Sus pasteles son los mejores de toda la ciudad." 

"Se lo diré, señor." Terminó Percy. 

Su madre sonrió a los dos chicos, y, cuando miró a Annabeth, ella pudo distinguir un poco de duda en su mirada. 

Definitivamente, el hecho de que su madre fuera inteligente no la beneficiaba en mucho. 

"Siento mucho que ésto acaba tan pronto, pero tenemos una reunión importante en treinta minutos. ¿Cariño?" 

"¡Sí, sí!" Respondió su padre, y dejaron a los tres chicos en la sala de su casa. 

Percy se levantó bruscamente cuando el motor del auto de los padres de Annabeth dejó de escucharse. 

"Mejor me voy." 

"¡No, no!" Soltó James. "De verdad, quiero conocer al grandioso Percy Jackson del que todos hablan." 

James, con su sonrisa más amable, miraba expectante a Annabeth y a Percy. 

"¡ANNABEEEEEEEEEEEEEEEEETH!" Se escuchó un grito a la distancia, y Bobby, su hermano más pequeño, bajó corriendo las escaleras. 

Annabeth jamás estuvo tan agradecida con sus hermanos. 

"Tengo hambre." 

Percy soltó una carcajada llena de ternura. 

"¿Y si pedimos pizza?"

"¡SÍ!"

"NO." Respondió Annabeth. "Ayer comimos pizza." 

Percy hizo un puchero y se situó al lado de Bobby, de 6 años. Éste tomó su mano. 

"¡Por favooooooor, Annabeth!" Dijeron los dos al mismo tiempo. 

Ella negó con la cabeza. 

James se acercó y rodeó con los brazos a Annabeth. Bobby lo miró extrañado. 

"¿Tú quién eres?" 

"Soy el novio de tu hermana, mucho gusto... ¿Matthew?" 

"Bobby. Pensé que Percy era tu novio, Annabeth." 

Percy rió a carcajadas por segunda vez, y Annabeth sentía arder su cara. James la abrazó con más fuerza.

"No, Bobby." 

"¿Podemos pedir pizza?"

James chasqueó los dedos. 

"Vamos, pidamos pizza. Pero ven a elegirla conmigo." Bobby siguió a James, y juntos llamaron a la pizzeria más cercana. 

Percy y Annabeth se miraron. 

"Perdona a mi hermano."

Él negó con la cabeza. 

"No hay ningún problema, me cae realmente bien. Tienen los mismos ojos."

Annabeth sonrió.

"Ven, vamos a asegurarnos que no pidan pizza de chocolate o algo así."

Percy rodeó con los brazos a Annabeth, en gesto amistoso, como siempre lo hacía cuando quería sentirse alto. 

"Vamos."



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SIENTO MUCHO LO QUE PASÓ CON EL CAPÍTULO. Lo publiqué por error, lo siento, lo siento, lo siento. 

N. 

The Code Where stories live. Discover now