XXVII (Camren)

Capitulo 1- "Hola, soy Camila"

-C: Oh, bueno... yo.. yo no la conozco, es la primera vez que la veo.

-D: (Soltó un a pequeña risa) ¡Eres increíble Mila! No la conoces y te le quedas viendo como una acosadora. Eso es otro nivel, incluso para ti.

-C: ¡Oye! ¡No es mi culpa que sea hermosa! Además, por si no lo notaste, ella también me miraba, así que, podría decirse que nos acosamos mutuamente.

Enseguida de que Dinah escuchó mi respuesta, se hecho a reír fuertemente y después de un rato, su risa me contagió haciendo que yo también comenzará a reír con ella.

Luego, el ascensor por fin llegó a nuestro piso, y las puertas de este se abrieron.

-D: Valla Mila, en verdad que eres increíble, pero en fin, debo ir a trabajar, te veo en el almuerzo ¿Está bien?

-C: Claro Dinah, nos vemos luego.

-D: Genial, nos vemos.

Dicho eso, Dinah se alejó de mi, dirigiéndose hacia el lado izquierdo del edificio, mientras que yo me dirigí al lado derecho de este.

Camine durante algunos minutos mas hasta que por fin llegue a mi oficina.

"Camila Cabello: Vicepresidenta" Leí el título de la puerta de mi oficina.

-X: Buenos días señorita Cabello.

Escuché la voz de mi secretaria, así que rápidamente le sonreí con educación y la mire.

-C: Buenos días Heather.

Le respondí a Heather y después con una ligera sonrisa por parte de ella, entre a mi oficina sin decir nada más.

Vicepresidenta.. que estúpido título.

Se que ese título debería de hacerme feliz, ya que, según palabras de todas las personas que conozco, es un muy buen empleo para una joven mujer de 24 años, recién graduada de la Universidad de Nueva York.

Pero, yo soy la vicepresidenta de la mejor editorial del país, porque mi padre Alejandro es el presidente y dueño de la editorial.

Yo nunca quise trabajar en lo que hago ahora, nunca quise estudiar algo parecido a la administración, pero mis padres me obligaron para así poder hacerme cargo de la maldita empresa familiar.

En realidad, lo que yo quería hacer desde que tengo uso de razón, fue cantar, es lo que más amo, pero gracias a mis padres, esa nunca fue una posibilidad para mi.

En fin, esta es tu vida ahora Camila, acéptalo.

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Luego de 4 largas horas de aburrido trabajo, por fin se habían llegado las 11:00 de la mañana, lo que significa la hora del almuerzo.

Así que ya un poco más entusiasmada, tome mi abrigo y mi bolso y salí de mi oficina.

-C: Me voy a desayunar Heather, cualquier cosa, sabes a donde llamar ¿Está bien?

-H: Por supuesto señorita Cabello.

Enseguida, comencé a Caminar, llegue al ascensor, comencé a bajar los pisos del edificio hasta que llegue al primero, luego salí de este rápidamente, me dirigí a la puerta del edificio y por fin salí de ahí.

Después, camine algunas calles y llegue al restaurante donde mis amigas y yo desayunamos siempre, y cuando entre, ellas ya estaban en nuestra mesa habitual, esperándome como de costumbre.

-D: ¡Por fin llegas Mila! ¡Muero de hambre!

-C: (Tome la silla en medio de ambas y me senté) No seas exagerada Dinah, no tarde tanto ¿Cierto Mani?

-M: Bueno, por primera vez concuerdo con Dinah, si tardaste, y yo también tengo hambre. ¿Les parece si ordenamos ya?

-C: Si, si, como sea (conteste irritada).

Enseguida Normani llamo al mesero y cada quien ordenó lo que quería para desayunar, luego de algunos minutos, nos trajeron a cada quien nuestro desayuno.

-N: ¿Una mañana difícil?

-C: Uff, si, un poco. He tenido algunos problemas con el autor del nuevo libro de suspenso, esta insistente en que en lugar de que pongamos su foto en la contraportada pongamos la de otra persona, pues según el, quiere mantener su privacidad al máximo... pero.. eso no es todo.. no he podido concentrarme en casi nada ya que toda la mañana he tenido a una chica muy hermosa en la cabeza, pero ni siquiera la conozco y es.. agg, frustrante, me gustó y no la conozco.. ¿Se escucha tan loco como lo escuché yo?

Enseguida de mi larga queja, Normani y Dinah se miraron entre ellas y arquearon una ceja.

-D: Se escucha bastante loco, pero... siempre es bueno tener algo de locura en tu vida.

-N: Ok, espera un momento ¿de que me perdí?

-C: Uff, es que cuando llegue a la editorial, mire a una chica muy hermosa, enfrente del edificio en donde tu trabajas, el que esta al frente de la editorial. Ella traía una cámara fotográfica, y después de un momento a otro entro al edificio y desde ahí no dejo de pensar en ella.

-N: ¿Dijiste una cámara fotográfica?

-C: Mmm si, eso dije ¿porque?

-N: ¿De casualidad, traía una chaqueta de cuero negra con unos jeans blancos y un gorro negro?

-C. Amm si, eso creo ¿porque lo preguntas Normani?

-N: Yo la conozco, es la hija de la editora en jefe de la revista.

Oh por dios, esto es una gran... ¿casualidad?

-C: ¡¿De verdad la conoces?!

-N: Si, se llama Lauren Jauregui.

-C: Tienes que presentármela, por favor Mani, te lo suplico.

-D: (Soltó una pequeña carcajada) Si que estas desesperada Mila.

-C: Es que en verdad me gusto mucho y me gustaría conocerla. Por favor Mani, dime que me ayudaras.

-N: Bueno, ya, esta bien, haré lo que pueda, pero como casi no habla, me sera un poco difícil, así que no te hagas ilusiones Mila.

-C: Oh, muchísimas gracias Mani, eres la mejor.

Enseguida Normani me dio un pequeña sonrisa mientras que Dinah seguía burlándose de mi desesperada reacción por conocer a la chica de ojos verdes, que, ahora, gracias a Mani, se como se llama...

Lauren Jauregui.. un hermoso nombre para una hermosa chica..

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Media hora después, habíamos terminado nuestro desayuno. Normani volvió a su trabajo en la revista Popular Photography & Imaging, una de las mejores revistas de fotografía del país.

Mmm creo que eso explica la cámara fotográfica.

Después, Dinah y yo regresamos a la editorial, pero Dinah por alguna extraña razón, comenzó a caminar mas rápido de lo normal, dejándome a mi atrás, pero, creo que después entendí porque se dio prisa.

Antes de entrar al edificio nuevamente, Lauren, se encontraba justo en la entrada de la editorial, así que yo me quede algunos metros alejada solo observándola, hasta que ella se percato de que la miraba y me dio una pequeña sonrisa tímida, lo que me hizo a mi también sonreír.

Después, me arme de valor y comencé a caminar hacia ella, pero en ese instante, una chica, un poco mas bajita que yo, se acerco a ella, le dijo algo, y de un momento a otro, ambas se fueron, quitándome la oportunidad de siquiera decirle: "Hola, soy Camila".