All inclusive, nena

7- Secretismo 2.0

Venus

Dos semanas después del pequeño incidente que tuvo lugar en la maderera, bueno, en la entrada sin quieren que se los especifique, no lo volví a ver. Y estaba tan relajada por ello. Es decir, lo extrañaba un poquitín, apenas. Pero, a su vez, me sentía aliviada porque no sabía cómo iba a reaccionar cuando lo vea. ¿lo saludaba con un beso en la mejilla? ¿lo miraba y me sonrojaba? ¡Porque de seguro que me iba a sonrojar! Arrrgggg  ¡malditas hormonas!  ¿quizás debería hacerme la tonta? ¡no! pensaría que tiene algún poder sobre mí y que me intimida (cosa que lo hace) pero, un tema es demostrarlo y otro es afrontarlo como una campeona. Optaré por la segunda. ¡Qué estresante es ser mujer! 

En fin, mientras estoy parada en la puerta del zoom, observando cómo algunos chicos del seleccionado de basquet juegan, dibujo el boceto de la decoración y hago una lista de las cosas que nos faltan para concretar. Cabe decir que estoy un poco inquieta de que no hayamos avanzado tanto como esperaba, es decir, faltan tres meses y pico pero, son ¡tres meses! y el tiempo no da tregua y pasa rápido. Golpe el lápiz contra la banca en la que estoy sentada y medito sobre la disposición de la gente y del jurado pero para ello, necesito el listado de los jueces y... ejem... Agostina es la que se encarga. 

Suena infantil pero no quiero acercarme a ella. Siento que si me acerco todas las emociones que estoy manteniendo a raya últimamente, van a desbordarse por mis poros. Además, la gente empezara a especular y a cuestionar y a juzgar y a chusmear. Arrrrgggg ¿Cuántos años me faltan para salir de este infierno de secundaria? No me malinterpreten ¡amo mi colegio! pero odio al resto de la población hormonal de entre 13 a 18 años que hay en este instituto ¿No puede sólo acabar o quizás sólo permitir a algunos entrar y que el resto se pierda debajo de una piedra? Me estoy perdiendo.

Un golpe en la pared me saca de mis pensamientos ¡hey!¡ estuvo a centímetros de golpearme manga de neandertales! Bufo molesta y entrecierro mis ojos hacia uno de los chicos que se acerca a recoger el balón, éste me sonríe, se encoge de hombros y vuelve a su juego.  Recién allí me doy cuenta que no estoy sola (quiero decir, además de los chicos del seleccionado), Agostina (hablando de Roma) esta en una fila debajo a la mía. Frunzo el ceño ¿en que momento llegó? Agacho la mirada y dibujo unas líneas en el papel. Ambas estamos calladas, ninguna interrumpe a la otra y puedo sentir mi piel picar de los nervios ¡no puede sólo decir o hacer lo que vino a hacer e irse! ¡me incomoda!

Me detengo a medio dibujar, tomo la goma y lo borro. Miro el techo, pienso en dónde puedo ubicar las telas y las luces y lo esbozo. Estoy ensimismada detallando los colores de las telas que entre los tres acordamos cuando alguien se desploma en el asiento que está a mis pies. Lo había visto por el rabillo del ojo pero decidí hacer caso omiso como si no me importara. Cosa que lo hace... 

- Bien, lamento la tardanza, el trafico esta de locos ¿pudieron avanzar algo?- Recién allí levanto la vista y los miro a los dos pares de ojos que me observan

Levanto mis cejas hacia él- Creería...- respondo insegura ante su pregunta

- ¿Cómo que creerías? ¿no han hablado sobre los colores y demás?

- Si pero...

- Si lo hicimos, papá- irrumpe Agostina- hemos decidido que el blando, plateado y verde serán los colores que predominen y asumimos..- me mira a los ojos y luego a él. bueno, asumo que estarás de acuerdo ¿no es así?- levanta sus cejas

Mira entre ambas y se sonríe como si algo fuera gracioso ¿que es gracioso?- Sí, ángel. Estoy de  "acuerdo"

Ella lo golpea en el brazo y lo mira desaprobatoriamente. Abre su bolso,saca un lápiz de ojos y su espejo y se retoca el maquillaje. Blanqueo mis ojos y retomo mi boceto- ¿Qué sucede con la plataforma? ¿para cuándo la tendrán lista?- espeto demasiado fuerte mientras continuó dibujando ¿habré sonado molesta?