22 •Amor•

137 12 3
                                    

PDV:Jaiden:
El dolor en mi cuerpo era insoportable, apoderándose completamente de mí. Sentía voces por todos lados, fruncí mi ceño y poco a poco fui abriendo mis ojos, dándome cuenta que estaba en el hospital, por las blancas paredes y el sonido del fastidioso aparato. Miré a mis alrededores y ahí estaban James, Marcelo, Isco y Sergio. En ningún momento vi a Cristiano.

—Ya despertaste dormilona .—Ríe James.

—¿Qué pasó?, ¿dónde está Iker? .—Pregunté adolorida, fue lo primero que se me vino a la mente después del accidente. Intenté acomodarme pero James no me lo permitió.

—No hagas movimientos bruscos .—Asentí—. Y sobre Iker...digamos que ya no volverá a molestar .—Mis ojos se abrieron como platos.

—No me digas que... .—Ellos asintieron. Mierda, mi corazón dolía, ya que de todas maneras era mi hermano, pero no podía hacer mucho, me había mentido y al arrojarme por las escaleras, ese pequeño lazo que quedaba entre nosotros, terminó por destruirlo él mismo.

—Fue orden de Cristiano .—Respondió Marcelo—. Estuviste una semana inconsciente Jaiden, es obvio que iba a reaccionar así.

—¿Y él dónde está ahora? .—Pregunté.

—En casa, quiere estar solo .—Musitó Sergio.

—Necesita estar solo .—Menciona Isco—. En esta fecha su madre falleció.

—¿Cuantos días dijiste que estuve inconsciente? .—Pregunté tratando de memorizar. Y también necesitaba hablar con Cristiano.

—Una semana .—Deslice mi pie hasta que toco el suelo—. ¿A dónde vas? .—Preguntó James.

—A casa por mis cosas .—Sergio interfirió—. Quítate de mi camino, Ramos.

—No .—Me desafía con su mirada.

—Sergio, ya me siento mejor quiero irme .—Este negó.

—Debes descansar así que andando jovencita, a la cama .—Me apuntó a la camilla y negué como niña pequeña.

—Ya me siento mejor así... .—Sentí un golpe en mi espalda el cual di un ahogado grito de dolor, me doy vuelta y James fue quien me había golpeado—. ¡James! .—Le reclamo.

—Mentirosa .—Niega mirándome con severidad—. Ve a la cama, aún no estas recuperada al cien .—James me ordena, su voz sonaba bastante severa, cosa que nunca había escuchado.

—Bien, bien .—Me acosté rendida a esta y los mire cruzándome de brazos—. ¿Contentos?.

—Más que contentos .—Dicen al unísono. Tenía que salir de aquí a como de lugar. Esta misma noche.

—Por cierto ¿dónde está mi ropa? .—Pregunté. Marcelo apuntó a un mueble.

—Te tuvimos que traer ropa limpia .—Asentí. Los chicos se levantaron de sus lugares—. Bien pequeña mañana te vendremos a ver, no te levantes.

—Esta bien .—Sonreí. Ya váyanse que me quiero escapar.

—Adiós .—Se despidieron todos y yo levanté mi mano en forma de despedida. Estos se fueron y no dude ningún segundo en levantarme de la cama e ir por mi ropa en él mueble que Marcelo me había indicado. Dejo la ropa en la camilla, me voy a dar una ducha rápida y una vez que estoy lista, me coloco mis prendas delicadamente ya que mi cuerpo aún estaba adolorido, tenía unos cuantos moretones en mis brazos y piernas, pero dolían como el infierno.

—Bien, operación Jaiden, ha comenzado .—Abro la puerta sigilosamente y miro hacia todos lados para verificar que no estuvieran los chicos aún.

•••

PDV:Cristiano:
Mantenía la vista clavada en la ventana. Hoy se cumplía otro año más desde la muerte de mi madre. En estos momentos me siento más débil que nunca, he sido muy ausente también con mis hijos, pero mi corazón y mi mente están en una dimensión desconocida sintiendo que nada me importa en estos momentos.

Si tan sólo no me hubiera ido, aquella noche nada hubiera pasado y tendría a mi madre aquí conmigo aún. Jamás he demostrado ni el más mínimo sentimiento con los demás, pero aún así soy débil. Todo era tan distinto antes hasta yo mismo me he dado cuenta de mi cambio, y ahora me siento muy bien como soy.

Grité con todas mis fuerzas golpeando la ventana de mi habitación provocando que el vidrio se esparciera por todas partes en miles de pedazos. Me senté en el suelo con la mano ensangrentada, unos cuantos sollozos salieron de mí, jamás iba a perdonarme la muerte de mamá. La vista se me nublaba a causa de las lágrimas que estaban saliendo de mis ojos. Odiaba llorar. De pronto la puerta de mi habitación se abre, si era Marcelo para darme noticias de Jaiden, lo terminaría echando de aquí, sabe que quiero estar solo sin que nadie me moleste. No quise elevar la vista, no quería que nadie me viera llorar.

—¿Quién es? .—Me límite a preguntar. Solo sentí unas cálidas manos al tomar mi cabello corto, atrayéndome hacia su cuerpo. Por un segundo pensé que era mi madre. Cerré mis ojos y abracé a la persona, no importaba quién fuese, solo necesitaba un abrazo reconfortante—. Gracias...

•••

PDV:Jaiden:
Verlo de esa manera me destrozaba el corazón. Y es ahora que me doy cuenta de que su manera de ser es solo un caparazón que por el otro lado cubre a un ser bastante sensible que necesita ser amado. Besé su nuca e hice una mueca de dolor al sentir sus brazos rodear atrayéndome más a él. Mis moretones en estos momentos no ayudaban.

—Tranquilo .—Susurré cerrando mis ojos al sentir contacto con él—. Cristiano, demuestras ser un hombre fuerte ante todos, tratas de ser alguien frío sin sentimientos pero me he dado cuenta que eres todo lo contrario .—No tienes idea de cuanto quiero decirte que...estoy enamorada de ti. Pero para no causarte más daño, no lo quiero hacer, además me iré lo más pronto posible para que no tengas más problemas por mi culpa.

—No tienes idea de cómo la extraño .—Una sonrisa se formó en mis labios—. Mi padre murió cuando tenía apenas veinte años y luego ella...mierda, odio todo esto.

—Hey...ella esta en un lugar mucho mejor del que estamos nosotros .—Pobre. Perdió a su padre y ahora a su madre hace dos años atrás. Está completamente solo con sus pequeños. Cristiano eleva su vista para encontrarse con mi mirada. Le dedico una sonrisa y con la yema de mis dedos sequé las  lágrimas que salían de sus ojos. Se aferró más a mí, abrazándome un poco más fuerte.

Beso su nuca y pude ver cómo su cuerpo se relajaba mientras cerraba sus ojos. Sigo acariciando su cabello, miro a la puerta y Marcelo con los chicos estaban presenciando la escena, estos nos miraban con una sonrisa, yo hago una mueca de dolor al sentir como Cristiano me oprimía más. Intento levantarme del suelo para acomodarme, y vi a Cris quedarse profundamente dormido. Ay no.

—Cristiano, vamos a la cama .—Murmuro.

—Déjame aquí... .—Musita.

—No, no te dejaré dormir aquí en el suelo, ven, vamos .—Me levanto a duras penas y levanto a Cristiano con mucho cuidado. Lo acuesto en su cama—. Buenas noches .—Beso su mejilla.

—No me dejes .—Me agarra de la muñeca y de un impulso, quedé encima suyo, suelto un quejido de dolor.

—Buenas noches .—Canturrea Marcelo y cierra la puerta. La peluca traicionera me dejó aquí sola con él.

—Te amo... .—Cristiano susurra, ¿estará soñando?.

—Descansa Cris .—Acaricio su rostro, cierro mis ojos quedándome dormida al instante.

Way Down We Go - Cristiano RonaldoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora