Thirteen.

7.1K 568 207
                                    

«j»

En sonido no tan lejano de un beep me despertó, aunque no de golpe si no mas bien lentamente. De algun modo supe que estaba en el hospital y no por ese sonido, sino porque todo olía a limpio. Demasiado limpio y esterilizado. Olía a hospital.

Poco a poco fui abriendo los ojos y lo pude comprobar, si, estaba en un hospital.

Es decir, estaba viva, había sobrevivido. No sabia como sentirme con esto, sabia la mitad de lo que había pasado ya que recordaba haberme tomado las pastillas y sentarme en el baño por bastante tiempo, pero por ahora los recuerdos seguían llegando a mi mente poco a poco.

Trate de tomar una bocanada de aire pero algo me lo medio impidió, tenía tubos en mi nariz y los podía sentir bajar por mi garganta. Que asco... No podía respirar muy bien.

Me trate de mover un poco pero todo me dolía, en especial mi cabeza, igualmente lo hice ya que quería ver a mi alrededor. Me encontraba sola en la habitación y mi brazo tenía varias intravenosas y moretones, al igual que veía varios cables conectados a mi cuerpo debajo de la bata de hospital.

Solté un lento y doloroso suspiro y después cerré mis ojos. Estaba viva, había sobrevivido a mi patético intento de suicidio y...

Oh mierda, Zayn me había escrito un dm.

-Zayn- solté abriendo mis ojos y buscando mi celular de manera instintiva, de inmediato me di cuenta que mi voz estaba ronca y la garganta me dolía terrible al hablar.

Los recuerdos invadieron mi mente ¿de verdad Zayn me había escrito, o solo era una loca alucinación ? Mire a mi alrededor buscando mi celular, ya que era la única forma de averiguar si era verdad o no, pero la puerta de la habitación se abrió y mi mama entro.

Oh mierda, mis padres.

-Jill- soltó mi madre, pensé que se iba a enojar, pero no, empezó a llorar y corrió hacia mi, abrazándome de inmediato.

Trate de no quejarme y la abrace igual de fuerte:
-mama- dije casi en un susurro.

-Jill, dios- me dijo después de varios segundos, ya no me abrazaba y ahora solo me miraba- estas bien- dijo con una sonrisa.

Yo solo asentí y medio sonreí.

-tengo que traer al medico, ya vengo- dijo y me dio un beso en la frente.

Yo la detuve casi de inmediato, no es que no estuviera agradecida, es que me quería sacar eso de la mente:
-mama ¿mi celular?

-en el auto- dijo con una sonrisa y después salió corriendo de la habitación, pero a buscar al medico.

Solté un largo suspiro y me recosté de nuevo en la habitación. No, mierda. Me sentía avergonzada, esto era justo lo que no quería que mis padres vivieran, o que los médicos me vieran así... O que mis compañeros en la escuela me miraran peor de lo que ya lo hacían, porque seguro la noticia ya se había corrido por la escuela. Me tape la cara con ambas manos y solté un grito de frustración, que solo me hizo doler mas la garganta, a lo que me arrepentí de inmediato.

Apuesto que me habían hecho un lavado de estomago, por eso me dolía todo. Además que posiblemente había muerto, o estuve a punto de morir. Mire mis manos por unos cuantos segundos y luego mire a mi alrededor.

La habitación era linda, con vista a los edificios de Londres y la verdad todo muy lujoso. Seguro que estaba en ese hospital que todos morían por pagar, pero solo algunos cuantos podían.

La voz de mi padre y mi madre hablando con alguien mas me saco de mis pensamientos y me hizo ver a la puerta. El medico entro con una pequeña sonrisa, y yo me sonroje, estaba ahora más avergonzada ya que era uno de los médicos que me habían visto toda la vida.

18 // zjm (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora