Percibí el saludo de Hannah hacia Kellin. Ella había dejado la puerta entreabierta dejándome verlo. Estaba nervioso, callado y a pesar de sus moretones se veía perfecto.

Hannah cerró la puerta y entonces escuché a Vic unirse al saludo.

Luego de unos minutos, Hannah regresó a la habitación, trayendo consigo un vaso de helado.

Estaba tranquila. La miré desorientada y traté de entrar a su mente rara con mis ojos, aunque era imposible, tal vez conseguiría al menos analizar el brillo de sus ojos. Realmente quería saber si ella solo fingía estar bien. Deseé una vez más matar a Ronnie.

-Papá no y mamá no están. -dijo-

-Aniversario -dije sin expresión-

-¿y el almuerzo? -Exclamó acongojada abriendo ligeramente los ojos-

-Tenemos un par de cocineros -dije con picardía-

-¿Kellin se queda? -preguntó-

-No lo sé.

-Ve a preguntar -ordenó con abuso-

-¡Hannah! -Dije con mirada suplicante- negó con la cabeza y riendo maléficamente me empujó hasta la puerta.

Grité fastidiada los nombres de mis hermanos, quería descargar mi ira en ellos. Pero cuando abrieron la puerta, todo eso se fue.

No era capaz de insultarlos en presencia de Kellin, sentiría una tensión bastante incomoda.

Kellin estaba a punto de llorar, abrazando sus piernas, con la cabeza acurrucada sobre ellas. Me miró y sonrió exageradamente. Lo ignoré y pregunté si iba a quedarse, a lo que respondieron afirmativamente.

Ahora son tres sensuales cocineros, y sin duda, el último lo es más... (7u7)

Vic reía pero sus risotadas desaparecieron cuando le dije que debían cocinar. Reí victoriosa.

[...]

Vic nos había traído espagueti de apariencia poco elegante. Hannah la probó e hizo un gesto de asco y enojo para luego levantarse furiosa y hacerme reír.

La seguí riendo y vi cómo empezó a gritarle a Vic aunque su ira no era tan convincente. Vic sostenía una deliciosa hamburguesa mientras la miraba entretenido.

Hannah obligó a Vic a comerse la bazofia que nos dieron y le quitó la hamburguesa. Mike por su parte me miraba fatigado mientras comía exageradamente rápido. Supuse no quería pasar por lo que estaba pasando su hermano.

Miré a Kellin, cuya mirada conmovida o traumada, delataba su inapetencia. Su vista estaba clavada en Vic y Hannah, en cuanto sintió mi mirada sobre él, me extendió su hamburguesa con apenas un mordisco.

Fruncí el ceño y la recibí riendo nerviosamente. Luego hizo señas para que le diera mi espagueti.

Tal vez quiso ser romántico, no lo sé. Pero no iba a dejar pasar esa oportunidad de verlo comer porquería. Así que le entregué el plato sin pensarlo dos veces.

Vic y Mike le lanzaron miradas de asco y sorpresa.

Kellin comenzó a comer sonriente, saboreaba el enorme bocado que la cuchara le había permitido llevar a su boca. Empuñó luego los ojos y los abrió de golpe exageradamente, había preocupación en la expresión De su cara.

Corrió hasta la puerta con la mano en su estómago convulsionante y se fue al baño.

Intercambiamos todos miradas de estupefacción en total silencio. Hasta que Vic optó por romperlo con su estruendosa risa de anciano atragantándose. Volteamos a verlo y notamos que había comenzado a reírse silenciosamente hace mucho. Cuando creí que todos hacíamos silencio, Vic se quedaba sin aire.

Hold Me Close, Don't Let Go. -Oliver Sykes-Where stories live. Discover now