1 •El Encapuchado•

734 77 3
                                    

España, Madrid.

PDV:Jaiden:
La lluvia golpeteaba el suelo que inundaba las calles y la gente comenzaba a desaparecer poco a poco. Yo...seguía caminando bajo la lluvia sin la compañía de algún paraguas. Soy una chica bastante descuidada conmigo misma. Sin embargo, lo que tenía que hacer es más importante, estudiar en la biblioteca no es algo que hago todos los días. Pero el examen de Logística debía aprobarlo de alguna u otra manera y no tenía el libro en mis manos. Así que no me quedó otra opción más que venir hasta aquí.

Golpeo la puerta con tres toques firmes. Nadie abre. Suelto un pesado suspiro y vuelvo a tocar pero no hay respuesta de vuelta. ¿Habrá pasado algo?. Claro está lloviendo, me respondo a mí misma.

—Está cerrado niña terca...el dueño de esta biblioteca falleció hace unos días atrás .—Me giro para ver a un chico leyendo una revista de la tienda de al lado.

—¿Cómo dices? .—Elevo una ceja. Este ladea su cabeza para observarme.

—Lo que escuchaste...está cerrada, el dueño falleció .—Vuelve a responder.

—Oh... .—Vuelvo a mirar hacia el gigantesco portón de madera—. Gracias por el aviso .—Me giro para irme a casa con las pocas esperanzas de aprobar mi examen.

—Pero si gustas puedo llevarte a otra biblioteca que queda cerca de aquí .—Vuelve a hablar. Me volteo y frunzo mi ceño.

—¿Por qué habría de confiar en ti?, ni siquiera te conozco .—Señalo.

—Yo tampoco te conozco, solo con la diferencia de que estoy siendo amable contigo y tú te estás portando como una maleducada .—Cierra la revista y la deja en su lugar—. No peleo con niñas testarudas .—Se gira para irse. Idiota. Pienso en muchos segundos sobre hacer algo. Y ya con una decisión tomada me limito a hablar.

—Está bien...llévame a esa biblioteca que tanto dices, necesito el libro para estudiar y es lo único que me importa en estos momentos .—Noto como sonríe de lado. Algo aquí no anda bien.

—Ven...vamos .—Comienza a caminar y yo voy detrás de él. Llega hasta un automóvil que parecía ser un Porsche, saca las llaves del bolsillo de su pantalón y el auto se abre automáticamente al presionar el botón del llavero. Me observa con una sonrisa de lado, me doy cuenta que ambos estábamos cubiertos de agua hasta por los oídos—. Las damas primero .—Camino rápidamente adentrándome y cierra la puerta. Noto que se da la vuelta y se adentra sentándose al asiento de piloto.

—Necesito ese libro pero inmediatamente rápido .—Digo algo mandona. La desesperación me tiene así.

—Tranquila niña...no soy algún tipo de superhéroe como flash por si piensas eso .—Reclama—. No seas impaciente.

—Debiste pensar eso antes de ofrecerte a llevarme .—Le respondo obvia.

—No te conozco lo bastante bien...y tú misma decidiste subirte al auto de un extraño .—Sonríe victorioso.

—Entonces me bajo, no tengo nada que hacer aquí .—Digo ya decidida a bajar de su coche.

—Como quieras, no estoy en edad para aguantar las pendejadas de una niñata como tú .—Me bajo del coche y cierro la puerta de la mala gana. Me encamino en dirección a casa con las esperanzas en la basura. Yo sólo quería mi libro, nada más. El rubio se larga en su automóvil dejándome sola y sin ninguna alternativa.

—Oh, disculpa .—Digo al chocar con un chico quien me miraba con su ceño fruncido—. ¿Por qué me miras así? .—No responde—. ¿Quieres pelear? .—Lo desafié. La lluvia caía con más fuerza y ya sentía mi cuerpo congelarse. En cambio el chico suelta una risa irónica y sigue caminando—. ¿Qué le pasa al mundo de hoy? .—Hoy fue algo extraño. Primero un rubio al cual me subí a su automóvil con toda la confianza del mundo sin saber a dónde me podría haber llevado y ahora...con este idiota que me dejó con la palabra en la boca.

Way Down We Go - Cristiano RonaldoWhere stories live. Discover now