~Capítulo 30~Si te vas, no regreses jamás...

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-Donghae...-- gemí adolorida por la presión de sus manos en mis muñecas—Donghae, no te atrevas. No me to...

Me empujó colocando sus manos en mis hombros, haciéndome caer sobre la cama con violencia. Intenté ponerme de pie, pero antes de que sucediera, él ya estaba sobre mí, aplastándome contra la cama. Me negué tratando de empujarlo, pero sus manos me apretaban con tal fuera que no me dejaba moverme. Me lastimaba—

"Me dolía"

Sus dientes se apretaron sobre mi labio inferior y me hicieron gemir, ocasionando que abriera mi boca y su lengua ingresara para devorar mi cavidad bucal.

-Dong... me duele—me quejaba sintiendo dolor en las muñecas debo a la fuerza que ejercía en ellas. Me negué por unos segundos más, pero luego relajé el cuerpo y mi lengua se enredó con el suya. Sus manos dejaron de oprimir mis muñecas con agresividad, convirtiéndose en delicadas caricias. Me dejaba llevar por él, me dejaba hundir en un mundo en el que solo existíamos los dos... ¿Debería marcharme de su lado?...

Se apartó por segundos y casi de prisa desabotonó su camisa para echarla hacia atrás, se movió con prisa y aflojó sus pantalones para desabrocharlos, pararse sobre el piso y dejarlos caer, quedándose en bóxer. Regresó a mi lado y sujetó de mis hombros para hacerme levantar y sentar en la cama. Sus manos se ubicaron en la parte baja de mi polo y tiró de este hacia arriba, mientras que yo levanté los brazos para ayudarlo.

-Arrodíllate—ordenó.

Me arrodillé sobre la cama, colocando mis brazos en sus hombros. Donghae me sujetó de las caderas y tiró de mí hasta apegarme a él lo más que pudo, subiendo sus manos hasta mis mejillas y dejarme algunos besos en mi boca. Bajó sus labios por mi cuello, orejas y hombros, reposando besos cálidos y acariciando mi piel con su nariz perfilada, haciendo que mi piel se llene de cosquilleos que solo hacían arder mi piel. Mis manos seguían firmes en sus hombros que se movían a medida que descendían por mi cuerpo. Sus labios besaron mis pechos por encima del sujetador. Pasó sus manos atrás de mi espalda y deshizo el broche de mi sujetador para luego retirar la prenda con su mano.

-mmmm—eché el cuerpo hacia a atrás. Su boca tomó uno de mis pechos y lo introdujo en este, chupando con delicadeza y mordisqueando—

-¿Te gusta?—cuestionó tirando de mi pezón al apretarlo con los dientes, y generarme un dolor tan placentero.

-mmmm. Donghae—Jadeé entrecortada--- ahh—arqueé el cuerpo cuando volvió a morder mi pezón causándome dolor. El dolor provoca placer, y era cierto.

Presionaba su rostro entre mis pechos, aspirando el aroma de mi piel. Continuó succionando mi pecho, generándome oleadas de calor en mi cuerpo, comprimiéndome el vientre y ocasionado una respiración entrecortada.

Abandonó mi pezón derecho y tomó el otro con los dientes, empezando a mordisquearlo y estirarlo, mientras que presionaba a mí otro pezón con su mano, haciéndolo caber en esta—

-Me gustan tus tetas—gruñó enronquecido—Me gusta todo de ti, (TN).

Sus manos volaron hasta mi vientre, rosando con las yemas de los dedos de mi piel y ocasionando que sintiera un cosquilleo lleno de un calor abrazador por las zonas que rosaba de un modo, como si yo fuera un pétalo de rosa.

Pasó los pulgares por debajo de mi pecho e hizo un círculo, en ellos, dando forma a mis pechos. Bajó las manos hasta mi pantalón y empezó a desabrocharlo, bajando el cierre y luego tirando despacio de él, dejándome en bragas. Inclinó el rostro a mi cuerpo y besó justo en donde empezaban mis bragas, entre mi pelvis y mi muslo. Tenía los ojos semi abiertos y reposaba besos, olisqueando mi piel.

Daydream. Lágrimas de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora