Nine scars.

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Nine scars.

Manos presionadas en la zona abdominal, aire mezclado con pequeñas partículas de sangre, saliva y lágrimas, todo cayendo al suelo en una exhalación bestial. Abrió los ojos con pesadez. Parecía que todo sucedía ajenamente, cada movimiento visto lo llenaba de desesperación, las manos sujetas al largo y antes sedoso cabello color azabache. Un golpe. Su cuerpo en un ovillo retorcido debido al dolor. Otro golpe. La chica siendo arrastrada de la cabellera. Golpe. Ropa rasgada, gritos de desesperación, los rojizos labios no tenían más ese típico brillo labial que ella solía colocarles, sangre surcaba las comisuras y ojos que se abrían en demasía, tan amplios que eran perturbadores. Patada. El cuerpo se le entumía, no quería continuar mirando, pero tampoco podía alejar la vista.

-Te gusta lo que ves? Te lo dije, con nosotros no se juega, jodido mocoso – El chico le dio un tirón de cabello, alzándole la cabeza y obligándole a mirar directamente a la chica que forcejeaba sin mucho éxito. Todo ocurría frente a suyo, y no podía hacer nada. Sus extremidades no respondían, los moretones y huesos rotos cerraban la opción de auxiliarle.

-Por favor... solo...solo detente, ella no... t-tiene nada que ver... por favor – Suplico, lagrimas escurriéndole por la barbilla, sus orbes aun fijas en la fémina. Las delgadas y níveas muñecas fueron tomadas por uno de los cuatro chicos que la rodeaban, otro término de rasgar la ropa intima, uno grababa mientras fumaba un cigarrillo. Ella ladeo la cabeza, sus ojos se cruzaron, dejo de luchar, soltó un soplido que parecía lleno de dolor y resignación. Lagrimas escurriendo por sus sienes, apretó fuertemente los ojos. Susurro entre labios descarapelados y amoratados.

"No mires"

Pero él continua observando. Un vaivén de caderas, los ojos del moreno se abrieron como si estuviera siendo él mismo quien lo experimentara en carne propia. Un gemido de dolor que se transforma en llanto, gritos de auxilio que son cubiertos por una mano. Les escucha decir una centenada de insultos y palabras obscenas. Más embestidas. Ella ha dejado de emitir sonido alguno, solo esta quieta, los brazos a sus lados y las lágrimas trazando líneas que se vuelven un charco.

-Entonces, responde a mi pregunta, te gusta lo que ves? – El tono usado es hiperventilado, perverso, morboso, sucio – Te han entrado ganas de sentir lo que es tener a alguien montado en ti, entrando sin cuidado en tu interior? ...Eres un pervertido – Dice entre risas, jala la marcada mandíbula en su dirección, los chispeantes ojos negros del peli-negro no tienen brillo, son lejanos y tan húmedos como el salado mar. Un lastimero gemido sale de su boca y niega.

-D-déjala... q-que... que paren – Suplica, su agresor sonríe, esa mueca perversa que le ha visto veces antes. Lo sabe, va a tener que dar algo a cambio.

-Toma su lugar – Sorprendido se remueve en el suelo, tiene pintado en el rostro una paleta de confusiones perfectamente estupefacta, el "líder" que aun toma su mandíbula vuelve a hablar – Decide rápido, antes de que la dejen tan abierta que no tenga cara para ver a sus padres otra vez – De nuevo ríe entre palabras, el moreno se aleja del tacto y con dolor a flor de piel gira a mirarla. Ya no es el mismo chico, es otro, su pierna pegada al desnudo pecho, los moretones comenzando a ganar tonalidad. La escucha dar un grito, una gota de sudor resbala por su espalda y traga.

Si hubiera hecho caso, si no fuera tan estúpido, si no fuera...él, nada de esto tendría que estar pasando. No comprende del todo que hace en aquella situación, pero seguro es su culpa, solo suya.

Cierra los ojos.

Embestida, gemido, risas, rotulador de cámara, olor a cigarro, olor a alcohol, perfume, sexo...

-Lo hare... solo déjenla, te lo suplico – Las palabras queman, la sentencia a caído sobre sus hombros, el otro sonríe, le estampa la cabeza al suelo, la mejilla del moreno da de lleno en el frio piso.

Scars (EunHae)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن