Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ₂

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-¿Kyuhyun?, ¿Sigues ahí? – Hizo una pausa - ¿Hola?

-Sí, perdóname - respondió con voz pastosa - ¿Necesitas algo?

-¿Qué no te puedo llamar para saber cómo estás? – espeto.

-No... – Respondí y luego me tape la boca, ¡PEDAZO DE IMBECIL! Suspire y me lleve una mano a la cabeza – Si, mejor dicho... es que me sorprende tu llamada.

-Me entere de lo que te ocurrió - respondió con voz baja, estaba enfadada... bueno, bienvenida a mi mundo; me dije. – Y pues quería pedirte una disculpa.

-¿Qué? – pregunte atónito.

Al otro lado del teléfono ella resoplo, podía imaginarla rodando los ojos y sacudiendo la cabeza, estaba seguro de que lo había hecho.

-Quería pedirte una disculpa por no responder el teléfono, lo siento, ni siquiera tenía el teléfono conmigo – se disculpó.

-Sí, no hay problema.

-Está bien, entonces me voy – agrego.

-No, espera ¿Seohyun? – masculle con desesperación, al otro lado respondieron "¿Si?". Respire profundo, si hacia esto bien pasaría a la posteridad como la llamada más larga entre ella y yo – eres patético, de verdad – me dijo una voz interna- ¿Cómo les fue?

- Muy bien, gracias por preguntar.

Respire hondo, ¿No podía hacer un intento por mantener una conversación conmigo?

-¿Cómo esta Yuri? – pregunte mientras bostezaba.

-Ella está bien, no le paso nada – hizo una pausa y tomo aire – Pero Sunny tuvo un mareo previo antes de su solo – su tono cambio, ahora se escuchaba divertida - Deberías llamarle, quizá a ti te diga cómo se encuentra – solté un bufido, Sunny otra vez – A mí no me habla.

-Lo lamento, de verdad, no pensé que mi llamada causara estos problemas – dije con timidez – Perdóname Seohyun.

-Ya me acostumbre – respondió hosca.

-Gracias por preocuparte por mí – dije algo molesto – Me debo ir, aquí es de madrugada, hasta pronto.

No espere respuesta, colgué y lance el teléfono a los pies de la cama. Me cubrí con todas las mantas y me tape el rostro con una almohada, apreté las manos entorno a ella, con tanta fuerza que los nudillos me dolían. – Contrólate – me dijo una suave voz en el fondo de mi mente.

Salí de la cama a trompicones y me pasee por la habitación unos cuantos minutos sin rumbo fijo, habían bastado unos minutos para que me lograra poner de malas, eran pasadas las dos de la mañana y el reloj se movía tan lento como siempre, maldito tiempo y su paso, cuando quería que se tardara mucho pasaba como agua y cuando necesitaba que corriera más rápido, avanzaba con una lentitud enloquecedora.

-A la mierda – masculle con frustración.

Busque en mis maletas algo de ropa decente y me la puse sin bañarme siquiera, ya regresaría al hotel para descansar – si regreso – pensé con una sonrisa diabólica en el rostro. Unos pantalones negros una playera tipo polo blanca, mis Vans grises y una gabardina color beige, si no combinaba tampoco me importaba, no estaba Heechul o Yesung para combinar mi atuendo. Y a todo esto, tampoco hubiera sido mala idea salir con la pura gabardina, lo peor que podía ocurrir es que tuviera que firmar mi renuncia y grabar un video anunciando mi salida del grupo, tampoco me importaba, me podía dedicar a la música con o son ayuda de SM, y así me libraría de mi hermoso tormento, y ella podría ser feliz a sus amplias.

-Pero eso es demostrar que te sigue importando – me dije frente al espejo.

Mi cabello era una extraña combinación entre un nido de pájaro y el resultado de subir a la montaña rusa unas ocho veces. Cuando tenía el cabello negro, ósea cuando debuté, mi cabello era suave, manejable y brillaba de forma envidiable para algunas muchas mujeres. Pero ahora era de un color castaño avellana, maltratado, seco, difícil de manejar y más cortó. Ya llegaría mi servicio militar y me raparía para dejar de tener mi nido de pájaro privado.
En realidad no había cambiado mucho desde mi debut, si exceptuabas mi cirugía en los parpados. Eso era más que evidente, pero tampoco me molestaba admitirlo, en el grupo no había un solo rostro natural, pero el mío era de los menos operados.
Tome le celular cuando empezó a sonar.

-¿Hola? ¿Hyung? – dije.

-No se te ocurra cometer una imprudencia – respondió impositivo Changmin.

-Buenas madrugadas – respondí irónico mientras intentaba peinarme - ¿Volvió a correr contigo?

-Kyu...

-No, Kyuhyun nada – interrumpí enfadado – Me importa una mierda si corrió a que la consolaras, lo que yo haga no es de tu incumbencia y mucho menos de la de Seohyun.

El no dijo nada, escuche las respiraciones entre cortadas y los bufidos de alguien más, estaba con ella.

-Y si tanto le preocupo – dije con ironía – Que me llame E-L-L-A.

-No, es posible que siempre te comportes de esa manera tan infantil – sentencio Seohyun, que ahora tenía el teléfono.

-Discúlpame por ser así, no es mi culpa ser el impulsivo, impaciente, vicioso y toda la enorme lista de defectos que me encuentras Seohyun – hice una pausa para tomar aire – Yo no soy tan perfecto como Changmin, lo siento.
Y volví a colgar. Ahora tome la precaución de apagar el móvil y dejarlo en el hotel.

Salí de mi habitación con paso decidido a la nada.  



☼BEAUTIFUL☼ (SeoKyu)Where stories live. Discover now