Matrimonio infernal.

Capítulo 52

Cinco meses después.

- Bien David, necesito que vuelvas a quedarte por lo menos unos tres minutos de pie sosteniendo tu peso- David está sufriendo, lo se por como la vena de su cuello se marca y su rostro se desfigura con cada intento.

- Está bien- David toma impulso en la barra, bufa un par de veces al sentirse frustrado por no poder hacerlo más rápido pero lo consigue.

Mis manos están juntas, rogando porque esta vez pueda quedarse de pie más tiempo, cinco meses en terapia han hecho milagros para que David pueda mover sus piernas, ha habido muchas discusiones por este tema pero siempre termino ganando yo o su madre que nos visita a diario para cuidar de Leonard mientras lo acompaño a todas sus terapias. Aplaudo efusivamente cuando David se mantiene de pie cerca de cinco minutos, Mauro le ofrece una andadera y lo motiva para que de unos cuantos pasos, él hace lo que le pide y logra mover con bastante esfuerzo su pierna derecha.

- Vas muy bien David- él mueve su pierna izquierda, sigue haciéndolo con esfuerzo pero lo logra- vamos hazlo otra vez sé que puedes- su cara se torna roja, él vuelve hacerlo y no puedo estar más feliz en este momento, camina por al rededor de quince minutos y en algunas logra soltarse de la andadera- terminamos por hoy, has hecho un grandioso trabajo, el jueves espero puedas caminar un poco más sin tanto esfuerzo, sigue haciendo en casa los ejercicios que te mande y veras como este mes ya vuelves a caminar.

El terapeuta sale dejándonos solos, me abalanzo a sus brazos y como después de todas las secciones beso sus labios dulcemente, él sonríe entre el beso al igual que yo, nos separamos un momento para respirar y el pega su frente a la mía, susurra "te amo" besando de nuevo mis labios. Limpio su cuerpo con las toallas húmedas de Leonard, lo escucho bufar, odia que haga eso, pero nunca me dice que no, lo ayudó a colocarse la ropa limpia y ya listos nos vamos a casa.

Estos meses han sido fabulosos, David se ha comportado de maravilla y aunque a veces tengamos discusiones siempre encontramos la manera de solucionarlas, después de su salida del hospital celebramos nuestro aniversario y mi cumpleaños que fue dos semanas antes de conocerlo y de que nos casaramos o que él me obligó a casarme, cosa que ahora agradezco porque a pesar de que las cosas fueron horribles al principio después de eso se tornaron maravillosas, los percances que hubieron en nuestra relación no hicieron más que fortalecerla y unirnos más.

- Vas muy callada cariño- David entrelaza nuestras manos.

- Solo pienso- él levanta una de sus cejas como diciendo ¿en qué?- en lo maravillosos que han sido estos meses para nosotros. Parece que nuestra vida es un pequeño cuento.

- Ya era hora que nos dieran un descanso- me río por su comentario- pero como te lo dije hace ya un tiempo, no tendremos nuestro cuento de hadas hasta que "ese" se vaya y yo me levante de mi silla.

- Pues "ese" como lo llamas se fue la semana pasada- su sonrisa se agranda- David no sonrías de esa manera, me da un poco de miedo- amo su sonrisa, pero si lo digo en voz alta dejara de hacerlo.

Aparco en la entrada, Rodrigo quien se casó con mi amiga hace un mes viene en nuestra ayuda, saca la silla de ruedas y la deja en frente de los asientos de la parte trasera, Rodrigo deja a David sobre esta para luego marcharse, lo empujo hacia la pequeña rampa que fue hecha una semana después de su regreso a casa, al entrar el olor a bebé inunda mis fosas. Elois está cambiando a Leonard encima de su mesita, que David muy gentilmente mandó instalar en todas las habitaciones mientras ve su novela, Rosita que está a su lado la observa con una sonrisa, pero cuando ve a Leonard sus ojos brillan. Este último se ha separado un poco de mí para estar con su padre, el único momento que me busca es cuando tiene hambre y sus biberones se han acabado. Sus ojos han cambiado, pasaron del gris al verde y David se siente orgulloso cuando dicen que es su copia exacta.