Capítulo 13

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- Alexa, sigo sin entender que haces a su lado con todo lo que me has contado.

Realmente no supe que fue lo que me paso por la cabeza cuando le conté todo, tenía pensado solo contarle como lo había enfrentado y porque lo había hecho, pero no pude seguirle mintiendo a mas nadie.

- Natalia sabes que no se mucho de esto, mi unica relación ha sido Ostin y jamas me trato de esta manera- suspire y mis ojos picaron, ¡Idiota, mil veces idiota! no quería llorar, no ahora que sabia que David entraría en cualquier momento a la habitación- y creo que me enamoré de el.

- De eso estoy consciente- bufo, si no la conociera diría que no estaba enojada, pero lo estaba y mucho- pero es que no entiendo cómo pudiste enamorarte de alguien que te agrede tanto física como psicológicamente.

- Ni eso lose yo- me acosté en la cama y tape mi cara con la almohada.

- ¡Claro que lo sabes, hasta yo lose!- casi me deja sorda con su grito- Alexa sabes que te amo mucho y que te apoyo en lo que sea- hizo una pausa dramática y prosiguió- pero creo que quedarte a su lado esta mal amiga, que tal si algún día se sale de control y te golpea otra vez pero mucho peor.

- Natalia tengo que colgar- ya estaba cansada de su actitud sabía que ella no me apoyaría con esto, me dolía admitir que igual estaba en lo cierto y yo solo estaba buscando una maldita excusa para quedarme- hablamos luego vale.

- Bien, no te enojes. Te amo Alexitosita- reí por su estúpido apodo y la escuche bostezar- ahora volveré a dormir, Rodrigo se está quejando porque recién son las ocho de la mañana aquí.

- ¡Dios! ¿cuánto hemos hablado?

- Más de dos horas amiga.

Después de unas cuantas despedidas mas terminamos la llamada, mire la hora en mi celular y eran las diez y quince, había gastado todo mi tiempo hablando con mi madre y Natalia que no hice nada más durante el día. 

Me desvesti algo cansada, me metí a la ducha caliente, no entendía porque me había enojado con Natalia yo era la primera que quería irse lejos de David, pero me intrigaba mucho su vida y quería ser la primera en saber porqué era tan bipolar o porque no mostraba sus sentimientos a la luz, me acordé del primer día que lo vi y me reí a carcajadas mientras lavaba mi cuerpo, ese día había actuado muy bien para quedar como una mujer dura de carácter, pero vaya que fracase cuando el me enfrentó de verdad.

Termine de bañarme y me puse solo unas bragas y mi bata de seda, camine hasta el armario y saque mi pijama, me puse el short y la camisa de tirantes y me tumbe en la cama, saque mi libro para terminar de leerlo y David entró a la habitación muy agotado.

- ¿Estas bien?- debajo de sus ojos habían unas grandes bolsas negras y su rostro estaba muy pálido.

- ¿Tan mal me veo?- se rio, saco su camisa junto a un pantalón para dormir, yo asentí un poco dudosa, borro su sonrisa y la cambio por una mueca- sólo he tenido un día duro.

- ¿Y ahora qué pasa?

-  Hay un problema con las exportaciones a América y si no lo solucionamos a tiempo perderemos mucho dinero- bufo y se metió a la ducha.

Deje de leer mi libro y apague la lámpara que había junto a mi, cerré mis ojos y en unos momentos quedé dormida. 

(***)

Unas manos fuertes se posaron en mis muslos, abrí mis ojos perezosamente, David estaba repartiendo besos por mi cuello y clavícula, Sonreí un poco y fregue mis ojos.

- ¿Que hora es?- voltee mi cara para no soplarle mi aliento.

- Las nueve treinta- descendió sus besos por mi vientre y me dio un mordisquito a la altura de mi cintura.

Matrimonio infernal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora