Scars (EunHae)

Ten scars.

Ten scars.

-Buenas noches, lamento venir sin avisar pero...

-Fuera de aquí – Susurra la mujer sin siquiera dejarlo terminar de hablar, le mira nerviosa y después alterna la vista a las escaleras – Largo, fuera de aquí – Con el seño fruncido y obvio nerviosismo le empuja del hombro, Hyukjae suspira. Podría simplemente irse, continuar con su incompleta existencia, pero ya han sido suficientes años de ceder, ya ha sido suficiente de no tener lo único que anhela. Así que toma suavemente la muñeca de la mujer, niega y se inmiscuye en el hogar.

-Lamento la abrupta interrupción, estoy informado por Jungsoo de que no se encuentra aquí, que el año pasado aplico a una universidad en su pueblo natal y vive haya... pero necesito hablar, por favor escuche lo que tengo que decir – Hace una reverencia.

Se siente a punto de ceder, porque demonios! Los ojos lastimeros y temblor en las palmas del violáceo casi la convencen, le hace recordar al sonriente y amable chico que lavaba la bajilla cuando terminaban el almuerzo o en las cenas compartidas, quien distraía al castaño cada que ella no podía más y se ahogaba en su miseria de recuerdos y sueños rotos, jamás reprochando nada ni mirándola mal, incluso recuerda la vez que adentrándose a su habitación en medio de la noche le llevo una tableta para el dolor de cabeza y un vaso de agua con miel, sonriéndole como siempre, cambiando después el semblante, mirándola de manera tan comprensiva, melancólica, susurrando un buenas noches para irse a la habitación contraria junto a Hae, pero no, no puede, tiene una reputación y un futuro (de su hijo) que resguardar, tal como le prometió a su esposo que haría.

-No, no, no quiero escuchar nada – "Si escucho cederé" – Largo, no tienes nada que hacer aquí – "Si te quedas el te escuchara, bajara y no podre hacer nada para alejarlo de ti"– Arruinaste su vida, sabes lo deprimido que estuvo? – "Se que fue mi culpa, no dejes que me odie"– Déjalo tranquilo, ya se ha establecido emocionalmente y no vas a arruinarlo – "Me ha carcomido la culpa tiempo suficiente". Da un puñetazo flojo en el pecho de Hyuk.

-Yo – Quiere continuar, pero la madre de Hae comienza a llorar, lagrimas llenas de desesperación, se asusta y la toma por los hombros, ella se deja hacer, no lo aleja, se pega al pecho y solloza aun más fuerte, tiene las temblorosas manos cubriéndole el rostro. Hyukjae suspira y la abraza, deja caer la barbilla sobre su cabeza – No es su culpa que Donghae, su hijo, se enamorara de la persona equivocada, tampoco es su culpa que él no quisiera saber nada de mí, ni que yo sea insistente al punto de hostigar, no se sienta mal– La señora para de llorar, el parasito de la culpa retorciéndose en su estomago, subiendo lentamente por la garganta, anudándose y dificultándole el hablar, se separa y lo mira.

-Has crecido bien – Suelta sin más, acaricia la mejilla y después la cabeza – Tus tonalidades de cabello cada vez son más sorprendentes – Hyuk ríe, la caricia en sus cabellos violeta pálido continua – Porque, no podías haberte quedado únicamente como su amigo? – Traga saliva, vuelve a llorar. Hyukjae baja la mirada, el abrazo se rompe, la mujer camina hasta la sala de estar, rebusca en su bolso que es sostenido por el perchero – Toma, lamento haberlo roto ese día – Un pez plateado se menea por ser sostenido de la fina cadena.

-Creí que se desharía de el – Lo coge entre sus dedos y sonríe. La señora Lee recuerda que fue en ese mismo cuarto donde lo interrogo, donde Hae lo defendió de ella.

"Hyuk.. Hyukjae...Hyukkie" – Y sollozos, tiene memorizado el lagrimeo, voz entrecortada y gemidos de desesperación, ropa tirada por toda la habitación que fue lanzada por un inestable castaño. Ella estática, lagrimas corriendo por la desolada imagen de su pequeño, una mano cubriendo llanto. Todo era su culpa, está consciente de ello. Debería estar satisfecha porque Hae habla otra vez, pero en lo que va de la semana solo un hombre ha salido repetidas veces de aquellos finos labios, y no es el suyo.