Capítulo 29

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Mire a David con el ceño fruncido ya nos habíamos casado no de la mejor forma que yo hubiera querido pero lo estábamos, él volvió a decirme si quería casarme de nuevo con el por lo que no tuve mas remedio que contestarle.

- Me case contigo cuando te odiaba- su mandíbula se tensó, no lo hacia con la intención de enojarlo al contrario me gustaba ver su rostro enojado- ¿por que no hacerlo ahora que te amo?

Su mirada se torno oscura y mas brillante, junto sus labios con los míos de forma inesperada al principio nuestros labios se movían descoordinados pero después pudimos coordinarlos, este beso solo demostraba el amor que sentíamos, fue lento y dulce algo que me gusto y que no estaba acostumbrada.

La lluvia empezó a caer en medio de nuestro beso haciéndolo así algo mágico, nunca había dado un beso bajo la lluvia y menos frente al mar que en ese momento estaba tranquilo, nos separamos por falta de aire para mirarnos a los ojos con sonrisas estúpidas en nuestros rostros.

Fuimos hasta la habitación para tomar una ducha de agua caliente, no podía resfriarme eso solo arruinaría mis planes de pasar tres semanas de vacaciones metida en la piscina o el mar. Cuando por fin salí David estaba sentado en uno de los sillones blancos hablando por teléfono, algunas cosas las decía demasiado bajo para que no escuchará.

- Hagamoslo- una gran sonrisa estaba plasmada en sus labios, beso mi cuello haciendo que bajara un escalofrío por todo mi cuerpo.

- ¿De que hablas?- fui hasta la cojonera y saque un conjunto de ropa interior, me lo puse ante la atenta mirada de David quien no dijo nada y solo se acerco hasta mi.

- Casemonos- susurro en mi oido- lo hicimos por la iglesia, hagamoslo legal.

- No lose David, eso parece el plan de dos chicos adolescentes enamorados que escapan de sus familias para casarsen a escondidas jurándose amor eterno.

Su risa me contagió, ahora que me daba cuenta habian sido muy pocas las veces que lo había escuchado reír de esa manera. Lo atraje hasta mi rostro para volverlo a besar sus manos recorrieron las curvas que tenia, separó sus labios descendiendo por mi cuello dejo varios besos húmedos en esa parte, siguió bajando deteniéndose en mis pechos.

- Basta David, quiero hacer algo diferente hoy- gruño en protesta, al igual que él yo estaba deseosa que me hiciera suya pero no ahora.

- Sigue lloviendo Alexa ¿que podríamos hacer con este clima?- bufé, me coloque una playera que tenía estampado muchos labios y unos pantalones cortos, até mi cabello en una coleta y fui hasta la cama.

- Vayamos al s...- su teléfono interrumpió mi frase volví a bufar, David se disculpó fue hasta el balcón de la habitación para atender mejor la llamada.

Seguía entendiendo que tuviera que encargarse de toda su empresa y la de su abuelo que pronto también seria suya pero quería que estas vacaciones tuviéramos tiempo para conocernos mejor, compartir lindos momentos y escapar de todo lo que nos había estado molestando.

Tome mi celular y marque a Natalia, espere a que contestara pero jamás lo hizo, mire el whatsapp viendo un mensaje suyo con una foto adjunta, estaba parada en el Big ben la desquiciada de mi amiga había ido con Rodrigo a Londres. David entro con el rostro descompuesto, se dio cuenta que lo observaba y forzó una sonrisa.

- Voy a ducharme- asenti, dejo su celular en la mesa de noche y luego fue hasta el baño.

Como la curiosa que soy tome el aparato entre mis manos, revise su correo sin encontrar nada sospechoso, fui hasta el historial de llamadas y el numero de aquella bruja debajo de su nombre hizo que mi sangre hirviera, la llamada había sido hace pocos minutos el estaba engañándome no tenia ningún asunto con su empresa todas las llamadas habían sido de ella.

- ¡David sal ahora!- grité.

El salio del baño asustado con solo una toalla vio su celular en mis manos y su cuerpo se tensó.

- Puedo explicarlo- se acercó hasta mi, levante una mano para que se detuviera no quería que me tocara.

- ¿Que me vas ha explicar?- estaba dolida, yo misma había escuchado decirle que saliera de su vida y ahora me hacia esto- que sigues sintiendo algo por esa maldita zorra y sólo estas conmigo porque estoy esperando un hijo tuyo.

- ¡Maldita sea no!- gritó él, paso sus manos por su cabello, vino hasta mi y sujeto mi rostro con delicadeza- Alexa cariño yo te amo, tu eres lo mejor que pudo pasarle a mi vida jamas podría dejarte por ella.

- Entonces ¿porque contestas sus llamadas?- estaba enojada, al parecer mi bebe lo sintió porque se movió, lleve las manos hasta mi vientre sabía que esto empezaría a suceder mas seguido.

- ¿Te duele?- negué- Alexa es un poco complicado, no quiero preocuparte estamos de vacaciones.

No dije nada salí de la habitación para no seguir discutiendo él me iba a decir que era lo que pasaba de una forma u otra.

(***)

El hotel presentaba un espectáculo que no me iba a perder por nada del mundo. No le había dirigido la palabra a David, tampoco había dejado que me tocara y estaba furioso pero no había intentado hacerme nada malo. David fue hasta el escenario junto al hombre del piano susurrándole algo, el hombre asintió y el volvió a mi lado.

- ¿Que hacías allí?- mi ceño estaba fruncido, el se encogió de hombros con una sonrisa que llegó ha asustarme.

Los músicos tocaban musica latina mientras una pareja bailaba "salsa" me gustaba mucho la forma en la que se movían sus pies parecían enredarse por la rapidez y la destreza con la que ambos lo hacían. Ninguno de los dos dejó de sonreír a pesar del esfuerzo que hacían, la musica empezó a volverse rápida y con eso los pasos de la pareja, en un rápido movimiento el la lanzo al aire y ella cayó en su hombro.

Las personas que estaban en aquel salón aplaudieron con efusividad a la pareja que agradeció con sus sonrisas y sus saludos, yo no dude en levantarme y aplaudir con fuerza me importaba poco si alguien me miraba mal.

Cuando calme mi entusiasmo me di cuenta de que David estaba en el escenario con una guitarra, no sabia que el tocara ese instrumento pero la verdad yo sabia muy poco de su vida. La melodía inundó mis oídos al igual que la dulce voz del chico que estaba al lado suyo en el escenario con su celular en la mano.

* Quien me puede prohibir que yo mencione tu nombre
Quien me puede prohibir que te sueñe por las noches.
Quien nos puede dividir si este amor es diferente
Y te juro que no hay nadie que me aleje ya de ti

Quien va a robarme esos momentos de felicidad infinita
Quien va prohibirme que te quiera y que tu seas siempre mia
Y aunque haya un muro entre nosotros, para mi no estas prohibida
Quien va a prohibirme que te entregue lo mejor que hay en mi vida

Habia escuchado la canción en uno de los viajes que habia hecho a Latinoamérica y tenía un Cd de aquel cantante, lo amaba, sus letras eran pura poesía que hacía erizar mi piel, tampoco sabía que David lo conociera. Me quedé como idiota mirándolo, en algunas estrofas ambos cantaban y la voz de David no sonaba nada mal.

Cuando la canción terminó todo el mundo aplaudió, recibí a David con un abrazo cálido y le di una sonrisa. Pero que hiciera aquello no disipan mi enojo, ni borraba la intriga de saber el origen de las llamadas.

Matrimonio infernal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora