-¿Qué? No puede ser... -respondió Jean dándole otra patada a la reja.

Recordé que yo había hecho exactamente lo mismo la primera vez, aunque él estaba allí entonces y me distrajo. ¿Cómo era posible enamorarse de alguien como él? Es decir, me insultaba a cada rato. Admito que llegué a amarlo, pero ya he olvidado esa sensación, ¿qué se siente "amar"? ¿Se sufre tanto como lo hace Jean en este momento? Aparté esos pensamientos de mi cabeza, él estaba muerto y no había porque molestar a los fantasmas.

La puerta se abrió unos minutos más tarde y un hombre alto y rubio entró, caminó lentamente hasta ubicarse delante de nosotros, cargaba una pistola -posiblemente con balas de madera- . Se veía nervioso, era perceptible como le temblaban las manos al empuñar el arma, como si dudara del poder que tuviera. Qué cosa, las emociones te distraen a cada rato.

- ¿Qué es este lugar...? -preguntó mirando alrededor, entonces reparó en nosotros. Dudó un momento pero luego apuntó el arma a Jean- Fuiste tú, has estado aquí por casi un año...

-No sé de qué hablas... -respondió él, confundido

-¡No mientas! ¿Qué otro vampiro pudo haber sido...?

-Hay demasiados, te sorprenderías -intervine, él me miró con enojo

-¿Te crees mucho, no? No te tengo miedo, estás débil y...

-¿Y qué? Ya escapé de aquí una vez, aunque no fue bonito -interrumpí otra vez.

-Espera... ¿Eres Erwin? -dijo Jean de repente, él bajó el arma pero luego volvió a apuntarla hacia ninguna parte realmente

-¿Por qué lo preguntas?

-Tranquilo, "Erwin", podemos...

Entonces disparó, la bala le dio a Jean justo en la pierna y este se derrumbó hacia un lado. Auch... De improviso supe que yo era el siguiente, ¿qué estaba buscando ese tipo? Me imaginé que no sería tan difícil influenciarlo, si sólo se acercara lo suficiente...

- ¿Qué quieres? - le pregunté enseguida, dejando de lado a Jean que se retorcía de dolor en el suelo, al final sólo así podría salir, y de paso sacarlo. "Erwin", si es que así se llamaba, me miró apretando los dientes, se veía triste, de la manera en que la luz en sus ojos era casi nula, dude que fuera a responderme pero...

-¿Has estado mucho tiempo por estos rumbos? En los últimos años para ser exactos...

-No, al menos yo no

-Entonces...

-¿Eres un Agustín? ¿Te apellidas "Smith...? -dije de repente, esas preguntas le hicieron apuntarme de nuevo. Por supuesto: los rasgos antiguos, la cejas, la tez clara...

-¿Cómo es que has estado aquí antes...? Tú... Si te hicieron todo lo que dijo Mike...

-¿Mike? ¿De qué hablas?

-¿Quién es el culpable entonces? Mis padres...

-Oh, ya veo.

-Espera... -dijo Jean levantándose- , ¿conoces a Marco, no?

Puff... ¿Por qué no cerraba su asico de caballo? Erwin retrocedió y dio una par de pasos hasta la reja de Jean, alejándose de mí, qué conveniente. Si no me equivocaba él era compañero de Marco en la jodida universidad, posiblemente tenía más problemas de los que una persona de su edad. No pude evitar sonreír: luego de que escapara de los Agustín me había dedicado a matarlos a todos, pero siempre dejando un solo Smith que siguiera con el trabajo sucio, que consiguiera formar una familia, otra generación. Luego los mataba otra vez, dejando sólo a uno y otra vez, y otra vez... Dulce venganza.

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