~Capítulo 13~ Comprometido

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-Antes de irme a América... me comprometí con ella y me hizo prometer que nos casaríamos cuando volviera-giró hacia mí-creo que ya es hora de formar una familia así como tú lo has hecho... me casaré con Seohyun-

Abrí los ojos de par en par, quedándome helada. Lo veían mover los labios, pronunciando más palabras que yo no captaba... ¿Se casará? ¿Con... Seohyun?

-¿Ah?...-Susurré mirándolo todavía sin reaccionar-

-Que me iré mañana mismo-sonrió levemente-Después de todo ni siquiera he podido con lo que yo mismo me propuse al regresar a verte-Estaba en seco, preguntándome si era una broma o lo que había dicho era solo despecho.

-Vale, entonces me voy-Me despedí casi perdida entre pensamientos que ni yo podía captarlos. Salí de su auto y con la mirada perdida en el horizonte, avancé hacia la casa y me instalé en ella, quedándome aun en seco. Parecía un robot que caminaba en automático en dirección a mi habitación. Saqué la llave de mi bolso y la metí a la cerradura para luego ingresar y encerrarme en ella...

-¿Se va a casar?-

Dos golpecitos en la puerta me sacaron de mis pensamientos. Abrí la puerta con rapidez, manteniendo en la cabeza solo a DongHae.

Pero mi realidad pareció sacar a mis pensamientos, plasmándolos en frente mío-

-DongHae-susurré observándolo ingresar a la habitación hasta llegar hasta mí y colocarse en frente mío, subiendo sus manos hasta mis mejillas y presionando sus labios sobre los míos-

-Por favor-susurró relamiendo mis labios-Déjame llevarme el recuerdo de tu piel, déjame sentirte de nuevo debajo de mi cuerpo. Déjame besarte y hacerte mía por última vez.

Mi cuerpo se estremeció mientras sus manos abandonaban mis mejillas y bajaban por mi espalda hasta mis muslos sujetando los costados de mi vestido, para luego tirar de él hacia arriba y deshacerme de mi ropa.

Cerré los ojos y subí los brazos hasta su nunca, jalándolo hacia mí y profundizando el beso, introduciendo mi lengua en su boca y saboreando cada rincón de esta.

Sus pasos me hicieron retroceder mientras mis manos bajaban por su torso, desabotonando su camisa hasta que no hubo impedimento para abrirla y delinear con mis manos, su cuerpo bien tonificado. Sus manos volaron hasta mi espalda, apretujando y haciendo arder mi piel en cada zona que me acariciaba. Solo por una noche olvida todo tu orgullo, olvida tu todo por nada... olvídate de todo y solo quédate con él.

Choqué con la cama, impidiéndome retroceder más. El continuó empujándome lentamente, recostándome sobre la cama, al mismo tiempo que echaba su camisa hacia atrás.

Los abracé aferrándome a su espalda, recorriendo la forma de esta, y sintiendo todo su peso encima. Delineé el borde de su espalda y rasguñé inconsciente, escuchando algunos gemidos de Donghae ahogados en mi boca. De alguna manera quería dejarle marca, hacerle saber a alguna otra mujer con la que esté en adelante, que él siempre iba a ser mío y que yo siempre seré solo suya.

Bajé las manos hasta sus pantalones y con rapidez deshice su correa y luego el botón de sus pantalones y la cremallera. Lo sentí mover las piernas, frotándose contra mí, al mismo tiempo que corría sus pantalones para deshacerse de ellos. Allí estábamos los dos, como dos amantes en una cama matrimonial, y cuyo destino era estar jamás juntos.

Recorrió mis muslos con mis manos y luego las introdujo bajo mi espalda, desabrochando a mi sujetador y quitándomelo. Abrí las piernas y me aferré a él, ante la idea de que se apartaría de mí para burlarse y dejarme en ridículo, pero no fue así. Su boca bajó hasta mis pechos erectos y endurecidos por la excitación y empezó a succionarlos, haciéndome gemir ante la maravilla de su boca y su lengua.

Daydream. Lágrimas de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora