Thirty-five.

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«z»

Tome mi chaqueta, mi trago y mi billetera, pero solo por si acaso, también las llaves de mi auto. Así que después de unos minutos esperando en la puerta trasera tome la mano de Jill y los dos salimos a la calle con la ayuda de mi guardaespaldas, las calles de atrás y las demás estaban solas, porque los paparazzis estaban en la entrada esperando a que alguien entrara o saliera, además eran cerca de las 3 am y estaba haciendo bastante frío, así que no había tampoco tantas personas fuera. Yo daba las gracias por eso, porque quería un poco de tiempo a solas con ella.

Aunque no es como si estuviéramos solo nosotros dos, un poco más atrás estaba mi guardaespaldas, solo para cuidarnos. Pero no era la privacidad que quería. De todas formas la coloque lo más cerca que pude de mi, los dos todavía estábamos un poco acalorados pero la noche estaba muy fría así que no quería que ella estuviera incomoda o algo.

-entonces fue una suerte que no te despidieran del trabajo, amor- dije con una pequeña sonrisa, ese día la había hecho desaparecer por completo.

-si, dijeron que "entendían mi emergencia familiar"- ella soltó una pequeña risa mientras se agarraba mi mano un poco más fuerte que antes- aunque me sentí mal al mentirles... Ellas han sido la verdad muy generosas conmigo.

-bueno, la segunda vez que pase si te despedirán, hermosa- dije con una sonrisa de medio lado.

Ella simplemente me miró sorprendida para después darme un pequeño puchero, se veía tan tierna que me daban ganas de detenernos y besarla... Pero estaba Alberto. Mierda.

-¡estás loco!- dijo negando pero al mismo tiempo dejando ver una pequeña sonrisa- no lo puedes volver a hacer, Zaynie.

-¿por qué no?- pregunté haciendo un puchero igual- ¿acaso no te gusto pasar ese tiempo conmigo?

Ella suspiro y negó casi de inmediato:
-Zaynie, no me manipules con eso.

Los dos soltamos una risa y después bebí un poco de mi bebida, ya estaba empezando a sentir un poco el frío, aunque yo estaba bien cubierto. Ella en cambio tenía vestido corto, con ese escote... Y agh.

-Zaynie... ¡Zayn!- dijo apretándome la mano, yo me sonroje terriblemente.

-lo siento hermosa- dije soltando una risa y empezando a acariciar su mano con mi pulgar- ¿qué me decías?

-¿qué por qué quieres que me despidan?- preguntó con una sonrisa, lo estaba preguntando bromeando.

Yo sonreí:
-porque quiero pasar el mayor tiempo posible contigo, y los fines de semana son ideales... Porque yo estoy aquí la mayoría del tiempo, y tú también -lo dije con una sonrisa, siendo sincero.

Ella simplemente sonrío y me dio un pequeño beso en la mejilla, yo me sonroje y ella se separó. Los dos nos miramos al mismo tiempo con una pequeña sonrisa.

-yo también quiero pasar el mayor tiempo posible contigo, Zaynie- susurro abrazándome mientras deslizaba sus brazos por debajo de mi chaqueta.

Yo sonreí colocándola más cerca:
-¿tienes frío, amor?

Ella asintió con una sonrisa mientras miraba hacia arriba, se veía tan hermosa, me encantaba:
-¿quieres mi chaqueta, preciosa?

-la verdad prefiero un abrazo tuyo, Zaynie- dijo mientras poco a poco se sonrojaba.

Yo solté una pequeña risa:
-¿qué tal si te abrazo y al mismo tiempo usas mi chaqueta? ¿Te gusta eso?

Ella sonrió de una manera tierna, lo que me hizo sentir que la quería tener para siempre en mis brazos. Era tan hermosa:
-si, la verdad eso me gusta.

18 // zjm (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora