Capitulo 102: Te amo

2.1K 113 14
                                    

Kitty ya procuró que el viaje de vuelta a la escuela fuera rápido. Todo estaba sumido en silencio, y lo único que le dedicó a Logan fue que alguna que otra mirada fugaz, ya que este estaba aun débil y tumbado en unos asientos. Logan cerraba de nuevo los ojos de la recuperación, y cada vez que lo hacia, Janette aprovechó para mirarle el rostro que se encontraba a dos metros de ella. Se sentía indefensa con él en el mismo lugar, y cualquiera de los que estaban en el Blackbird lo sabían al verla encogida en su asiento.

Al llegar a la escuela, rápidamente lo llevaron a la enfermería y, los alumnos que los vieron pasar, se impresionaron. Janette estaba preocupada, pero aún temía de que el Logan que había tras el teléfono aquel día fuera real, así que no obtuvo el valor para ir hacia la enfermería aún. Con la intención de que nadie le dijera nada, se fue hacia su habitación. Encerrándose, como siempre había hecho. Se sentó en la cama con intención de hacer nada, solo pensar y temer, pero un rápido y corto golpeteo en su puerta resonó y se abrió sin pedir permiso.

-Janette - apareció Tormenta encerrándose con ella -, él está bien. Solo es el cansancio...

Janette asintió ligeramente sin añadir nada. Tormenta la observó, y supo que, como otras veces, Janette se volvió a esconder en su madriguera. Como compañera y amiga, su única intención era que eso no sucediera.

-¿No lo vas a ver?

-No lo sé - musitó.

Tormenta se sentó a su lado mientras negaba seguidamente, y Janette se percató al instante.

-¿Qué ocurre?

-Tú, eso es lo que ocurre... - murmuró mirándola directamente a los ojos.

Janette confusa, frunció el ceño y le preguntó:

-¿Qué? 

-Pues eso... Mira, ahora pareceré una profesora, pero esta es la verdad: la mayoría de las veces, cuando ves que algo es demasiado para ti, te escondes en aquí. Y aquí, este lugar, tu habitación, es tu peor enemigo. No puedes esconderte cada vez que te encuentres en una situación delicada. Es cierto que fuiste valiente al aceptar estar aquí, lo tengo en cuenta, pero... no puedes utilizar estas cuatro paredes para hacer ver que nada está pasando...

Janette no dijo nada, ya que estaba de acuerdo con ella, aunque le desagradara.

-¿Aún le quieres?

Janette la miró incrédula y algo ofendida por la pregunta.

-Por supuesto - susurró -. Pero...

-No quiero oír ni un pero - la interrumpió cortante -. Solo ve.

Janette le dedicó una pequeña sonrisa antes de levantarse y añadir:

-A veces me das miedo.

-Aún no me has visto cabreada - le advirtió bromeante.

Una carcajada, y Janette se fue hacia la enfermería con los nervios colándose por sus huesos. Al llegar al pasillo de los X-Men, lo único que oía eran sus pasos resonar. Una vez frente a la puerta de la enfermería, esta se abrió, dejando ver a Charles y Jean junto a Logan, quién estaba dormido en la camilla metálica. Janette se acercó y ambos, sin decirle nada, comprendieron que necesitaba un momento de soledad con él, así que se fueron.  Lo único audible eran los pitidos del electrocardiógrafo, a los que Janette se alegraba de oír. Miraba el rostro dormido de Logan, sus facciones mientras le acariciaba el brazo. Un mes sin saber de él fue como una vida vivida, una vida a la que no quería pertenecer. Y así en el sumergido silencio, sus lágrimas comenzaron a caer sobre la piel de Logan.

-Lo lamento tanto... - sollozaba - Dios... Perdóname, Logan... Lo siento... Lo siento...

Se aferró a la mano de Logan con fuerza queriendo no apartarse nunca más de él. Entonces se dio cuenta: fue una estúpida. Todas aquellas veces que se alejó de él por todo el miedo que tenía, fueron errores, que debía haber aprovechado el tiempo que tenían. Si no se hubiera ido aquella vez voluntariamente de la escuela, quizás no hubiera pasado lo que pasó o, como a ella le parecía mejor opción: si no hubiera estado en la escuela, ellos vivirían en paz. No pudo más y apoyó su cabeza contra el torso de Logan.

- En cuanto despiertes no dudaré en decirte cuanto te quiero...  - susurró.

Una mutante nueva (Terminada)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz