Capítulo 24. ¡Te amo!, Estúpidos árboles, ¡Nuevo profesor! y ¡OH MIERDA!

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-Te amo.

Esas dos palabras fueron las palabras que me dieron una alegría inmensa, era una fuerza tan poderosa que se adentró en mi, quería saltar y gritar que también lo amaba, Dios... yo había jurado que no me enamoraria de Liam, por Dios... estoy admitiendo que lo amo, maldición amo a Liam...

-¿Oiste? Te amo, Dios...-sonrio-. Te amo Scar, te amo, quisiera subir hasta la montaña más alta del mundo y gritar cuanto te amo, gritar que mi corazón te pertenece, gritar y no poder parar de gritar, eres la primera chica que amo con todo mi corazón, la única chica que cambió al viejo Liam y lo cambió por este chico, menos idiota. Estoy... estoy enamorado de ti, perdidamente y locamente enamorado de ti. Te amo Scar, no se como explicar esto tan fuerte que siento en mi pecho, pero se que tu lo provocas, tu eres la que produce estas sensaciones en mi cuerpo. Sensaciones increibles que me hacen sentir tan vivo...

Dios, no tenía palabras para explicar la emoción única que tenía en mi, la adrenalina que recorría por mis venas, una piel de gallina en todo mi cuerpo, una sonrisa de oreja a oreja se formó en mi rostro, abrí la boca para decir algo pero alguien brinco sobre Liam haciendo que se caiga dándose un fuerte golpe.

-¡Reto completo!.-grito Freddy-.

-Ouch, sal idiota.-se quejó Liam y lo empujo-.

Freddy, si alguna vez te quise dar una patada bien fuerte sería en este jodido momento.

-¡Vamos! ¡A patinar!.-golpeó a Liam en el hombro y se lanzó nuevamente a la pista de hielo-.

-Te ayudó...-murmure y le tendi mi mano, el la tomó sonriendo, cuando estuvimos parados frente a frente, el se quedo sonriendome, no sabía si debía callar o decir. "Hey vamos, intentemos patinar". Luego todo paso tan rápido y me robó un beso para luego estirarme de la mano y llegar junto a los demas.

(...)

-¡Hija!.-grito mi mamá al otro lado de la puerta-. ¡Sal!

-Ya voy-grite de mala gana, estaba tan cómoda en mi cama, sintiendo el calor con el montón de mantas que tenía, al final me puse mis pantuflas de conejito y sali-. ¿Qué sucede?

-Trajimos el árbol con tu padre. ¿Debemos decorarlo no?

-Oh... claro.-fui hasta el arbol-.

-Sujetalo hija.-dijo mi mamá mientras tomaba el árbol y ella también lo sujetaba para ponerlo en su lugar.

-¡Oh! ¡Que lindas esferas!.-escuche que mi mamá dijo, un fuerte peso se fue hacia mi, mi mamá había soltado el árbol y yo ya estaba cayendo al suelo con el enorme árbol aplastando mi cuerpo.

-¡Mamá!.-grite-.

-¡Oh! ¡Lo siento hija!.-sentí que el peso se alivianaba, hasta que todo el árbol fue sacado de mi cuerpo-.

-Armemos esta cosa de una vez.-dije-.

-¡Si a decorar!.-volteamos la vista hacia Paris-. ¿Me ayudan?.-París estaba envuelta con las luces de Navidad-.

(...)

-Y básicamente las moléculas pueden distinguirse de este modo...-la campanilla la interrumpió-. Bien, nos vemos el miércoles chicos, no olviden completar la unidad siete, espero los trabajos el miércoles.-recogió todas sus cosas y se retiró-.

Bien, era lunes, primera hora de clases. Alegría ven a mi. Volteó y encuentro a Chloe dormida sobre sus libros, volteó hacia la izquierda y veo a Bea, que tenía unos lentes oscuros. ¿Porque los tenía puestos? Di un golpe en su brazo que sostenía su cara y su cabeza golpeó la mesa.

El Hijo Del PresidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora