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¡Feliz Navidad a todxs!

Una brisa suave, cálida, chocaba contra mi piel. Estaba sentada en el porche trasero, inclinada hacia atrás y usando mis brazos para sostenerme.

Mientras estaba allí, en total silencio, como de costumbre, trataba de alejar los pensamientos que iban y venían y no me dejaban descansar hasta que cerraba los ojos. Incluso entonces, tenía problemas para deshacerme de la compañía no deseada que eran mis recuerdos.

Miré detrás de mí, a través del cristal de la ventana para ver a Harry escribiendo en su ordenador, Frunció el ceño y descuidadamente tiró papeles alrededor suya.

Por una vez quería que mostrase algún tipo de emoción. Era muy distante e independiente. Ni una sola vez había demostrado que me necesitara, cosa que evidentemente no hacía, pero yo en cambio había demostrado muchas veces que sin él estaría más que muerta.

El cielo brillaba y cuando miré hacia arriba sentí un mechón de pelo en la cara. Lo aparté de mi mejilla y en ese instante sentí algo resbaladizo y cálido moviéndose por mis pies descalzos.

Por impulso, bajé la cabeza y dejé la pierna quieta en el segundo en el que vi lo que tenía encima de la pierna.

"¡Oh Dios mío!" Grité, viendo que la serpiente de color marrón con manchas oscuras se detenía brevemente por mi repentina reacción.

De las muchas cosas que sabía de las serpientes, recordaba que las que había en Brasil eran de las más peligrosas. Nunca antes había tenido contacto con una, pero ésta era bastante larga y gruesa y era lo suficientemente grande como para que cualquiera se asustara al verla.

Nunca agites a una serpiente, leí una vez. Te pueden oír por la piel y los músculos que emitían ondas sonoras. Gemí cuando vi que se deslizaba más arriba, sintiéndome amenazada por sus movimientos.

Dudé en gritar de nuevo. Estaba alrededor de mi pierna ahora y sabía que si me movía lo más mínimo los resultados serían fatales.

Frenéticamente, miré detrás de mí para ver a Harry enchufando algunos cables. Estaba de costado hacia mí, que era más que suficiente para llamar su atención. Me mordí el labio inferior, haciendo una mueca cuando la criatura llegó a mi muslo.

Sus pequeños y brillantes ojos dorados, me acechaban distraídamente, mientras que trataba de pensar en algo para quitármela de encima sin agitarla. Podía ser rápida, pero habría más posibilidades de que me mordiera a través de los pantalones vaqueros.

Separé mis labios con una exhalación temblorosa que sacudió mi cuerpo. Miré la cosa, que se seguía deslizando alrededor de mis piernas, intentando con todas mis fuerzas quedarme tranquila. No tenía nada a mano que pudiera usar como pinzas para quitármela de encima, nada que pudiera alejarla de mí.

El pequeño gemido del nombre de Harry apenas salió de mis labios. Él era mi último recurso o tendría que esperar unos minutos hasta que se fuera. Volví la cabeza una vez más, mirando la puerta y lo lejos que estaba. Fue cuando me di cuenta de que la puerta estaba abierta y que si gritaba lo suficientemente fuerte podría llamar la atención de Harry.

Harry me daba la espalda ahora, haciendo algo con una bolsa. En momentos como estos, me gustaría que me estuviera vigilando y pendiente de cada uno de mis movimientos. Supuse que a veces no apreciaba su trabajo lo suficiente.

Dust Bones [ES] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora