Rose había estado a su cuidado y compañía durante todos estos meses, en los que había trabajado para quitar en parte la culpa de la conciencia de Remus y además logró que comenzara a tomar periódicamente la poción 'matalobos' que la misma Rose iba perfeccionando cada vez gracias a sus increíbles habilidades para las pociones.
Remus se podía ver increíblemente mejor, su semblante aún era tímido, pero sus heridas habían curado.
- Rose me dijo que... harían algo para compartir y... - Su voz se quebró a mitad de la frase y las lágrimas inundaron sus ojos.
- También te extrañamos demasiado, Remus – Lo abracé y besé su mejilla.
- Yo te quería pedir... disculpas por lo de aquella noche... no pude evitar transformarme frente a ti y...
- No sigas – Lo interrumpí – Fue inevitable lo que sucedió pero yo estoy bien... todos estamos bien Remus.
Me sonrió, relajando por fin aquel tenso semblante.
- Bueno ahora que estamos todos... ¡Vamos a disfrutar un buen momento! – Exclamó James mientras todos nos acomodábamos en el piso de la habitación, formando un círculo con la comida y la bebida en el centro.
- ¡Juguemos a algo! – Propuso Sirius, que estaba sentado a mi derecha – Muy bien, cada uno deberá contar un secreto relacionado con la persona que tiene al lado.
- ¿A cuál lado? – Preguntó Peter, confundido.
- A cualquier lado, Peter – Sirius le dio un golpe en la cabeza. – Muy bien, yo empiezo – Me miró coquetamente – Confieso que después de un tiempo cada vez que llevaba a Ayra a ver las luciérnagas al bosque... me moría de ganas de besarla y hacerle el amor ahí mismo en...
- ¡SIRIUS BLACK! – Alcé la voz a la vez que mi cara se ponía de todos los tonos de rojos posibles y comenzaba a golpear a mi Black seguidamente mientras él se cubría el rostro con los brazos ante las risas de todos.
- ¡Pero eso no es ningún secreto, Padfoot! – Exclamó Remus a carcajadas.
- ¡Todos sabíamos que te devorabas con la mirada a Sparks! – Rió James – Solo que no eras lo suficientemente valiente para admitirlo tú mismo.
- Okey – Los interrumpí aún acalorada – Mi turno – Le di un sorbo a mi vaso con cerveza y miré de reojo hacia mis dos costados: Sirius y James. – Bien... Confieso que besé a James.
A Sirius se le desencajó la mandíbula y tanto Peter como Remus y Rose me miraron atónitos.
Lily hizo una mueca y James rió nervioso, seguramente recordando la anécdota.
- ¿Quién sigue? – Sonreí inocentemente pero Sirius se puso entre James y yo, mirándonos acusadoramente.
- ¡Exijo una explicación! – Exclamó haciendo aspavientos con las manos exageradamente. - ¿¡En qué momento!? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde estaba yo?
- Cálmate – Reí ante su desesperación – Les voy a explicar... - Tomé su mano mientras me acomodaba para comenzar mi relato. – Todo comenzó cuando tratábamos de descubrir qué era lo que Remus le ocultaba a June. Yo estaba perfeccionando mis dones de metamorfomaga y para sacarle información a Snape...
- ¿Snape? – Me interrumpió Remus.
- Sirius le jugó, según él, una inocente broma a Snape en forma de venganza ¿Recuerdan? – Trataba de explicar todo – Le contó a Severus cómo inmovilizar el sauce cuando Remus estaba convertido.
- Una de las cosas más estúpidas que has hecho, Sirius – Suspiró Remus pasándose las manos por la cara - ¡Pude haberlo matado!
- Ya, ya – Sirius movió las manos restándole importancia y alentándome a seguir.
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MERODEADORES: Historias de amor y guerra.
FanfictionCuando Voldemort estaba casi en su apogeo, nuestros Merodeadores, Lily Evans, Ayra Sparks y June Mills estaban en su último año en Hogwarts; Es el momento de estrechar y deshacer lazos, elegir un bando y prepararse para la primera guerra mágica. Ya...
43.- 'Pitza'. (Ayra Sparks)
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