Scars (EunHae)

Eleven scars.

Eleven scars.

Hyukjae se definiría a sí mismo como un chico duro, no bromea, es imposible de herir. Una gruesa coraza le cubre emocionalmente y ha aprendido a usar la amabilidad para ocultar su insensibilidad, así, que aunque cualquiera le insultase o maldijera, no habría consecuencia alguna. Pero ahora está ahí, una mano cubriendo su mejilla y mandíbula, ojos abiertos y con un sutil escozor en los ojos. No capta la situación a la velocidad que debería, un grueso nudo instalándose en su garganta, quiere preguntar porque le ha pegado, pero si habla, probablemente chille en una voz aguda lo mucho que le ha extrañado. Lo mucho que las frías temporadas hibernales le recordaban el día que hicieron el amor por primera y única vez. Se vería patético, ya ha sido rechazado, debería solo rendirse, vamos! Incluso le ha golpeado. Es obvio que no lo quiere cerca.

-Eres un maldito, que tan sínico puedes ser? "Donghae" - Dice Hae, haciendo una imitación sarcástica de su voz al final de la frase- Vete a la mierda Hyukjae, vete y no regreses, tal parece que se te da muy bien - Silencio, nadie se mueve.

-Demonios, ha sido un buen derechazo - Habla Eunhyuk, rompiendo la tensión. Donghae continúa con la mano formando un puño, respiración agitada y ojos rojos, faltándole solo un empujón para que rompa en llanto. Una empleada parece hablar con alguien, el pelirrojo chasquea la lengua, mira a Hyukjae que continua en el suelo, incrédulo - Vámonos de aquí, es posible que llamaran a seguridad, no necesito mas delitos que adjuntar a mi historial - Hae lo mira, cierra los ojos, relaja el cuerpo y se da media vuelta.

Al menos consiguió darle un buen golpe por dejarle sin previo aviso, y a días de haberse vuelto un solo ente, literalmente, para el castaño fue casi un acto sagrado, aun puede sentir el tenue tacto cada solitario Diciembre, cuando la nieve se agrupaba juraría hasta que podría ver el espectro de Hyukjae sentado en su cama, mirándolo, sonriendo y escribiendo en el block... demonios, detiene su andar, suspira, una lágrima traviesa recorre su mejilla. a su espalda esta Lee Hyukjae, el todo y la nada, ya no luce ese bonito color rubio en su cabellera, pero igual al lila blanquecino le va bien (Aunque él le ame incluso si se tiñe toda la paleta de colores disponibles). No puede moverse, no quiere moverse, le encanta la sensación de saber que lo ha visto, no es el mismo, es (si es que es posible) más atractivo de lo que era, traga saliva. Su voz, su piel, su olor... es él, de verdad es él, no se trata de uno de sus sueños anhelantes. Está sucediendo, ya sucedió.

-Te dije que yo te convenía mas, ese chico aparte de ser un insensible, es agresivo - El castaño casi escucha la vena en su frente hincharse, da la vuelta bruscamente.

No puede creer lo que ha salido de los labios de Hyuk dos (si, Hyuk dos, así le llamara, ni sabe su nombre), él fue quien lloro días completos y no salió de casa, permaneciendo en su cama y abrazándose a la fragancia que se desvanecía día a día, hizo un mohín cuando su madre lavo las frazadas y sabanas después de dos semanas, cayo tan bajo, no permitirá que un desconocido le ofenda.

-Cállate, solo cállate, por favor... vámonos - Es Hyukjae quien habla, acepta la mano que su hermano ha ofrecido, sacude la ropa y con la vista gacha camina a pasos pequeños, pasando frente al castaño. El corazón ya le duele demasiado, y no se arriesgara a llorar en un lugar tan público. Su andar se detiene, arrastrando la vista por las baldosas del suelo llega hasta la manga de su camisa, unos dedos aferrados.

Fuego.

Puede sentir su piel arder aunque siquiera ha sido tocado en directo, los dedos de Donghae solo están sujetando ropa, pero es su ropa, y es suficiente, podría morir tranquilo, mira al menor y nota como gruesas lagrimas surcan sus tristes ojos, entre sollozos susurra lo que parece ser "Hyukkie". Al demonio su pudor, al demonio que Eunhyuk se bufe mas tarde de él, al demonio que Hae no lo quiera en su vida. Ciñe sus brazos en los hombros contrarios, llora, llora silenciosamente. Ambos tiemblan entre el llanto. Tantas cosas que decir, pero nada que pueda ser expresado con palabras. Es llanto, felicidad, rencor, felicidad, tristeza, felicidad. Cada mal sentir alternando uno bueno.