Capítulo 5: Shut your mouth!

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N/A: En este capítulo aparecen varias frases en inglés, así que para que no sea muy liosa la lectura y para quien tenga dificultades con el inglés pondré el significado en negrita junto a la frase.
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        Yata pateó el cubo de basura con todas sus fuerzas y observó como su contenido se esparcía por el suelo. Llevaba una hora golpeando cosas en ese callejón y, aún así, no se sentía para nada mejor. Joder. Se suponía que solo tenía que dar un par de vueltas de reconocimiento como todos los puñeteros días y volver a casa. Pura rutina. Comprobar que todo estuviese en orden y listo, podría pasar el resto del día haciendo algo con los chicos, jugando a la videoconsola, en el skatepark o simplemente vagueando y comiendo palomitas mientras veían alguna película mala en el bar. Pero no. Ese maldito mono tenía que hacerle perder casi todo el día recorriendo la ciudad de una punta a otra.

        Normalmente, el pelirrojo disfrutaba de sus encontronazos con Saru. Le daban la oportunidad de golpear a su ex mejor amigo por haberles traicionado y demostrar el poder de un verdadero miembro de HOMRA. A pesar de que se pelaban cada dos por tres, ninguna de sus escaramuzas tenía nunca un claro vencedor. Los dos chicos se conocían demasiado bien, ambos conocían de sobra los puntos fuertes y débiles de su oponente y, al haber pasado tanto tiempo luchando juntos, incluso podían prever los ataques del otro de vez en cuando. Además, sus habilidades de combate eran equiparables ya que, a pesar de que Saruhiko contaba tanto con el poder del rey rojo como con el del rey azul, Yata lo compensaba con una mayor velocidad que le permitía esquivar casi siempre los ataques del pelinegro.

        Los ojos avellana del joven recorrieron el callejón en busca de algo más que patear pero no quedaba nada en pie cerca de él.  Un vecino se asomó a una de las ventanas y comenzó a gritar que iba a llamar a los azules si seguía haciendo ruido y golpeando cosas. Quejica. Yata no quería ver a ningún azul más ese día, ya había tenido bastante así que, resignado y aún de mal humor, el joven se dirigió a HOMRA. 

        Dios, como odiaba a Fushimi Saruhiko. 

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        La puerta del bar se abrió bruscamente, haciendo que todos detuvieran sus conversaciones. [Y/N] enarcó una ceja mientras veía como entraba el pelirrojo. ¿Que mosca le había picado ahora?

        —Ey, Yata. Se suponía que hoy volvías pronto ¿no? ¿Qué ha pasado?— preguntó Izumo curioso. Si el pelirrojo estaba de tan mal humor, era casi seguro por culpa del traidor. ¿Qué habría hecho esta vez para cabrearle?

        —Saru. Ese maldito mono es lo que me ha pasado— contestó Yata furioso, confirmando las sospechas del rubio.

        —¿Que ha hecho esta vez?— preguntó el camarero.

        —¡Me robó el skate! ¿Puedes creerlo? ¡Ese idiota me robó el maldito skate y tuve que perseguirlo por medio Shizume para recuperarlo! ¡La próxima vez lo mataré! ¡Nadie toca MI skate!— exclamó el pelirrojo.

        —Damn chihuahua... he is always barking— murmuró Eric en voz baja. [Y/N] sonrió ante el comentario de su amigo, no podía negar que tenía algo de razón. Desde que se había unido a HOMRA el pelirrojo no había dejado de l̶a̶d̶r̶a̶r̶  quejarse por todo. [*Maldito chihuahua... siempre está ladrando]

        —¡NO SOY UN CHIHUAHUA IMBECIL! ¡Y deja de hablar en inglés!— gritó Yata. Al parecer, el rubio lo había dicho lo suficientemente alto como para que el skater lo escuchase.

Shut your mouth! [Yata Misaki x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora