Capítulo III.

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Ya me había  acostumbrado a volver a clases. Una que otra vez lo miraba en los pasillos. Trataba de regalarle una sonrisa, pero no se fijaba en mi. Un día lo vi intercambiando palabras con mi hermano; él cual no era nada sociable.

—Un amigo— dijo sin importancia.

—Y ¿cómo se llama ese tu "amigo"?—dije mientras con los dedos fingía hacer un par de comillas.

—¿Por qué tan interesada? —pregunta Andy mientras elevaba ambas cejas. Mentirle es muy fácil, así que respondí:

—Por que tu no eres de hacer amigos fácilmente, así que quiero saber si es real o no—digo con un guiño.

—¿Si te digo, dejas de molestarme?— pregunta mientras se sienta en el sillón de la sala.

Sip—respondo mientras me siento a su par.

—Se llama Evelio.

—¿Es broma?— La verdad, creerle era algo que con el tiempo, se volvió cada vez más difícil.

—No. Ahora, vete  —Me levanto del sillón, y me dirijo a mi cuarto. Necesitaba confirmar la declaración de mi hermano. ¿Y quién mejor que Brenda para hacerlo? Siempre está enterada de todo. 

Cojo mi celular y llamo Brenda, al cuarto timbre contesta:

-—¿Halo?—.

Brenda, ¡hola!—. 

Aun no he echo tareas casi siempre la llamo para pedirle tareas —.

Ja Ja—digo sarcásticamente—No te llamo por eso—.

Tampoco las copie—dice como pretexto—.

Tampoco te llamo por eso—.

Luego de un momento incomodo pregunta —¿Estás en el hospital ?—.

No, pero quiero hablar contigo— estaba empezando a colmar mi paciencia. 

Son bromas, ¿Cómo estás?—pregunta animada. Nos ponemos a hablar de todo un poco, hasta que me animo y le digo:

¡Hey Brenda!—.

¿Si?—.

No sabes ¿cómo se llama aquel chico que trató de sentarse en nuestra mesa?—.

¿El de la chaqueta fea?— No quiero defenderlo, pero a mi juicio era una chaqueta bonita. 

Sí, ese—.

  — Ahh, Evelio por lo que me han contado—.

Gracias— digo algo decepcionada de su respuesta. 

¿Por? Pregunta con tono muy pícaro para provenir de Brenda.

Pregunta, no más—. 

Pues así se llama, ¿ya te enteraste?—.

¿De...?—.

Está en octavo, ósea que es un año menor —  eso no lo sabía —Y al parecer, siente una fuerte atracción hacía Camila—.

No te creo—dije fingiendo interés—.

Si, pero no lo digas, que Cami, se molestaría si se entera que te conté—.

Okey, labios sellados—.

Te hablo luego, que no echo nada de tarea— Agregó con un poco de preocupación.

Okey, ¡Besos!—.

¡Chau!—  


Y la llamada terminó.

Andy no mentía, así se llama, aun no creo que exista un nombre tan peculiar. Y menos que ese sea el de él; pero los testigos no mentían.

Y aunque solo llamara para consultar su nombre, eso "extra" que me entere, si fue motivos de un bajón de animo para mí. 

Luego de un largo debate, decidí que lo mejor es olvidarme de él, y dejarme de hacer falsas ilusiones. 

<<Tristemente, la idea de olvidarte solo permaneció unos días>>

Amor no correspondidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora