9 •James•

193 51 2
                                    

PDV:Jaiden:
Todo lo que he pasado durante estos últimos días me ha desconcertado. Camino a las escaleras para subir rápidamente en dirección a mi habitación. No quería verle la cara a ese idiota. De pronto veo a un pequeño, quien me mira curioso y sonríe, ¿quién será?. Me acerqué inclinándome hasta su altura.

—Hola .—Saludé con una sonrisa—. ¿Qué ocurre?.

—No encuentro a mi papá .—No pude contenerme ante tanta ternura y le acaricie su cabello—. ¿Quién eres tú? .—Preguntó.

—Me llamo Jaiden .—Sonreí—. ¿Y tú? .—Pregunté.

—Me llamo Mateo, busco a mi papi Cris .—Respondió este con mucho orgullo. Y desde ese entonces me di cuenta que este pequeño era el hijo de ese idiota.

—Es un nombre muy lindo para un chico tan lindo como tú .—Sonreí y este sonrió con timidez, me abrazó por el cuello—. ¿Cuál es tu habitación? .—Pregunté pero no obtuve respuesta de él. Así que no me quedó de otra más que caminar de pasillo en pasillo—. Mateo ya llegamos .—Avisé en susurro al quedarme parada frente a su habitación que estaba muy bien decorada. Me adentré a la habitación caminando hasta la cama del pequeño. Con mucho cuidado lo recosté en esta y lo cubrí con la manta. Me giro para ver detalladamente su habitación y mis ojos se abrieron como platos, habían tres niñas más, ellas se encontraban durmiendo.

—Gracias por traer a mi hermano, no sabía dónde se encontraba .—Me sobresalté al escuchar una voz detrás mío. Me doy media vuelta y al parecer era el hermano mayor de todos ellos.

—No hay de qué .—Sonreí—. Estaba buscando a tu padre pero me encontró a mí.

—Soy Cristiano Jr., un gusto .—Estrecha su mano, recibo su mano gustosamente.

—Soy Jaden, es un placer para mí .—Contesto—. Vamos, deberías regresar a tu habitación .—Él asiente, comienza a hablar de las cosas que sucedían aquí.

—Papá no es malo, como lo suele parecer, solo está dolido por la muerte de mi abuela.

—Vaya... .—Al ver que Cris se detuvo, supe que habíamos llegado a su cuarto.

—Me agradas Jaiden, solo acostúmbrate un poco más.

—Por cierto, ¿qué edad tienes?.

—Trece años .—Ahora comprendía, ser el mayor implicaba mucha responsabilidad en él, cuidar a sus hermanos y evitar que vieran lo que su padre pudiera hacer delante de sus ojos. Me despido de Cris Jr. y este cierra la puerta detrás mío para luego encontrarme con James quien me miraba divertido.

—Veo que ya conoces a los hijos de Cristiano .—Sonríe este.

—Sí .—Respondí devolviéndole el gesto—. Sobretodo el mayor, es un pequeño bastante agradable.

—Mi hija también lo es .—¿Hija acaba de decir?.

—No sabía que tenías una hija .—Dije con una sonrisa y a la vez sorprendida por tan inesperado comentario.

—Su nombre es Salomé .—Sonríe y saca una foto de su billetera entregándomela.

—Es idéntica a ti .—Confesé sorprendida—. Es una nena bastante hermosa debo decir .—Le entregué la foto—. ¿Y su madre también, no? .—Esa pregunta fue como si le hubiera clavado con una daga en el estómago—. Lo siento no debí.

—Tranquila, no es nada .—Suelta un suspiro—. Para Salo ha sido una etapa bastante complicada y mucho más para mí al tener que criarla sin la figura materna de ella .—Lo último lo dice como si tuviese rencor de ella.

—¿Dónde está su madre? .—Me atreví a preguntar.

—Siempre hemos sido yo y Salo, no hace falta recordar de alguien que no vale la pena .—Respondió con una sonrisa afligida.

—¿No se te ha hecho un poco difícil? .—Pregunté y él negó.

—Me he acostumbrado .—Se encoge de hombros—. Al principio me resultó difícil por el hecho de que me encontraba solo pero con el paso del tiempo todo ha ido cambiando y con eso me basta.

—Es bueno escuchar eso .—Este asintió—. Será mejor ir a descansar .—Caminamos hasta llegar a mi habitación—. Buenas noches James.

—Buenas noches Jaiden .—Dice en un susurro. Entré a mi habitación cerrando la puerta detrás de mí. Me acerqué a la cama tomando la blusa que James me había prestado y caminé hasta el baño. Al salir ya cambiada me encuentro al portugués quien observaba el cuadro que se encontraba colgado.

—¿Qué haces en mi habitación? .—Pregunté molesta cruzándome de brazos. Dirigió su vista hacía mí—. No tienes derecho a invadir espacio ajeno.

—Esta es mi casa y puedo entrar en donde se me pegue la gana .—Se acercó e hice distancia—. Además me aseguraba de que no te fueras a escapar.

—Pues ya viste que sigo aquí...y en mi habitación no tienes derecho a entrar cuando se te pegue la puta gana .—Respondí y caminé hasta la puerta—. Ahora si eres tan amable ¿podrías dejarme a solas? .—Pedí apuntando hacía la salida. Este no dijo nada y se fue.

•••

Marcelo conducía la camioneta mientras que yo estaba sentada al lado de ese portugués. James se encontraba al frente de mí quien me miraba sin que nadie lo notase más que yo.

—James .—Hablé—. ¿Puedo cambiarte de puesto? .—Este asintió. Pude notar la mirada de mi acompañante de al lado. James me cambió el puesto y ahora lo tenía frente a mí. Ni siquiera sé a dónde íbamos. Temían que me quedara sola y me pudiese escapar así que me trajeron a la fuerza. Mi vista iba fija en Cristiano inspeccionando cada facción de su rostro. No puedo negar que este imbecil es bastante atractivo. Esa mirada tan tranquila y misteriosa que siempre trae me causa mucha curiosidad. Trato de ver más allá, que esconde detrás de ese caparazón, pero es imposible.

—¿Qué tanto me miras? .—Preguntó este haciendo que mis ojos se abrieran como platos.

—No te miraba a ti .—Me crucé de brazos. No me respondió y siguió con lo suyo. Tan callado y reservado. La lluvia no paraba. Marcelo se detuvo frente a una casa y todos bajaron armados. ¿Qué estaba pasando aquí?.

—No te muevas de aquí .-—Me ordena—. O sino date por muerta .—Advirtió y dicho esto último salió de la camioneta cerrando la puerta del auto. ¿Han escuchado ese dicho el cual dice "la curiosidad mato al gato"?. Me bajé cuidadosamente y de pronto se escucha un disparo dentro de aquella casa y luego otro nuevamente. Me faltaron pies para subirme nuevamente a la camioneta y cerrar la puerta. Los chicos venían como si nada hubiera pasado y regresaron con una bolsa. Estos se subieron y noté que James mantenía el ceño fruncido.

—¿Estás bien James? .—Pregunté y este asintió. Su mano izquierda estaba apoyada en su abdomen. Quité su mano y estaba sangrando—. ¡Mentiroso, estás herido!.

—¿Qué? .—Dijo Cristiano mirando inmediatamente a James—. Idiota dijiste que no te había hecho daño.

—Pero ya está muerto .—Ríe James.

—Debemos llevarlo al hospital .—Avisa Marcelo. Nadie dijo nada y este arranco al hospital. Recosté con cuidado la cabeza de James en mis piernas y le acariciaba su cabello para que se pudiera relajar y olvidarse un poco del dolor.

Miro de reojo hacia Cristiano y este nos miraba con seriedad, sobretodo a mí.

Al llegar todos se bajaron a excepción mía y de él. El ambiente podía notarlo tenso y silencioso. El único que me preocupaba era James espero que todo vaya bien.

—No tienes por qué estar preocupada, él saldrá de esta como siempre suele hacerlo .—Habló Cristiano rompiendo el incómodo silencio que había entre nosotros.

—¿Cómo estás tan seguro? .—Pregunté cruzándome de brazos.

—Conozco bien a James y sé que nada puede con él con tan solo estar al lado de su pequeña .—Asentí. Solo espero que todo salga bien.

Way Down We Go - Cristiano RonaldoWhere stories live. Discover now